Los Sueños de Diez Noches
Natsume Sōseki
Cuento
Primera noche
Soñé este sueño.
Me encuentro sentado en la cabecera de la cama con los brazos cruzados. La mujer que está acostada de espaldas dice:
—Pronto moriré.
La mujer tiene los largos cabellos esparcidos por la almohada. Sobre el cabello descansa un rostro ovalado de suaves líneas. Sus labios son, naturalmente, rojos. No parece que vaya a morirse. Sin embargo, la mujer ha dicho claramente con una voz tranquila que se va a morir. Yo la miro y también me da la impresión de que, efectivamente, se va a morir. Entonces, como observándola desde arriba, le pregunto:
—¿De verdad? ¿Te estás muriendo?
Ella responde que se muere y abre los ojos de par en par. Son ojos húmedos, bordeados de pestañas largas. Ambos ojos brillan totalmente negros, y en cada pupila me veo reflejado con nitidez.
Me quedo observando el resplandor tan transparente y profundo de sus ojos, y pienso que realmente se va a morir. Así que me acerco más a su almohada y le susurro:
—No te vayas a morir, ¿eh? ¿A que no te morirás?
La mujer con los ojos abiertos pero soñolientos me responde, esta vez también con una voz tranquila:
—Me voy a morir. No hay remedio.
—¿Me estás viendo? ¿Puedes ver mi cara?
—Pero si tú mismo te estás viendo —me dice, y sonríe. Yo levanto la cabeza de la almohada y, cruzando los brazos, me pregunto si verdaderamente se va a morir.
Al cabo de un rato la mujer me pide:
—Cuando muera, entiérrame tú. Con una concha de madreperla cava una fosa, y con un trozo de alguna estrella que caiga del cielo haz mi lápida. Y luego espérame al lado de mi tumba. Vendré a verte.
—¿Cuándo vendrás a verme? —le pregunté.
—Sale el sol, y luego se pone. Nuevamente sale, y nuevamente se oculta. Un sol rojo sale del este y se desplaza al oeste, nuevamente sale del oriente y cae al poniente. ¿Podrás esperarme?
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Publicado el 29 de abril de 2017 por Edu Robsy.