La Noche Buena
José Tomás de Cuéllar
Cuento
Capítulo I
—Mira, Lupe, ése es mi novio.
—¿Cuál?
—Aquel jovencito de bigote negro.
Lupe le contempló con mirada escudriñadora.
—¿Qué te parece?
—Simpático.
—¡Pobrecito!
—¿Por qué?
—Figúrate que no tiene posadas.
—¿Y tú lo crees?
—Cómo no, Lupe de mi alma, si es tan bueno…
—De modo que van a pasar ustedes separados la Noche Buena.
—Tú dirás; por eso estoy tan contrariada.
—¡Pobre Otilia! ¡Pobres enamorados! Qué gusto que yo…
—¿Que tú qué?
—Que yo no tengo amores.
—¡Hipócrita! ¿Y el general?
—Chist, cállate.
—¿Ya lo ves?
—Bueno; pero esos no son amores. ¡Qué maliciosa eres! Y todo por lo que te conté la otra noche.
—Yo sé mi cuento: y cuando te hablo del general…
—¡Ah, que tú tan mala!
—Una piñata, niñas, una piñata —gritó un lépero interponiéndose entre Lupe y Otilia.
—No, qué piñata ni qué… —dijo Lupe de mal humor.
—¿Conque ya no me la toma usté, niña? —dijo el vendedor tocándose el sombrero—. Como su mercé me dijo que para la Noche Buena quería una novia…
—¿Yo?
—¡Ah que niña! Pos si yo soy el mesmo de la otra tarde.
—Ah, sí, ya recuerdo…
—Conque ¿no juimos a dejarla en «ca» el general?
Lupe se puso colorada.
—Anda, pícara —le dijo Otilia al oído.
—¿Cuánto vale?
—Pos ya sabe su mercé: catorce riales.
—Bueno.
—¿La llevo?… ¿La llevo allá en «ca» el general?… Ya sé.
Y el lépero, con una novia de papel de china en una mano, y un general en la otra desapareció.
—¿Y por qué ha de ser novia la piñata de la Noche Buena? —preguntó Lupe.
—No puedo decírtelo.
Dominio público
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Publicado el 23 de diciembre de 2018 por Edu Robsy.