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editor: Edu Robsy etiqueta: Comedia textos disponibles


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A Prima Fija

Pedro Muñoz Seca


Teatro, comedia, entremés


Estrenado en el Teatro de la Princesa de Madrid la noche del 14 de noviembre de 1907

Dedicatoria

A Valentín Galarza y Morante, á quien tanto quiere

El Autor

Personajes / Actores

HIPÓLITO / Sr. Manso.
RODRIGO / Norro.
LUIS / Cobeña.
DIEGO / Perrín.
REMIGIO / Cobeña (B.)

La acción en cualquier capital de provincia.—Época actual

A prima fija

Gabinete de lectura de un hotel. Amplia mesa con periódicos y revistas en el centro. Dos puertas practicables en el lateral izquierda, una á la derecha y otra en el fondo. Sobre las practicables de la izquierda, y en pequeños cartones adosados á la pared, los números uno y tros respectivamente. Es de día.

Escena primera

REMIGIO ordena los periódicos que hay sobre la mesa. DIEGO, camarero del hotel, entra por el fondo con una tarjeta en la mano.

Diego: ¿Don Remigio? Este señor que desea á todo trance hospedarse en el hotel. (Le entrega la tarjeta.)

Rem.: (Leyendo.) Hipólito Llamas: Inspector de la Compañía de Seguros á prima fija «El Sol». ¿No hay sitio en el principal?

Diego: Ni en el segundo: está el hotel de bote en bote. En el teléfono duerme ese señor de Alemania que es sordo, y en el cuarto de duchas hemos metido á los recién casados que llegaron esta mañana en el correo.

Rem.: Entonces, aloja á este señor en mi cuarto; yo dormiré en un diván durante estas noches de feria.

Diego: Puede que en cuanto averigüe que hay en el hotel otros dos agentes de seguro se marche.

Rem.: ¿Pero hay dos más?

Diego: Si, señor; el huésped del uno y ese otro caballero que abraza á todo el mundo para trabar conversación.


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Dominio público
9 págs. / 15 minutos / 722 visitas.

Publicado el 1 de abril de 2021 por Edu Robsy.

Mujeres y Criados

Lope de Vega Carpio


Teatro, Comedia


1ª Jornada

Personajes

El Conde Próspero
Claridán, camarero
Teodoro, secretario
Riselo, gentilhombre
Martes, lacayo
Lope, lacayo
Emiliano, viejo
Don Pedro, su hijo
Florencio, viejo
Luciana, su hija
Violante, su hermana
Inés, criada

Salen el conde Próspero desnudándose, Claridán, camarero suyo, Riselo y otros criados con una fuente para la golilla.

Conde:

Tomad allá, que os prometo
que me ha cansado el jugar.

Claridán:

Cansa el perder.

Conde:

Y el ganar.

Claridán:

Advertimiento discreto.
Mas dicen que preguntando
a un sabio cómo criarían
a un rey los que le servían,
dijo: jugando y ganando,
porque dicen ques la cosa
que más la sangre refresca.

Conde:

¡Propia sentencia greguesca!
¿Hallástela en verso o prosa?

Claridán:

En el sueño que me ha dado
esperarte hasta las dos.
¡Desnúdate, que por Dios
que te ha el perder desvelado!

Conde:

Qué prisa me das…

Claridán:

¿No es hora
de dormir?

Riselo:

Y aun con hablar
tanto lo es de levantar,
que ya se afeita el aurora.

Conde:

¡Poética traslación!

Claridán:

¡Duerme acaba!

Conde:

Claridán,
los que pierden siempre están
después en conversación,
que haya quien juegue a los trucos.

Claridán:

Un hombre es cosa notoria,
que se hace macho de noria.

Riselo:

Dromedarios, mamelucos,
no sufrirán la tahona
deste juego.

Conde:

El ajedrez
es notable.

Claridán:

Desta vez
la noche se va a chacona.
¡Acuéstate ya, por Dios!

Conde:


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Dominio público
52 págs. / 1 hora, 31 minutos / 411 visitas.

Publicado el 17 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

El Vergonzoso en Palacio

Tirso de Molina


Teatro, Comedia


Personas que hablan en ella

El DUQUE de Avero
Don Duarte, CONDE de Estremoz
Dos CAZADORES
FIGUEREDO, criado
TARSO, pastor
MELISA, pastora
DORISTO, alcalde
MIRENO, pastor
LARISO, pastor
DENIO, pasto
RUY Lorenzo, secretario
VASCO, lacayo
Doña JUANA
Doña MAGDALENA
Don ANTONIO
Doña SERAFINA
Un PINTOR
LAURO, viejo pastor
BATO, pastor
Un TAMBOR

Acto primero

(Salen el DUQUE de Avero, viejo, y el CONDE de Estremoz, de caza)

DUQUE:
De industria a esta espesura retirado
vengo de mis monteros, que siguiendo
un jabalí ligero, nos han dado
el lugar que pedís; aunque no entiendo
con qué intención, confuso y alterado.
Cuando en mis bosques festejar pretendo
vuestra venida, conde don Duarte,
¿dejáis la caza por hablarme aparte?

CONDE:
Basta el disimular, sacá el acero
que, ya olvidado, os comparaba a Numa;
que el que desnudo veis, duque de Avero,
os dará la respuesta en breve suma.
De lengua al agraviado caballero
ha de servir la espada, no la pluma
que muda dice a voces vuestra mengua.

(Echan mano)

DUQUE:
Lengua es la espada, pues parece lengua;
y pues con ella estáis, y así os provoca
a dar quejas de mí, puesto que en vano,
refrenando las lenguas de la boca,
hablen solas las lenguas de la mano
si la ocasión que os doy, que será poca
para ese enojo poco cortesano,
a que primero la digáis no os mueve;
pues mi valor ningún agravio os debe.

CONDE:
¡Bueno es que así disimuléis los daños
que contra vos el cielo manifiesta!

DUQUE:
¿Qué daños, conde?


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Dominio público
69 págs. / 2 horas / 478 visitas.

Publicado el 22 de julio de 2018 por Edu Robsy.

El Último Pecado

Pedro Muñoz Seca


Teatro, comedia


Al Duque de San Pedro de Galatino, que reúne en sí las tres aristocracias: la de la sangre, la del talento y la del dinero.

¡¡in mosque blanque!!

Con mucho cariño
El Autor

Acto primero

Hall de un lujosísimo hotel de San Sebastián. En el lateral Izquierda último término galería que sirve de entrada. En el primer término amplia puerta. En el lateral derecha columnas simulando que el hall se extiende y amplia por este lado. En el foro terraza desde donde se divisa el Monte Igueldo y la Isla de Santa Clara. Es un dia del mes de Agosto, a las siete y media de la tarde. Las luces del hall están encendídas. Epoca actual.


(Al levantarse el telón está en escena PALACIOS, MEDINA, PACHECO y GONZALEZ. Palacios, administrador del hotel, parece francés a primera vista, pero es andaluz. Gasta unos bigotes morrocotudos y viste de chaquet. Medina y González son camareros y Pacheco portero del hotel.)


Pal. (Riñendo a los demás con gran energía.) Y lo digo muy en serio, ¿estamos? Como vuelva a quejarse otro huésped, reúno a la servidumbre, y a éste una torta, y al otro dos patás, los pongo a todos en la mismísima rué.

Med. Crea usted, señor Palacios...

Pal. Estoy ya harto de quejas y de reclamaciones. «Musiú Palé, que esto está mal», «Musiú Palé, que aquello está peor...» ¡Pero señores!...

Pach. Yo le aseguro a usted, señor Palacios...

Pal. Nada, hombre; que estoy convencido: los españoles no sirven para servir. No tienen ustedes finura, ni exquisiteces, ni chique. Antes de la guerra habla aquí cada camarero que quitaba la cabeza. Aquellos eran modales y savuar fer.

Vic. (Camarera, por la derecha.) Musiú Palé, ¿me permite usted el favor?


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Dominio público
68 págs. / 2 horas / 259 visitas.

Publicado el 15 de mayo de 2021 por Edu Robsy.

El Refugio

Pedro Muñoz Seca


Teatro, Comedia


Al gran periodista y admirable escritor Adolfo Febles Mora, director de la «Gaceta de Tenerife», que con tanto cariño me he defendido siempre.

Personajes

Africa
Horacio
Maruja
Ramón
Consuelo
Timoteo
Nieves
Luis
Benita
Paco
Condesa
Victoriano
Timoteo
Wistremundo
Eulogio
Jorge

La acción, en un parador. Época actual (1933)

Acto primero

Pieza central de uno de los paradores, albergues o «refugios» construidos al borde de las carreteras por el Patronato Nacional de Turismo. En el foro, chimenea de piedra, con librerías y sendos butacones. En el primer término de cada lateral, un tresillo con su mesita correspondiente. En las paredes, aparatos de luz, un teléfono y trazos de colores indicando carreteras, pueblos, fuentes de gasolina, etc., etc. Una puerta en cada lateral: la de la derecha (actor), que da acceso al comedor, y la de la izquierda, que conduce al recibimiento. Son las cinco de la tarde de un día de invierno. La chimenea, encendida. Época actual.

(Al levantarse el telón, AFRICA, administradora del «parador», señora como de cincuenta años, que viste con sencillez y buen gusto, está poniendo nuevos leños en la chimenea, al mismo tiempo que entra en escena, por la derecha, TIMOTEO, su hermano, sesentón simpaticote y corriente, que ha sido cochero de casa grande, y se le nota).

TIMOTEO.—¿Qué, se largó ya la marquesa esa de Sangüesa?

AFRICA.—Hace un momento. ¡Lo que se ha alegrado de verme aquí, al frente de «parador»! Y no me reconoció al pronto. Ya ves: ella, que hace treinta años me llamaba a mí la doncella de oro… Lo que yo le dije: «¡Ay, señora marquesa!… ¡De aquel oro no queda más que esta escoria!».

TIMOTEO.—Vamos, vamos; no hay que tirarse por los suelos, hermana.


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Dominio público
81 págs. / 2 horas, 23 minutos / 480 visitas.

Publicado el 22 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

De Mala Raza

José Echegaray


Teatro, comedia


Reparto

PERSONAJES ACTORES

CARLOS, 25 años — Sr. Vico.
ADELINA, 18 años — Srta. Gambardela.
DON ANSELMO, 60 años — Sr. Cirera.
PAQUITA, 22 años — Srta. Casado.
VISITACIÓN, 45 años — Sra. González.
DON NICOMEDES, 50 años — Sr. Parreño.
DON PRUDENCIO, 46 años — Fernández.
Un CRIADO — Melgares.


Época contemporánea.

Acto primero

La escena representa la sala baja de una quinta o casa de recreo próxima a San Sebastián. Rompimiento en el fondo; se ve un jardín; el mar, a lo lejos; un cielo espléndido. Decorado y mueblaje, ricos y alegres, cual conviene a propietarios bien acomodados y a la estación de verano. Es de día.

Escena primera

VISITACIÓN, PAQUITA, DON NICOMEDES y DON ANSELMO. Aparecen sentados en mecedoras o butacas y formando dos grupos. VISITACIÓN y PAQUITA, a un lado; al otro, DON ANSELMO y DON NICOMEDES. Puede darse movimiento a la escena levantándose y paseando alguno de los caballeros de cuando en cuando, o agrupados de varios modos los personajes, según indique el diálogo.


NICOMEDES.—Conque, querido Anselmo, francamente, dime lo que piensas de nuestro hotel.

ANSELMO.—Pues pienso, querido Nicomedes, todo lo bueno imaginable; nada malo. Un lugar de delicia, sin mezcla de mal alguno. (Con tono algo burlón.)

NICOMEDES.—Bien dicho: un paraíso; ésa es la palabra. ¿Y el jardín? ¿Y las vistas al mar? Pues ¿y la situación?

VISITACIÓN.—Hombre, ni que pusieras en venta la finca tendrías mayor empeño en cantarnos sus alabanzas.

NICOMEDES.—Es que lo merece, y si no, que lo diga tu hermano. Dilo tú, Anselmo; repítelo, que Visitación no te ha oído.

ANSELMO.—¿Yo?


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Dominio público
82 págs. / 2 horas, 24 minutos / 248 visitas.

Publicado el 30 de junio de 2020 por Edu Robsy.

Los Favores del Mundo

Juan Ruíz de Alarcón


Teatro, Comedia


PERSONAJES

DON JUAN de Luna
El PRÍNCIPE don Enrique, híjo de don Juan II de Castilla
DON DIEGO, viejo, tío de ANARDA
El CONDE Mauricio
LEONARDO, su criado
HERNANDO, gracioso
GERARDO, paje del Príncipe
ANARDA, dama
JULIA, dama
INÉS, criada de ANARDA
BUITRAGO, escudero
Dos PAJES
CRIADOS

ACTO I

(Llano al pie del parque de Madrid)

ESCENA I

(Salen GARCIA y HERNANDO , de color.)

HERNANDO. ¡Lindo lugar!

GARCIA. El mejor;
todos, con él, son aldeas.

HERNANDO. Seis años ha que rodeas
aqueste globo inferior,
y no ví en su redondez
hermosura tan extraña.

GARCIA. Es corte del rey de España,
que es decillo de una vez.

HERNANDO. ¡Hermosas casas!

GARCIA. Lucidas;
no tan fuertes como bellas.

HERNANDO. Aquí, las mujeres y ellas
son en eso parecidas.

GARCIA. Que edifiquen al revés
mayor novedad me ha hecho;
que primero hacen el techo,
y las paredes después.

HERNANDO. Lo mismo, señor, verás
en la mujer, que adereza,
al vestirse, la cabeza
primero que lo demás.

GARCIA. Bizarras las damas son.

HERNANDO. Diestras, pudieras decir
en la herida del pedir,
que es su primera intención.
Cífrase, si has advertido,
en la de mejor sujeto,
toda la gala en el peto,
toda la gracia en el pido.
Tanto la intención cruel
sólo a este fin enderezan,
que si el "Padre nuestro" rezan,
es porque piden con él.
Hoy a la mozuela roja
que en nuestra esquina verás,
dije al pasar: ¿Cómo estás?
y respondió: Para aloja.


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Dominio público
58 págs. / 1 hora, 42 minutos / 1.080 visitas.

Publicado el 29 de diciembre de 2018 por Edu Robsy.

Las Bellas Sabinas

Leónidas Andréiev


Teatro, Comedia, Sátira


Las bellas sabinas

Nota del traductor.—Esta comedia es una sátira escrita contra el partido político ruso de los «cadetes» (constitucionalistas-demócratas), cuya acción se caracteriza por la indecisión, la falta de audacia y la prudencia exagerada, rayana en lo ridículo. En vez de luchar abiertamente por la libertad del pueblo, apelaban al buen sentido del gobierno, invocaban razones jurídicas y humanitarias, se conducían, en fin, como los «sabinos», tan magistralmente pintados por Andreiev en esta piececita.

Cuadro primero

Un lugar salvaje, completamente inculto. Comienza a despuntar el día. Romanos armados salen de detrás de la montaña, arrastrando a las sabinas robadas, bellas mujeres, medio desnudas, que se resisten, gritan, muerden las manos de sus raptores. Sólo hay una que permanece del todo tranquila, y se diría que duerme en los brazos del romano que la lleva. Lanzando exclamaciones de dolor, los romanos dejan en tierra a las sabinas y se apresuran a apartarse, ahogados de fatiga. Las mujeres poco a poco se calman, miran desde lejos con desconfianza a los romanos y cambian en voz baja impresiones.


Conversación de los romanos


—¡Por la cabeza de Hércules! Estoy cubierto de sudor y parezco una rata de río. Creo que la mía lo menos pesa doscientos kilos.

—Has hecho mal en coger a una mujer tan gorda. Yo he cogido una pequeñita, delgada, y...

—Sí; pero, con todo, veo que tiene buenas garras. Llevas en el rostro señales abundantes.

—¡Tiene garras de gata!

—Todas parecen gatas. He tomado parte en cien batallas; he recibido sablazos, bastonazos, pedradas, hasta murallazos, y nunca he pasado un rato tan malo. Sospecho que ha desfigurado mi bella nariz romana.


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Dominio público
29 págs. / 51 minutos / 113 visitas.

Publicado el 8 de noviembre de 2020 por Edu Robsy.

El Antecristo

Lope de Vega Carpio


Teatro, Comedia


Personas

TITÁN
LUNA, dama
BAULÍN, labrador tosco
EL PRÍNCIPE DE BABILONIA
UN NIÑO O ÁNGEL
EL PERSA
EL ALEMÁN
EL ROMANO
EL ETÍOPE
RUFINO
LIDORO
ELÍAS
ENOC
RISELO
FABIO
EL FRANCÉS
EL ESPAÑOL

Jornada primera

Sale TITÁN solo, vestido de pieles, haciendo admiración.

TITÁN:

¿En qué interno lugar, en qué caverna
del centro obscuro he yo vivido oculto,
que ignoro el ser que me acompaña y rige?
¡Cielos! ¿Quién soy? ¿quién me gobierna y manda?
¿En qué regiones del abismo inmenso
he tenido lugar, o de qué suerte
he sido alimentado ¡oh etéreo solio!
que en cumbres; de zafir tienes asiento?
Declárame la duda de mi vida
para que deste laberinto salga:
yo conozco las causas más ocultas;
infiero el movimiento de los cielos,
los astros, los planetas; y en la tierra
hago parar los aires, y del fuego
mudar el natural; los elementos
admiran el principio de mi aliento;
el planeta mayor, que las celestes
cumbres esmalta con doradas lumbres,
hago que se suspenda en su carrera,
y en la primera esfera haré a la luna
su natural mudanza se detenga.
Yo, que tengo noticia de las ciencias,
con tantas experiencias lo sé todo.
mas no he sabido el modo cómo pueda
saber quién soy: excede mi tormento
el fabuloso cuento del que al cielo
lleva el peñasco loco en su desvelo:
que pues es la verdad lo que en mí veo,
en vano es mi deseo; que sin duda
yo soy el mismo Dios, pues una causa
reconocen las causas más remotas,
y esta causa he de ser, pues no hay alguna
que se iguale al valer de mi fortuna.
¡Oh mar, oh fuego, oh aire, oh madre tierra!
Si no soy su hacedor, ¿por qué me niega
que ignore el ser que su ser me ha dado,
porque pueda salir deste cuidado?


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Dominio público
38 págs. / 1 hora, 7 minutos / 337 visitas.

Publicado el 17 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

23456