Si el Pasado Volviera...
José de la Cuadra
Cuento
(Cuento de Año Nuevo).
El doctor Eduardo Rivaguirre, abogado consultor del Banco
Nacional, respiro satisfecho al saberse solo en aquel elegante
rinconcito hasta donde apenas si llegaba el eco de las músicas y el
cascabelear de las risas.
—¡Ah! —suspiró—. No hay duda que envejezco. Casi no soporto ya el ruido de las fiestas.
Era el doctor un hombre delgado y largo de extremidades. Sus movimientos perezosos hacían que, al andar, recordara el paso del camello; y, alguna vez, en sus épocas juveniles de luchador, lo habían hostigado con el nombre de tal animal. No era, por cierto, guapo; pero, su rostro era inteligente y simpático. Aparentaba cincuenta anos. Acaso tuviera más.
Casi tumbado sobre una poltrona baja de marroquín, montada una pierna sobre la otra, había tomado un cigarro de cierta mesita próxima y fumaba.
Ya era sonada la hora magna de la media noche y, luego del champagne de estilo, la gente joven bailaba allá afuera, en los salones feéricos, por la gloria del nuevo año. Los hombres de edad se habían replegado sobre las cantinas y los fumaderos, y las señoras murmuraban —como es natural— en las vecindades de los tocadores. El doctor Rivaguirre, vagamente fastidiado, se acogió al remanso que era este saloncito solitario, al que nadie vendría.
Mas, de improviso se había levantado el portier y aparecido en la entrada la señora viuda de Jiménez Cora.
—¡Oh, doña Elena!
Le ofreció un asiento frente a él, que ella aceptó.
Doña Elena posiblemente le igualaba en edad; pero, aún podía considerarse digna de ser mirada, conservando rasgos de pasada belleza, como momificados en el rostro; y, la armonía de su cuerpo no estaba perdida del todo.
Hizo ella una voz acariciadora, para, decir:
Dominio público
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Publicado el 6 de septiembre de 2021 por Edu Robsy.