El Libro de Monelle
Marcel Schwob
Cuento
I. PALABRAS DE MONELLE
Monelle me halló en el páramo en donde yo erraba y me tomó de la mano.
—No debes sorprenderte —dijo—, soy yo y no soy yo.
Volverás a encontrarme y me perderás;
Regresaré una vez más entre los tuyos; pues pocos hombres me han visto y ninguno me ha comprendido;
Y me olvidarás, y me reconocerás, y me olvidarás.
Y Monelle dijo: Te hablaré de las pequeñas prostitutas, y conocerás el comienzo.
A los dieciocho años, Bonaparte el asesino se encontró a una pequeña prostituta bajo las puertas de hierro del Palais Royal. Tenía el semblante pálido y temblaba de frío. Pero «había que vivir», dijo. Ni tú ni yo conocemos el nombre de aquella pequeña que Bonaparte llevó a su cuarto del hotel de Cherbourg, en una noche de noviembre. Ella era de Nantes, en Bretaña. Estaba débil y cansada, su amante la había abandonado. Era simple y buena; un sonido muy dulce tenía su voz: de todo eso se acordó Bonaparte. Y pienso que después el recuerdo del sonido de su voz lo emocionó hasta las lágrimas, y que la buscó largo tiempo en las noches de invierno, pero no volvió a verla jamás.
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Publicado el 28 de marzo de 2017 por Edu Robsy.