Mister Chucker
Manuel Gutiérrez Nájera
Cuento
¿Es conveniente transformar el departamento de un vagón en gabinete de tocador?
Es cuestión esta que en ciertos países del continente pronto quedaría resuelta por la negativa, sobre todo cuando los conductores marcan los boletos mientras el tren está en marcha. Pero en Inglaterra, un viajero que quiere cambiar de traje en un departamento de primera clase puede estar seguro de no ser molestado; al menos es lo que pensaba el buen Mister Barnaby Chucker al bajar de un hansom en Paddington, y al atravesar la plataforma del camino de fierro, con su saco en la mano y cargado además con una manta de viaje que contenía un traje completo.
Mister Chucker había recibido una invitación para comer en Windsor, en casa de unos amigos que, por su posición, gozaban de gran influencia; pero como era hombre muy ocupado, no había tenido tiempo para vestirse, ni en su escritorio en la city ni en su casa, en West End.
Al subir al vagón dejó deslizar un shilling en la mano del conductor, diciéndole:
—Hágame usted el favor de dejarme solo en el departamento, quisiera vestirme.
—Muy bien, señor —dijo el conductor, y el tren se puso en marcha.
Dominio público
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Publicado el 13 de diciembre de 2020 por Edu Robsy.