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autor: Silverio Lanza editor: Edu Robsy etiqueta: Cuento


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Apunte de Economía Política

Silverio Lanza


Cuento


—Y usted, Jesús, ¿qué espera de este Gobierno?

—Yo, nada.

—Ni yo. Entre paréntesis, ¿ha bajado el cuatro?

—Hoy, no.

—¿Y el cinco?

—Bajo ayer.

—Hoy subirá.

—o no: según se presente la cuestión de Africa.

—Pero yo creía, Jesús, que eso no tenía importancia de cierta especie.

—Pues hay algo.

—¡Si yo fuese dueño de Africa...!

—¿Qué haría usted?

—Lo primero allanar...

—Perdone usted que le interrumpa, Don Ignacio. ¿El Banco le merece á usted confianza?

—Completa.

—Pues yo no la tendría.

—¿Qué teme usted?

—¡Quién lo sabe!


* * *


Calle del Bastero, numero 303; casa vieja, anterior á la venida del caciquismo; portal muy grande que termina en un patio, por cuyas paredes trepa la escalera y se extienden los corredores.

Jesús, zapatero remendón, trabaja en su oficio y conversa con Don Ignacio quien, sentado en un banco que oscila, mueve las manos para sostener un cigarro de la Tabacalera, y las descansa sobre el abultado vientre.

Africa llega de la calle. En la acera se ve al 5, Tostón, que venía tras la moza; y en el corredor aparece el 4, Rubiales, que la estaba esperando.

—Buenos días, señor Jesús.

—¡Hola, vecinal

Don Ignacio se pone erguido, señala al busto de la barbiana, y dice:

—Tiene usted un punto en el jersey.

—Haga usted otro.

—¿Qué?

—Que haga usted punto.

—Sabe usted más que Merlín.

—Y más que usted: como que usted no sabe lo antipático que se cría.

—Por ser cosa de usted, me quedo con ella.

—Póngala usted donde la vergüenza para que no se la vea nadie. Conque, adiós Jesús.

—Adiós, vecina.

—Y para la compañía, que soy yo, na.


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

Contabilidad Rusticana

Silverio Lanza


Cuento


Pedro presta á Juan diez duros sin interés. Llega la recolección y...

—Ya sabes que me debes diez duros.

—No lo niego.

—¿A cómo está la cebada?

—A diez reales.

—Pues me debes veinte fanegas, y me harás un papelito.

—Lo haré.

Llega Enero y sigue el tiempo seco.

—¿A cómo está la cebada?

—A cuarenta reales.

—Pues me debes cuarenta duros.

—Es verdad.

—Me harás un papel.

Llega la recolección; la cebada está á diez reales, y Juan debe ochenta fanegas. Llega Enero; la cebada está á diez pesetas, y Juan debe ciento sesenta duros.

Al año siguiente, Pedro embarga á Juan la casa, las mulas y la tierra, y se queda con todo ello.


* * *


Otro caso: Varios amigos nos reunimos á merendar; yo me encargo de todo el gasto, y Pedro de facilitar el vino. El día siguiente nos reunimos para ajustar cuentas, y digo:

—Se han gastado diez duros, y somos diez; conque tocamos á cinco pesetas.

Todos me van entregando su cuota, y Pedro me dice:

—Bueno. Yo tengo que dar veinte reales; pero como he pagado catorce de vino, toma seis, y en paz.

Así, yo pago el vino.


* * *


Otro caso: Compro en un pueblo una instalación de luz eléctrica con la rebaja del 10 por 100.

—Mira, Pedro, que aquí faltan las bombillas.

—Bien, las desquitaremos al ajustar la cuenta: son diez luces que me costaron á diez pesetas, que hacen cien pesetas; te rebajo diez, y quedan en noventa.

—¿Y las bombillas?

—Eran diez. A peseta cada una, son diez pesetas. Rebaja el 10 por 100, y quedan en nueve pesetas. Desquita de noventa, y me das ochenta y una, y en paz.


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

Astronomía Legal

Silverio Lanza


Cuento


El alcalde de Villaruín está satisfechísimo con su nueva casa, que es la única mejora del pueblo.

Llega el mes de Noviembre, y la señora alcaldesa traslada el lecho conyugal al dormitorio de invierno.

A la mañana siguiente se levanta Don Máximo, y se dispone á contemplar desde la ventana el pueblo que gobierna.

Se asoma, y...

—Es estraño; desde que vivo en esta casa siempre ha salido el sol por mi derecha, y ahora sale por mi izquierda. Ordenemos un bando de buen gobierno.


* * *


El maestro de escuela queda encargado de explicar el fenómeno científicamente y gratis.

—Una de dos: ó el sol ha empezado á caminar rápidamente y en la dirección que rota la tierra, lo cual no es posible, ó ésta ha girado en el sentido de un meridiano, lo cual tampoco es posible.

—Lo que no creo posible es que haya un maestro más bruto que usted. ¡A la carcel!


* * *


Así se creo en Villaruín la costumbre de celebrar dos fiestas anuales: cuando Don Máximo cambiaba de dormitorio.


* * *


Murió el maestro extenuado por el ayuno y por la prisión; y antes de morir, dispuso que le enterrasen con la cabeza hacia levante; pero, como no es fácil mover cada seis meses el cadáver, continua sin sepultar.


* * *


Yo, temeroso de estar sepultado en vida é insepulto en muerte, como el maestro de Villaruín, me reduzco á consignar que, mientras los hombres no se acostumbren á vivir sin amo, les saldrá el sol á los pueblos por donde le salga al alcalde.


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

El Idioma Comercial

Silverio Lanza


Cuento


Fui el sábado á Bolsa para aprovecharme de la baja. Apenas entre, vino hacia mi Fernández.

—¡Amigo D. Silverio! Si llega usted antes de la media ve usted á D. Gaspar. Se nos ha hecho bajista. Me ha dado ordenes de vender á todo trance!trescientas mil pesetas! ¿Se las hago á usted?

Aquella noche recibí en casa la honrosa comunicación de los congresistas de Greatlie, pidiendo mi parecer acerca del idioma comercial. Este asunto es de importancia, aunque los españoles tengamos extraordinaria facilidad para expresarnos en todas las lenguas.

El domingo me hallaba en la Plaza de Toros, en mi delantera de grada, y Veneno comenzó á gritarme desde la contrabarrera:

—Ayer le fui á usted siguiendo en el Banco y no pude alcanzarle. Me dijo Paco, que había usted retirado el deposito de las treinta mil del ala, después llegue al ventanillo cuando usted acababa de presentar al descuento siete mil pesetillas en cupones; y luego estuve en cuentas corrientes esperándole á usted porque tenía usted allí un talón.

Termino la corrida de toros, y al regresar á mi casa, me detuvo en la calle de Sevilla mi cuñado Luis.

—Hola, Silverio. Acabo de separarme de Gutiérrez: dice que le has sacado por cuarenta y dos duros un broche que vale mil quinientos reales.

Afortunadamente, el broche era para mi esposa.

Y, cuando iba á acostarme, dije á mi mujer:

—Voy á contestar á Greatlie.

—Te pasarás la noche estudiando.

No tardo tres minutos.

Y escribí:

Señores Congresistas: á los comerciantes españoles lo mismo nos importa usar la lengua inglesa que la lengua china: lo imprescindible para nosotros es tener la lengua larga.

De ustedes aftmo. s. s. q. b. ss. mm.,


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

Profilaxis

Silverio Lanza


Cuento


—¿La Gaceta del día 15?

—Tenga usted.

Me interesaba aquel numero de la Gaceta porque yo era oficial de albañil; quería hacerme maestro de obras; y se legislaba acerca de esta carrera que fué suprimida.

Estábamos sin trabajo porque los ricos paraban las obras empezadas y se largaban huyendo del cólera.

Por todas partes se veían camillas y carros fúnebres. Roque, el solador, salió de una taberna de la plaza del Progreso, oscilo y dió de bruces en la acera. ¡Está borracho!, dijeron unas mujeres. Me acerqué; el infeliz tiritaba de frío. Le cogieron, se lo llevaron, y seguí hacia mi casa. Cuando cruce el patio para tomar la escalera interior oí que lloraban en el 7. ¡Pobre Anita! ¡Y deja tres niños!

Mi patrona estaba fuera de casa, y Rosa, la vecina, me dió la llave de mi cuarto y me dijo:

—¿Sabe usted quien se las guilla?

—¿Quien?

—María Nieves. Y como no hemos encontrado ningún hombre en la vecindad, pues no se ha hecho nada.

—Iré yo.

Entre en mi habitación, me quite la chaqueta que llevaba sobre la blusa, y saque del bolsillo la Gaceta.

María Nieves estaba acabando. En el catre se veía temblar el cuerpo que tiritaba; y, sobre la almohada, aparecía el lívido rostro de aquella niña tan hermosa.

—¡Dios se lo pague!, señor Silverio—dijo la madre.

—¿No hay ladrillos calientes, ni botellas de agua hirviendo?

—A esta hora no hay lumbre en la vecindad.

—Si usted quisiera...

—Lo que usted mande.

Le dí una peseta para que subiese dos botellas de vino, me desnudé, y me metí en la cama con aquel capullo de diez y siete años.

La pobrecita lloraba; quizá su pudor se ofendía; quizá eran lágrimas las suyas con que agradecía mi arrojo.


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

Judas

Silverio Lanza


Cuento


(Fotografía del natural)


Dícese que iban por un camino, y en dirección opuesta, un jesuita moreno y un escolapio muy rubio. Es sabido que los jesuitas, desde la primera fundación calasancía, no han cesado de molestar á los escolapios;y sabido es que, entre la gente de iglesia, los odios son recíprocos. Al hallarse próximos, dijo el jesuita:

—Rubio era Judas.

Y contestó el escolapio:

—Eso no es artículo de fe: lo que si es artículo de fe es que Judas era de la Compañía de Jesús.


* * *


Generalmente, nos imaginamos á Judas, rubio, feo, vendiendo por treinta dineros al hijo de María, y ahorcándose después; y todo esto es inexacto. Judas, aunque pareciese rubio, no lo era; porque lo racional en un Judas es que se tiñese el pelo. Judas era hermoso; si hubiese sido feo, enfermo, ó lisiado, hubiera sido melancólico, quizá agresivo, pero nunca traidor; porque los desgraciados, cuando tienen un Jesús que les quiera, jamás le venden. Judas no cobró solamente treinta dineros: eso es una candidez de los modernos eruditos. Judas cobró mucho más; porque en aquellos tiempos la dignidad profesional de los traidores estaba á mayor altura. Judas no fué suicida: á Judas le mando ahorcar Caifás; porque siempre los poderosos han gobernado de la misma manera: explotando la traición y asesinando á los traidores.


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

¡Peste de Vida!

Silverio Lanza


Cuento


Yendo en el coche que lleva de la Porte Saint-Martín á Grenelle, note la primera impresión: en la avenida de La Motte Piquet me convencí de lo que ocurría, y, al apearme en el Campo de Marte, entre en mi casa decidido á volverme á España. Charo se moría.

Esto es lo que ustedes llaman presentimientos. Y dicen ustedes: «!Que casualidad! Acababa de acordarme de Fulano, y en seguida me halle con el.» Pero ninguno estudia el por qué Fulano ejerce esa avocación. Creen ustedes que les censuro? No tal. Charo y yo fuimos muy infelices; conque sigan ustedes en su dulce ignorancia.

No me negaran ustedes que la atención es la mayor servidumbre del espíritu. Abandonar todas las ideas propias, las adquiridas por comunicación y las creadas por raciocinio, y entregar el animo á otro hombre para que nos produzca impresiones, juicios, diserciones y deseos, es la mayor de las servidumbres humanas; y esto se logra produciendo una impresión sensoria superior á las preexistentes. Claro es que, cuanto menor sea el numero de los sentidos que se haya de impresionar, más fácil será la impresión. Por eso la elocuencia de la palabra, debe acompañarse de la elocuencia del ademán, para que en el auditorio se compadezca la impresión de la visión con la impresión de la audición. Por eso en los espectáculos mímicos, procuran los artistas que ningún ruido extraño al asunto dramático impresione el oído de los espectadores, ó bien, se acompaña la acción con una música apropiada. Y por eso, cuando se quiere impresionar por medio dela música, se procura que los músicos no sean visibles por el público, que una débil luz impida que la vista se distraiga, ó que una acción teatral impresione la vista en consonancia con las impresiones producidas por la música.


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

El Secreto de la Confesión

Silverio Lanza


Cuento


Es mucho que tu perdones por el amor de un Dios que tanto te ha perdonado?

Fr. Luis de Granada.


Pobre de ti, que te exaltas
buscándome antipatías.
¡Qué victoria lograrías
si corrigieses tus faltas
y perdonases las mías!

M. Matanza Romero.


El padre Añejo era un ángel y tenía fama de demonio. No es extraño; en cambio el padre Pío parecía una mosquita muerta y era un hipócrita cobarde, miserable y lujurioso.

Esto se explica fácilmente. En estos tiempos se van convenciendo los humanos de que pueden pasarse sin Dios con tal de que eludan las prescripciones del Código. Falta el respeto á la sabia justicia divina, falta el temor á la propia conciencia, y, desgraciadamente, se desbordan las pasiones humanas. Se busca el dinero como meta de todas las actividades, y el cura que más gana, más gasta y más adula, es el dechado de los sacerdotes para los modernos epicúreos.

Yo pienso de otra manera. La ciencia no podrá convencerme de que hay una madre más santa que la mia, una mujer más buena que mi esposa, un niño más bonito que mi Silverio, y una religión más amable que la cristiana. Estos amores míos me llevan á defender á mi madre, á mi esposa, á mi niño y á mi religión; y cuando recuerdo á un sacerdote tan bueno como el padre Añejo cojo la pluma con ánimo resuelto de no dejarla hasta dar noticia de tales virtudes, y recreándome en ello quisiera que el lector hallase igual encanto.


Cuando llegué con mi familia á Valerial, se hablaba continuamente en el pueblo de la villana conducta del padre Añejo. De los relatos se deducía que el tal sacerdote había sido mozo de cuenta. Figúrense ustedes si es posible villanía mayor que la de asesinar á su madre: pues esto hizo el padre Añejo. Verán ustedes cómo:


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Publicado el 28 de diciembre de 2021 por Edu Robsy.

El Verdadero Timo del Entierro

Silverio Lanza


Cuento


La ponderación de fuerzas en el Ayuntamiento de Valdezotes traía pensativos al diputado, á los concejales y á los peores contribuyentes.

Con Riñones ó con Quedito; este era el problema. La solución fué elegir concejal y alcalde al tío Meterio, y nombrar al tío Quedito primer teniente, porque se avino á la solución. Riñones protestó indignado y se sentó á la izquierda.

Emeterio tenía cincuenta fanegas de tierra mala, un par de mulas malas, una casa mala y vieja, una mujer vieja y mala, y un hijo que era lo peor que Emeterio tenia.

La vara de alcalde lleno á la señá Niceta y á Tolico de satisfacción y de orgullo. Emeterio quedó asombrado y temeroso.

Se celebro la toma de posesión, y el día siguiente se hallaba enfermo el señor alcalde. Se llamó al medico de Zarzabronca, é hizo ante la familia y Quedito este diagnostico: «Pulmonía doble infecciosa con atonía del corazón, hipertrofia del hígado y congestión renal. Situación gravísima: conviene que se confiese y reciba los Santos Sacramentos. No se debe perder la esperanza; yo y la Ciencia tenemos recursos.»

Emeterio se quejaba rabiosamente, y Valdezotes se disponía á un caso extraordinario: á enterrar un alcalde. Quedito reunió al Cabildo municipal; hablo de la urgencia; recordó que la caja, los cirios, la música y las coronas estaban á nueve leguas de distancia, y se comisiono al síndico para que, en unión del secretario y de las caballerías necesarias, fuese á la ciudad y se trajese lo preciso para enterrar dignamente al primer alcalde que en Valdezotes moría mandando.

Al amanecer se había Emeterio descargado de los bollos, de las aves, del cordero, de la bebida y de todo lo que había ingerido el día de la toma de posesión. Y satisfecho de si mismo, porque había obrado bien, se durmió tranquilamente.


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

El Mayor Enemigo de los Reyes Magos

Silverio Lanza


Cuento


La casa, numero , de la calle de San Simón no está construida atendiendo á las diferencias de clase. Un solo portal sirve para los inquilinos de los principales exteriores, de las buhardillas y de los bajos. Y el desorden es tan grande que los reyes de la casa viven en el patio, en el cuarto numero 3. son reyes por delegación como todas las autoridades. El propietario es desconocido. El conocido es el administrador; el señor Don Rufino, un gallego bajito, delgado y que no revela en su semblante ni su edad, ni su origen, ni sus aficiones; es ya propietario, y se ignora como adquirió las fincas que posee.

Don Rufino es el coco de los vecinos del numero 96 de la calle de San Simón, porque estos han de pagar sus mensualidades el día 8, bajo pena de verse citados á juicio de desahucio el día 9. Solo hay una manera de obtener concesiones, y se reduce á tener contenta á S. M. la reina doña Martina, la que vive en el 3 del patio, casada con Celedonio, ordenanza del Gobierno Civil.


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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.

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