El Maquinista
Joaquín Dicenta
Cuento
En pie sobre el suelo acerado de la locomotora, repartiendo con mano segura y experta vida y calor y movimiento á aquel organismo de hierro y de cobre; apoyado en la manivela; atento á las oscilaciones del manómetro y á las exigencias del regulador; combinándolo todo, midiéndolo todo, previniéndolo todo, está el maquinista del tren en marcha, con los ojos puestos en el camino y la conciencia en el cumplímiento de su deber.
Aquel hombre, vestido con una blusa azul recogida en desiguales pliegues sobre unos pantalones del mismo color: robusto de cuerpo, con el rostro ennegrecido por el humo, las manos sucias por el carbón y la piel curtida por la lluvia y el aire; aquel personaje, en cuya existencia reparan apenas los viajeros, es el dueño del tren que resbala apresuradamente sobre los rieles; á su voluntad y á su pericia están encomendados los intereses varios que se agitan y se amontonan en el interior de los vagones, la vida de los hombres, la conservación de los equipajes, la seguridad de las mercancías; un movimiento torpe, una maniobra mal hecha, el menor descuido, la más pequeña falta, pueden convertir la mole obediente y bien equilibrada, el medio de comunicación y de progreso, el implacable vencedor de las distancias y de las fronteras, en masa ciega y destructora, en instrumento de muerte y de tortura, en vehículo de desastre y en pregonero de desgracias.
Dominio público
3 págs. / 6 minutos / 33 visitas.
Publicado el 2 de febrero de 2024 por Edu Robsy.