Prefacio
Desde hace mucho
tiempo el autor considera que gran número de mitos clásicos podrían
reescribirse como lectura fundamental para los niños. A partir de esta
idea, el breve volumen que aquí se ofrece al público reelabora media
docena de estos mitos. El plan demandaba una gran libertad, pero
cualquiera que intente adaptar estas historias en su forja intelectual
observará que son prodigiosamente independientes de modos y
circunstancias históricas. En esencia, siguen siendo las mismas después
de haber pasado por cambios que afectarían la identidad de casi
cualquier otra cosa.
El autor, por lo tanto, no se declara culpable de sacrilegio si a
veces ha modelado de nuevo unas formas santificadas por una antigüedad
de dos o tres mil años. Ninguna época puede reclamar derechos de autor
sobre estas fábulas inmortales. Parece que no tuvieran origen y, sin
duda, mientras exista el hombre es imposible que perezcan, pero, por
esta misma indestructibilidad, son legítimamente susceptibles de que
cada época las vista con su propio atuendo de modos y sentimientos y les
infunda su propia moral. En la versión presente quizá han perdido mucho
de su aspecto clásico (o bien el autor no tuvo el cuidado de
conservarlo), y tal vez han adoptado un aspecto gótico o romántico.
Al llevar a cabo esta placentera tarea —pues realmente ha sido una
labor idónea para el tiempo caluroso, y una de las más placenteras
literariamente que hayamos emprendido—, el autor no siempre consideró
necesario rebajar el nivel para facilitar la compresión de los niños. En
general ha permitido que el tema se elevara, cada vez que a eso tendía y
cuando él mismo tenía el suficiente aliento para seguirlo sin esfuerzo.
En imaginación y sentimiento, los niños tienen una enorme sensibilidad
para todo lo propfundo o lo elevado, mientras también sea sencillo. Lo
único que les desconcierta es lo artificioso y lo complejo.
Información texto 'Libro de Maravillas para Niñas y Niños'