La Historia de un Hombre Supersticioso
Thomas Hardy
Cuento
—Hubo algo muy extraño acerca de la muerte de William, ¡muy extraño de veras! —suspiró con melancolía un hombre en la parte de atrás del vagón. Era el padre del granjero, quien hasta ahora había guardado silencio.
—¿Y que pudo haber sido? —preguntó el señor Lackland.
—William, como muchos saben, era curioso, un hombre callado; se podía sentir cuando estaba cerca; y si estaba en la casa o en cualquier otro lugar, cerca de uno, había algo húmedo en el aire, como si la puerta del sótano se hubiera abierto al lado de uno. Bien, fue un domingo, una vez que William estaba en aparente buen estado de salud, la campana llamaba a la gente a la iglesia de buenas a primeras; el sacristán dijo que no había sentido la campana tan pesada en su mano por años, era un día domingo, como dije.
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Publicado el 20 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.