Carta de un Ladrón
José Fernández Bremón
Cuento
He recibido por el correo una carta extraña firmada por Un ladrón. Suprimo de ella los cumplimientos, el preámbulo, y las palabras ociosas. Se queja de que su clase no tenga periódico, ni club, ni medios de manifestar sus aspiraciones, y me elige como intermediario para dar publicidad a sus ideas, por constarle que no tengo quejas ni miedo de los ladrones.
«Usted sólo posee algunos libros, y no quitamos eso, dejándolo para que lo roben las personas honradas. Crea usted —escribe el ladrón— que no robamos ideas, inéditas ni impresas. Siempre hemos respetado la guardilla del escritor: éste sólo tiene en vida y en muerte dos enemigos: los bibliófilos y los ratones. ¿Qué inconveniente puede usted tener en prestarnos el servicio que reclamo?».
Justificada mi neutralidad e intervención, trascribo la carta sin comentarios.
La justicia nos persigue, y hoy que todos hablan, sólo a nosotros
se nos niega la palabra: todo se defiende menos el robo, con el nimio
pretexto de estar penado por la ley. ¿Acaso lo estuvo y lo estará
siempre? Somos ilegales, es verdad, pero aspiramos a no serlo. ¿Cómo
podremos ocupar algún día el Gobierno y practicar nuestros ideales, si
no se nos facilitan los medios para ello?
Dominio público
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Publicado el 1 de agosto de 2024 por Edu Robsy.