¡A la Hoguera!
José Fernández Bremón
Cuento
—Ven aquí, mariposa, que no quiero dormir por el gusto de alumbrarte —decía el gusano de luz—; son tus alas tan blancas como las hojas del jazmín, y tienen una franja de un color de fuego, que sólo lo he visto igual en el cielo y en tus alas. Mi luz cae sobre las hojas festoneadas de este clavel doble, para que te detengas y aspires su aroma y sorbas la miel que hay en sus venas. Ven, mariposa, y agita tus alitas sobre mí, y perfuma estas ramas con el polvillo de rosa que esparces al volar.
—¡Ja, ja! —respondió la mariposa—. ¡Vaya una luz la tuya!, mira hacia arriba y compara esas luces con tu pobre candileja.
—Ya lo sé: allí brillan las estrellas y luceros; pero están muy lejos y no podrías alcanzarlas.
—¿Y aquella flor de luz que hay en el jardín envuelta en un palacio transparente?
—Esa luz quema, es un farol de gas; no acerques a él tu cuerpo delicado.
—¿Quieres que me resigne a esta obscuridad? ¿No dices que soy linda?, ¿que tengo un traje hermoso? ¡Adiós!
—¿A dónde vas?
—A brillar un momento y desaparecer entre las llamas.
Dominio público
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Publicado el 14 de julio de 2024 por Edu Robsy.