Shishi la Chiva
José de la Cuadra
Cuento
Yuyu escuchaba. Creíanlo dormido, y por eso hablaban así sus padres en el tendido. Pero no; él estaba despierto. Se había despertado hacía largo rato. Un sueño lindo se le acabó.
—Lindo no más, ¡viera, mama! —musitaba—. ¡Alhajita!
Yuyu atendía a la conversación, interesado.
Decía el taita Miguicho:
—Le mataremos a Shishi la chiva.
La mama Manonga se conformó.
—Ahá.
—Mañana misu, ¿querés?
—Ahá.
—Salaremos la carne. Para comer toda esta luna tendremos.
—Ahá.
De pronto el taita se inquietó:
—¿Y la sal? ¿Quiersde habimos la sal?
La mama susurró despacito:
—Tres puñados tengo... ahí...
Bajó más aún la voz:
—...enterrados...
Estaban solos en la choza; la choza estaba sola en la montaña; la montaña estaba sola en la sierra infinita. Sin embargo, la india Manuela sentía miedo, miedo de que la oyera el viento. El viento es malo. Lleva donde no debe lo que uno dice.
Agregó:
—En la casa del niño Lorenzo los apuñusqué. Harta sal había en la cocina. Cogí no más. Ni me vieron. Fue el día ese que subimos al pueblo a pagarle el diezmo de capulíes a amo curita.
—¡Ah!...
Yuyu seguía atendiendo.
Taita Miguicho dijo:
—Yuyu duerme.
Yuyu se rió para sí.
—Con el ojo pelado estoy —murmuró—. ¡Vieran!
Taita Miguicho ronroneó de frío, como los gatos.
Mama Manonga le propuso:
—¿Por qué no le vendemos a Shishi? Así ahorraremos la sal.
—¿Y?... ¿Quién la compra? En el pueblo nadie merca nada. No hay plata. A caballo anda. No hay plata.
—¡Ah!...
—Así es, pues; así es.
—¿Y por qué no la truecamos, Miguicho? Nosotros damos a Shishi. Shishi está gorda. Nos darán mote, panela, harina... Nosotros daremos a Shishi... Y nos darán mundos...
Dominio público
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Publicado el 28 de enero de 2022 por Edu Robsy.