El Incendiario
Roberto Arlt
Cuento
El comerciante observaba al desconocido de anteojos negros que se paseaba por su escritorio con las manos tomadas atrás. El comerciante estaba ante un dilema, y su perplejidad se tradujo en estas palabras:
—Lo que yo no comprendo es cómo usted puede provocar un incendio sin utilizar aunque sea unos simples fósforos.
El desconocido, que se había detenido frente a un mapa de rutas marítimas, no se dignó volver la cabeza, pero respondió:
—Un fósforo sería suficiente para hacerlo encarcelar al autor del incendio. La policía o los químicos a su servicio encontrarían entre los escombros del siniestro las piezas del “mecanismo de tiempo” que se hubieran utilizado para cometer el atentado. Analizando las cenizas, descubrirían los líquidos inflamables que se habían empleado. Mi procedimiento es nuevo, enteramente nuevo, ¿comprende usted?
El comerciante insistió:
—Ésa es la razón que me tiene intrigado. ¿Cómo se las compone usted?
El desconocido replicó groseramente:
—Mi procedimiento me permite cobrar el 10 por ciento de la prima que los fabricantes defraudan a las compañías de seguros. ¿No pretenderá usted que le explique mi secreto?
El comerciante volvió a la carga.
—¿Usted puede provocar un incendio en el establecimiento de cualquier industria?
El incendiario arrancó una hoja del almanaque y la dobló en cuatro.
—No, en cualquier industria, no..., pero en ciertas fábricas, sí. Su fábrica está incluida entre las que yo puedo incendiar sin dejar rastros.
—¿Sin utilizar ningún mecanismo, ni cortocircuito, ni fósforos, ni cómplices?
Dominio público
6 págs. / 11 minutos / 58 visitas.
Publicado el 28 de diciembre de 2023 por Edu Robsy.