Los Mariditos
José Tomás de Cuéllar
Novela
Introducción
Indispensable para el conocimiento de la casta de los mariditos
La temperatura media del aíre en el Valle de México es de 18º 29 centígrado.
Las heladas, respetuosamente, no llegan á impedir el desarrollo perenne de la vegetación que provée al mercado de toda clase de leguminosas los 365 días del año.
Hay clotes desde Marzo hasta Diciembre, melones en Enero, fresas todo el año y semillas tempraneras que desde el semillero hasta el almuerzo no hacen más que una evolución de veinte días, como la de los rabanitos.
Las calabazas que se sirven tiernas en Marzo, toman proporciones colosales en Noviembre para el chacualole de los muertos.
Se dan tambien en este Valle, merced á la temperatura, profesoras de instrucción primaria, y sábios de todas dimensiones, críticos tempraneros, periodistas con chichonera, mamás de quince abriles, abuelitas de treinta y sobre todo mariditos.
Los derechos del Registro Civil son cómodos apropiados á las circunstancias y á la temperatura. Hay además gro blanco de á peso, y una barata permanente de azahares de badana en el Portal de Mercaderes.
El peso medio de la raza humana en el distrito federal fluctùa en los varones entre 75 y 150 libras peso bruto. Las novias teniendo 12 años cumplidos y tacones de palo, están expuestas á los mariditos y no se pesan.
El maridito es un sér precoz que le juega una mala pasada al tiempo, á la naturaleza, y á la aritmética; quiere decir: que en un avío hace tres mandados. Le juega una mala pasada al tiempo porque llega á viejo sin haber sido nunca joven.
A la naturaleza, porque es una semilla embrionaria que se empeña en sembrarse para reproducirse, sin esperar á que madure la pulpa de la fruta que la contiene.
Y á la aritmética, porque aprende logaritmos y se olvida de sumar y restar.
Dominio público
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Publicado el 22 de septiembre de 2021 por Edu Robsy.