El Último Pregón
José Fernández Bremón
Cuento
Al caer las primeras gotas, como puños, de los cuarenta días del Diluvio, el género humano estaba indefenso: no había paraguas ni impermeables en el mundo. ¿En qué parte del globo ocurrió lo que voy a referir? Las aguas antediluvianas, pasando una esponja sobre el mapamundi primitivo, han borrado el sitio.
* * *
—Buen barrizal habrá mañana —decía un hombre de carga a su jinete.
—Eso es cuenta tuya —respondía el otro—, que yo no he de embarrarme los talones.
—¿Y si me atascara? Que también la suerte de los de abajo alcanza a los de arriba.
—Calla y corre, que me mojo.
—Ya lo siento, por el agua que chorreas; me parece que llevo un río a cuestas.
—¿Río dijiste? En él estamos, y creí traerte hacia el arroyo.
—Es el arroyo que ha crecido; no hay arroyos ya.
—¿Y mi casa de abajo, la que dejé abierta y vacía?
—¿Vacía? —dijo un transeúnte—. Está llena de peces; he visto colear encima de tu cama una merluza.
Dominio público
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Publicado el 1 de agosto de 2024 por Edu Robsy.