La Fe
Silverio Lanza
Cuento
Para ir á la Meca, no puede el marido impedir á la mujer que vaya, sino que si el no quiere ir, ella toma otro que la acompañe por todo el tiempo que dure el viaje; y si viene del viaje preñada, lo que para, siendo hombre, es gerifo, que quiere decir, pariente de Mahoma, porque dicen concurre Mahoma á la generación...
El P. Castillo (devoto peregrino).
Pues bien; Aniceto es gerifo. Su madre era una hermosísima mujer cuando la conocí.
Un día, durmiendo entre altos trigos, á orillas de una vereda que conduce desde el pueblo á la ermita de San Juan, alegróse mi vista con la repentina presencia de la lugareña. Hizo ella súbitos ademanes de inquietud y asombro así que me vio, más yo la tranquilice con la mesura de mi palabra y lo respetuoso de mi continente, y de este modo la anime á conversar conmigo.
—Buenas tardes, Bibiana.
—Buenas las tenga usted, señorito.
—¿Va usted de paseo?
—Sí, señor.
—¿Hacia donde?
—Pues... hacia la ermita.
—Quiere usted sentarse y descansar.
—No, señor, no. Es muy tarde y voy de prisa.,
—Diga usted, ¿esa ermita es de San Juan?
—De San Juan, si.
—¿Y está el santo dentro de la ermita?
—Ya lo creo.
—¿Cuándo es su fiesta?
—Dentro de doce días; el veinticuatro de este.
—Entonces es San Juan Bautista. ¿Y que fiesta le hacen al santo?
—Pues se le hace mucha.
—Usted perdone; la estoy molestando con mis preguntas y usted lleva prisa.)
—¡No faltaba mas! Usted pregunte lo que quiera.
—Pues, se lo diré á usted andando.
Y efectivamente empezamos á caminar hacia la ermita.
Mientras yo hablaba iba Bibiana recogiendo piedrecitas del camino, las cuales guardaba debajo del delantal.
Dominio público
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Publicado el 28 de noviembre de 2021 por Edu Robsy.