Pensar á Voces
José Fernández Bremón
Cuento
A mi cariñoso y verdadero amigo
Isidoro Fernandez Florez.
Todos los dias oimos á nuestro lado palabras sueltas que se
escapan involuntariamente á individuos que pasan hablando a solas sin
notarlo: con frecuencia vemos personas que accionan sin hablar, como si
sostuvieran disputas muy acaloradas: más de una vez el eco de nuestras
propias palabras nos ha advertido que íbamos por la calle hablando en
voz alta y llamando la atencion de los transeúntes. Todo esto no es sino
una débil manifestacion de la actividad febril de nuestro cerebro,
tumultuoso taller que funciona sin cesar, congreso en sesion permanente,
y manicomio en que, entre mil ideas extravagantes, descuellan alguna
vez pensamientos razonables. El saber callar las necedades que se
ocurren es la prueba del buen juicio: ocultar en sociedad ciertos
pensamientos que escandalizarian á las gentes, constituye la prudencia:
dominar los latidos de la soberbia, los deseos livianos, la envidia y
todas las pasiones, es la virtud. ¡Qué diferencia entre el tranquilo
aspecto de algunos rostros impasibles, y el motin interior de las ideas
bajo el cráneo! vienen á ser como esos edificios cerrados, cuya severa
fachada no denuncia los crímenes domésticos que en sus habitaciones se
consuman.
Dominio público
23 págs. / 40 minutos / 24 visitas.
Publicado el 29 de septiembre de 2022 por Edu Robsy.