Fábula
José Fernández Bremón
Cuento, fábula
En una hermosa mañana de primavera, Himeneo jugaba con el Amor y le perseguía. Era aún muy joven, y pronto le alcanzó y le asió de un brazo.
—¡Ah!, ya eres mío —le dijo— y no te me escaparás.
—¡Cuidado! —replicó el alado rapazuelo—, guárdame bien, como a las niñas de tus ojos, porque si el Amor se escapa, el pobre Himeneo no podrá batir más que un ala.
Dominio público
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Publicado el 19 de julio de 2024 por Edu Robsy.