Coloquio con la Vida
Máximo Gorki
Cuento
Estaban ante la Vida dos hombres, que eran otras tantas víctimas suyas.
—¿Qué quieren? —les preguntó. Uno de ellos contestó con voz lenta:
—Me rebelo ante la crueldad de tus contradicciones; mi espíritu se esfuerza en vano por penetrar el sentido de la existencia y mi alma está invadida por las tinieblas de la duda. Sin embargo, la razón me dice que el hombre es el ser más perfecto del mundo…
—¿Qué reclamas? —interrumpió impasible la Vida.
—Quiero la dicha… Y para poder realizarla, es preciso que concilies los dos principios opuestos que comparten mi alma, poniendo de apoyo mi “yo quiero” con tu “tú debes”.
—No tienes nada que desear sino aquello que debes hacer por mí —contestó la Vida con dureza.
—No, yo no puedo desear ser tu víctima. ¿Porque yo quisiera dominarte, estoy condenado a vivir bajo el yugo de tus leyes?
—Modera tu énfasis –le dijo el que estaba más cerca de la Vida. Pero sin fijarse en sus palabras, el otro prosiguió:
—Yo quiero tener el derecho de vivir en armonía con mis aspiraciones. No quiero ser hermano ni esclavo de mi prójimo por deber; seré su hermano o su esclavo a mi gusto, obedeciendo a mi voluntad. Yo no quiero que la sociedad disponga de mí como de una piedra inerte que ayuda a edificar las prisiones de su ventura. Soy hombre, soy alma, soy espíritu y debo ser libre.
—Espera —dijo la Vida con una sonrisa helada—. Has hablado lo bastante y ya sé todo lo que podrías añadir. ¡Pides tu libertad! ¿Por qué no la ganas? ¡Lucha conmigo! ¡Vénceme! Hazte mi señor, y yo seré tu esclava. No sabes con qué tranquilidad me someto siempre a los triunfadores. ¡Pero es necesario vencer! ¿Te sientes capaz de luchar conmigo para librarte de tu servidumbre? ¿Estás seguro del triunfo? ¿Confías en tu fuerza?
Y el hombre contestó:
Protegido por copyright
1 pág. / 3 minutos / 264 visitas.
Publicado el 31 de octubre de 2018 por Edu Robsy.