Ajuste de Cuentas en Boot Hill
Robert E. Howard
Novela corta
I. Los Laramies cabalgan de nuevo
Cinco hombres cabalgaban por el
serpenteante camino que conducía a San León; uno de los jinetes, con voz
ronca y monótona, canturreaba:
«Al alborear la aurora de un día de mayo
Brady llegó en el tren de la mañana.
Brady llegó con el Lucero del Alba.
¡Y le disparó al señor Duncan detrás de la barra!»
—¡Basta! ¡Cállate de una vez! —fue el más joven de los jinetes quien protestó así. Un muchacho flaco con el pelo como la estopa, un toque de palidez bajo su tez bronceada y brasas ardiendo en sus ojos rebeldes.
El hombre más grande y corpulento de los cinco sonrió ampliamente.
—Bucky está nervioso —burlóse con malicia—. No quieres convertirte en un vulgar forajido como nosotros, ¿no es así, Bucky?
El más joven clavó en él una mirada fulminante.
—¡Que se te llene el gaznate de llagas por lo que has dicho, Jim! —gruñó.
—Te revuelves como un gato montés —respondió tranquilamente Jim el grande—. Pensé que no seríamos capaces de ponerte sobre tu caballo asilvestrado para dirigirnos a San León sin golpearte antes en la cabeza. La única ocasión en que se hace patente tu sangre Laramie, Bucky, es cuando manejas esos endiablados puños tuyos.
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74 págs. / 2 horas, 10 minutos / 157 visitas.
Publicado el 10 de julio de 2018 por Edu Robsy.