Karamora
Máximo Gorki
Cuento
Deben saber que soy capaz de realizar hazañas. Pero también soy
capaz de cualquier bajeza; a veces a uno le entran ganas de hacerle una
jugarreta a alguien, aunque sea a la persona más cercana.
Palabras del trabajador ZAJAR MAJÁILOV,
provocador, dirigidas a la Comisión de Investigación en 1917 (Véase el
artículo de N. Osípovski en El Pasado, vol. VI, 1922).
A veces, sin venir a cuento, me vienen a la cabeza ideas viles y siniestras…
N. N. PIROGOV
¡Déjenme cometer una infamia!
Un personaje de OSTROVSKI
Una vileza exige en ocasiones tanta abnegación como un acto heroico.
De la correspondencia de L. ANDRÉIEV
Por sus actos conscientes no se descubre cómo es una persona; son los actos inconscientes los que la delatan.
N. LESKOV, en una carta a Pyliáiev
Los rusos tienen la cabeza a pájaros.
I. S. TURGUÉNEV
Mi padre era cerrajero. Un hombre corpulento, más bueno que el pan, y siempre alegre. A todo el mundo le encontraba algo gracioso. A mí me quería mucho y me llamaba Karamora: siempre estaba poniendo apodos a todo el mundo. Hay un mosquito grande, parecido a una araña, al que se conoce comúnmente como karamora. Yo era un niño larguirucho y desgarbado; cazar pájaros era mi pasatiempo favorito. Se me daban bien los juegos y salía bien librado en las peleas.
Me han traído montañas de papel. «Escribe cómo ha ocurrido todo», me han dicho. Pero ¿por qué habría de hacerlo? Van a matarme de todas formas…
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Publicado el 10 de abril de 2018 por Edu Robsy.