La Forma de las Nubes
José Fernández Bremón
Cuento
—¿Qué te parezco en este instante? —dijo la nube al aeronauta.
—Una ballena.
—¿Y ahora? —repitió un momento después.
—Una montaña obscura.
La nube, movida por el viento, se extendió, y la luz del sol la coloreó de rojo y amarillo.
—Ahora pareces la bandera española.
No bien dijo aquello el aeronauta, la nube, volviendo a deshacerse, tomó el aspecto de una cascada de fuego mezclado con espuma.
—Mantente en ese estado —dijo el hombre—; deja que admire esa decoración maravillosa.
Pero la nube se había convertido en una fragata que flotaba por el espacio con todas las velas desplegadas.
—Contén los vapores —repitió el hombre— para que no deshagan esa nueva forma: quiero tomar un croquis.
—Es imposible —respondió la nube—. ¿Ves? Me he convertido en serpiente... ahora soy una falda de encaje; admira la variedad y riqueza de mis formas.
—Pero ¿cuál es la tuya natural?
—¿Acaso lo sé? Todas y ninguna: las que me dan la luz, el viento y el capricho.
—¿Habrá en el mundo —dijo el aeronauta al tocar tierra— nada tan inconstante y variable como la nube?
—Sí —le contestaron—; en tu imaginación y en la de todos. Sólo varía en el nombre, porque le llamamos el capricho.
Dominio público
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Publicado el 14 de julio de 2024 por Edu Robsy.