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editor: Edu Robsy etiqueta: Comedia


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La Fierecilla Domada

William Shakespeare


Teatro, comedia


Dramatis personae

Christopher SLY, calderero
Un SEÑOR
Una POSADERA
Un PAJE, llamado Bartolomé
COMEDIANTES
CAZADORES
CRIADOS
BATTISTA MINOLA, un caballero de Padua
CATALINA, su hija mayor, la fierecilla
BIANCA, su hija menor
PETRUCCIO, caballero de Verona, pretendiente de Catalina
LUCENZIO, enamorado de Bianca
VINCENZO, padre de Lucenzio, caballero de Pisa
GREMIO, un viejo pretendiente de Bianca
HORTENSIO, amigo de Petruccio y pretendiente de Bianca
TRANIO, criado de Lucenzio
BIONDELLO, muchacho al servicio de Lucenzio
GRUMIO, criado de Petruccio
CURZIO, criado de Petruccio
UN PROFESOR
UNA VIUDA
UN MERCERO
CRIADOS de Petruccio y Battista

Prólogo

Escena i

Entran Christopher SLY y la POSADERA.

SLY. ¡Ya te ajustaré las cuentas!

POSADERA. ¡Un par de cepos, desgraciado!

SLY. Eres una cualquiera. Los Sly no somos gentecilla. Consulta las crónicas. Llegamos aquí con Ricardo el Conquistador, así que, paucas palabris, deja que ruede el mundo y cállate.

POSADERA. ¿No vas a pagar los vasos que rompiste?

SLY. No, ni un centavo. Vete, por San Jerónimo; vete a tu fría cama y caliéntate

POSADERA. Ya conozco el remedio: iré a buscar al guardia.

[Sale.]

SLY. El guardia más vale que se guarde. Le responderé con la ley en la mano. No voy a ceder ni una pulgada, muchacho. Que venga, por todos los santos.

Se duerme. Cuernos de caza. Entra un SEÑOR que viene de cazar, con su séquito.


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Protegido por copyright
65 págs. / 1 hora, 54 minutos / 1.312 visitas.

Publicado el 8 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Los Pergaminos

Pedro Muñoz Seca


Teatro, Comedia


Personajes

ELVIRA
MISS PLAIN
URRACA
BERENGUELA
CHICHARITA
BERNARDA
RAFAELA
CONCHA
MANOLITA
RAFAELINA
EMILITA
RAFAELITA.
MELITÓN
GONZALO
NUÑO
LAÍN
JAIME
ANTÚNEZ
RAFAELÓN
DON COSME
DOMINGO
FAELILLO
RAFAEL
FAELITO
REVENGA
PEPITO

Acto primero

Hall de la linda casa de campo que habitan los condes de Pola del Clavijo en su hacienda de "Los Algarrobos". En chaflán a la derecha, la puerta que conduce a la carretera. En el foro un gran mirador de cristalería. En el lateral izquierda una puerta y el arranque de una escalera que se pierde en el lateral. El hall estará ricamente amueblado, no con muebles modernos, sino del más serio estilo español. Una gran araña de madera y en las paredes algún escudo de armas y alguna panoplia con gumías y espingardas.

Es un día de Mayo, a las cuatro de la tarde. “Los Algarrobos” están en Almodóvar, pueblo cercano a Córdoba. Corre el año 1918.

Están en escena Miss Plain, Rafaela, Rafaelón, Rafaelita y Rafael. Miss Plain es una inglesa como de treinta y cinco años, de aspecto varonil. Viste con cierta elegancia masculina y habla con acento británico. Rafaela es una hortelana de cuarenta y cinco años; Rafaelón, su marido, ha cumplido ya los cuarenta y nueve, y Rafaelita y Rafael, hijos de ambos, frisan en los dieciséis y los veinte abriles, respectivamente. Los cuatro visten con el traje de faena y se expresan con un marcado acento cordobés. Al levantarse el telón, Rafael, de pie y apoyado en cualquier mueble, está ensimismado, preocupadísimo. Los demás, bajo la dirección de Miss Plain, adornan el hall colocando aquí y allá unas cuantas macetas que hay en un carro de mano colocado en el centro.


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Dominio público
72 págs. / 2 horas, 6 minutos / 421 visitas.

Publicado el 22 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

El Avaro

Molière


Teatro, Comedia


PERSONAJES

HARPAGÓN, padre de Cleanto y de Elisa y enamorado de Mariana
CLEANTO, hijo de Harpagón, amante de Mariana
ELISA, hija de Harpagón, amante de Valerio
VALERIO, hijo de Anselmo y amante de Elisa
MARIANA, amante de Cleanto y amada por Harpagón
ANSELMO, padre de Valerio y de Mariana
FROSINA, mujer intrigante
MAESE SIMÓN, corredor
MAESE SANTIAGO, cocinero y cochero de Harpagón
FLECHA, criado de Cleanto
DOÑA CLAUDIA, sirvienta de Harpagón
MIAJAVENA y MERLUZA, lacayos de Harpagón
EL COMISARIO y su ESCRIBIENTE

La escena en París, en casa de Harpagón

ACTO PRIMERO

ESCENA PRIMERA

VALERIO y ELISA

VALERIO. ¡Cómo, encantadora Elisa, os sentís melancólica después de las amables seguridades que habéis tenido la bondad de darme sobre vuestra felicidad! Os veo suspirar, ¡ay!, en medio de mi alegría. ¿Es que acaso lamentáis, decidme, haberme hecho dichoso? ¿Y os arrepentís de esta promesa, a la que mi pasión ha podido obligaros?

ELISA. No, Valerio; no puedo arrepentirme de todo cuanto hago por vos. Me siento movida a ello por un poder demasiado dulce, y no tengo siquiera fuerza para desear que las cosas no sucedieran así. Mas, a deciros verdad, el buen fin me causa inquietud, y temo grandemente amaros algo más de lo que debiera.

VALERIO. ¡Eh! ¿Qué podéis temer, Elisa, de las bondades que habéis tenido conmigo?

ELISA. ¡Ah! Cien cosas a la vez; el arrebato de un padre, los reproches de una familia, las censuras del mundo; pero más que nada, Valerio, la mudanza de vuestro corazón y esa frialdad criminal con la que los de vuestro sexo pagan las más de las veces los testimonios demasiado ardientes de un amor inocente.


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Protegido por copyright
64 págs. / 1 hora, 52 minutos / 439 visitas.

Publicado el 10 de junio de 2016 por Edu Robsy.

El Remedio en la Desdicha

Lope de Vega Carpio


Teatro, Comedia


COMEDIA FAMOSA DE LOPE DE VEGA CARPIO

dirigida

A DOÑA MARCELA DEL CARPIO, SU HIJA

Escribió la historia de Jarifa y Abindarráez, Montemayor, autor de la Diana, aficionado a nuestra lengua, con ser tan tierna la suya, y no inferior a los ingenios de aquel siglo; de su prosa, tan celebrada entonces, saqué yo esta comedia en mis tiernos años. Allí pudiérades saber este suceso, que nos calificaron por verdadero las Corónicas de Castilla en las conquistas del reino de Granada; pero si es más obligación acudir a la sangre que al ingenio, favoreced el mío con leerla, supliendo con el vuestro los defectos de aquella edad, pues en la tierna vuestra me parece tan fértil, si no me engaña amor, que pienso que le pidió la naturaleza al cielo para honrar alguna fea, y os le dió por yerro; a lo menos a mis ojos les parece así, que en los que no os han visto pasará por requiebro. Dios os guarde y os haga dichosa, aunque tenéis partes para no serlo, y más si heredáis mi fortuna, hasta que tengáis consuelo, como vos lo sois mío.

Vuestro padre.

PERSONAS

Abindarráez.
Jarifa.
Zoraide.
Alborán.
Narváez.
Nuño.
Alara.
Darín.
Páez.
Bajamed.
Arráez.
Espinosa.
Alvarado.
Cabrera.
Ortuño.
Peralta.
Zara.
Maniloro.
Celindo.
Mendoza.
Ardino.
.Zaro

Representóla Ríos, único representante.


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52 págs. / 1 hora, 32 minutos / 352 visitas.

Publicado el 2 de mayo de 2016 por Edu Robsy.

El Último Pecado

Pedro Muñoz Seca


Teatro, comedia


Al Duque de San Pedro de Galatino, que reúne en sí las tres aristocracias: la de la sangre, la del talento y la del dinero.

¡¡in mosque blanque!!

Con mucho cariño
El Autor

Acto primero

Hall de un lujosísimo hotel de San Sebastián. En el lateral Izquierda último término galería que sirve de entrada. En el primer término amplia puerta. En el lateral derecha columnas simulando que el hall se extiende y amplia por este lado. En el foro terraza desde donde se divisa el Monte Igueldo y la Isla de Santa Clara. Es un dia del mes de Agosto, a las siete y media de la tarde. Las luces del hall están encendídas. Epoca actual.


(Al levantarse el telón está en escena PALACIOS, MEDINA, PACHECO y GONZALEZ. Palacios, administrador del hotel, parece francés a primera vista, pero es andaluz. Gasta unos bigotes morrocotudos y viste de chaquet. Medina y González son camareros y Pacheco portero del hotel.)


Pal. (Riñendo a los demás con gran energía.) Y lo digo muy en serio, ¿estamos? Como vuelva a quejarse otro huésped, reúno a la servidumbre, y a éste una torta, y al otro dos patás, los pongo a todos en la mismísima rué.

Med. Crea usted, señor Palacios...

Pal. Estoy ya harto de quejas y de reclamaciones. «Musiú Palé, que esto está mal», «Musiú Palé, que aquello está peor...» ¡Pero señores!...

Pach. Yo le aseguro a usted, señor Palacios...

Pal. Nada, hombre; que estoy convencido: los españoles no sirven para servir. No tienen ustedes finura, ni exquisiteces, ni chique. Antes de la guerra habla aquí cada camarero que quitaba la cabeza. Aquellos eran modales y savuar fer.

Vic. (Camarera, por la derecha.) Musiú Palé, ¿me permite usted el favor?


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Dominio público
68 págs. / 2 horas / 257 visitas.

Publicado el 15 de mayo de 2021 por Edu Robsy.

La Comedia Nueva

Leandro Fernández de Moratín


Teatro, Comedia


Advertencia

«Esta comedia ofrece una pintura fiel del estado actual de nuestro teatro (dice el prólogo de su primera edición); pero ni en los personajes ni en las alusiones se hallará nadie retratado con aquella identidad que es necesaria en cualquier copia, para que por ella pueda indicarse el original. Procuró el autor, así en la formación de la fábula como en la elección de los caracteres, imitar la naturaleza en lo universal, formando de muchos un solo individuo».

En el prólogo que precede a la edición de Parma se dice: «De muchos escritores ignorantes que abastecen nuestra escena de comedias desatinadas, de sainetes groseros, de tonadillas necias y escandalosas, formó un don Eleuterio; de muchas mujeres sabidillas y fastidiosas, una doña Agustina; de muchos pedantes erizados, locuaces, presumidos de saberlo todo, un don Hermógenes; de muchas farsas monstruosas, llenas de disertaciones morales, soliloquios furiosos, hambre calagurritana, revista de ejércitos, batallas, tempestades, bombazos y humo, formó El gran cerco de Viena; pero ni aquellos personajes, ni esta pieza existen».

Don Eleuterio es, en efecto, el compendio de todos los malos poetas dramáticos que escribían en aquella época, y la comedia de que se le supone autor, un monstruo imaginario, compuesto de todas las extravagancias que se representaban entonces en los teatros de Madrid. Si en esta obra se hubiesen ridiculizado los desaciertos de Cañizares, Añorbe o Zamora, inútil ocupación hubiera sido censurar a quien ya no podía enmendarse ni defenderse.


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46 págs. / 1 hora, 20 minutos / 434 visitas.

Publicado el 20 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

La Mojigata

Leandro Fernández de Moratín


Teatro, comedia


Advertencia

Escrita y no corregida todavía a satisfacción del autor la comedia de La Mojigata, empezaron a verse copias de ella desde el año de 1791. Durante los viajes de Moratín fuera de España corrió esta pieza igual fortuna que la de El Barón, con poca diferencia. La representaron en muchas casas particulares de la capital, y se celebró el acierto con que la desempeñaron varios aficionados en casa del abogado Pérez de Castro, y en la de la marquesa de Santiago. Los cómicos de las provincias la incluyeron en su caudal y la representaban frecuentemente; sólo mereció el autor a la estimación que le profesaban los actores de Madrid que se abstuviesen de darla al público, sabiendo que se proponía hacer en ella alteraciones muy esenciales, y que no podía serle agradable saber que la representaban sin su aprobación por manuscritos tan viciados y tan llenos de errores suyos y ajenos.

A su vuelta, hizo en ella las correcciones que le parecieron convenientes; y estudiada y ensayada por los cómicos de la compañía de la Cruz, se representó en aquel teatro el día 19 de mayo de 1804. No hubo parcialidades, ni venganzas, ni conspiración, ni alboroto: la experiencia había dado a conocer la inutilidad de estos medios y el nombre del autor aseguraba ya los aplausos. El público la recibió con aprecio particular; no así los falsos devotos ni los críticos. Los primeros abominaron de ella, y no les faltaba razón; los segundos publicaron delicadas observaciones, en que manifestaron por una parte su laudable anhelo de ver el arte en toda su perfección, y por otra su corta inteligencia para indicar a los que le practican los medios de lograrlo. Las censuras produjeron elogios y defensas; y es de notar que unos y otras se escribieron con urbanidad y moderación, prendas no muy comunes en este género de escritos y que hoy día totalmente se desconocen.


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Dominio público
58 págs. / 1 hora, 42 minutos / 868 visitas.

Publicado el 20 de septiembre de 2018 por Edu Robsy.

Las Bellas Sabinas

Leónidas Andréiev


Teatro, Comedia, Sátira


Las bellas sabinas

Nota del traductor.—Esta comedia es una sátira escrita contra el partido político ruso de los «cadetes» (constitucionalistas-demócratas), cuya acción se caracteriza por la indecisión, la falta de audacia y la prudencia exagerada, rayana en lo ridículo. En vez de luchar abiertamente por la libertad del pueblo, apelaban al buen sentido del gobierno, invocaban razones jurídicas y humanitarias, se conducían, en fin, como los «sabinos», tan magistralmente pintados por Andreiev en esta piececita.

Cuadro primero

Un lugar salvaje, completamente inculto. Comienza a despuntar el día. Romanos armados salen de detrás de la montaña, arrastrando a las sabinas robadas, bellas mujeres, medio desnudas, que se resisten, gritan, muerden las manos de sus raptores. Sólo hay una que permanece del todo tranquila, y se diría que duerme en los brazos del romano que la lleva. Lanzando exclamaciones de dolor, los romanos dejan en tierra a las sabinas y se apresuran a apartarse, ahogados de fatiga. Las mujeres poco a poco se calman, miran desde lejos con desconfianza a los romanos y cambian en voz baja impresiones.


Conversación de los romanos


—¡Por la cabeza de Hércules! Estoy cubierto de sudor y parezco una rata de río. Creo que la mía lo menos pesa doscientos kilos.

—Has hecho mal en coger a una mujer tan gorda. Yo he cogido una pequeñita, delgada, y...

—Sí; pero, con todo, veo que tiene buenas garras. Llevas en el rostro señales abundantes.

—¡Tiene garras de gata!

—Todas parecen gatas. He tomado parte en cien batallas; he recibido sablazos, bastonazos, pedradas, hasta murallazos, y nunca he pasado un rato tan malo. Sospecho que ha desfigurado mi bella nariz romana.


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Dominio público
29 págs. / 51 minutos / 111 visitas.

Publicado el 8 de noviembre de 2020 por Edu Robsy.

Los Favores del Mundo

Juan Ruíz de Alarcón


Teatro, Comedia


PERSONAJES

DON JUAN de Luna
El PRÍNCIPE don Enrique, híjo de don Juan II de Castilla
DON DIEGO, viejo, tío de ANARDA
El CONDE Mauricio
LEONARDO, su criado
HERNANDO, gracioso
GERARDO, paje del Príncipe
ANARDA, dama
JULIA, dama
INÉS, criada de ANARDA
BUITRAGO, escudero
Dos PAJES
CRIADOS

ACTO I

(Llano al pie del parque de Madrid)

ESCENA I

(Salen GARCIA y HERNANDO , de color.)

HERNANDO. ¡Lindo lugar!

GARCIA. El mejor;
todos, con él, son aldeas.

HERNANDO. Seis años ha que rodeas
aqueste globo inferior,
y no ví en su redondez
hermosura tan extraña.

GARCIA. Es corte del rey de España,
que es decillo de una vez.

HERNANDO. ¡Hermosas casas!

GARCIA. Lucidas;
no tan fuertes como bellas.

HERNANDO. Aquí, las mujeres y ellas
son en eso parecidas.

GARCIA. Que edifiquen al revés
mayor novedad me ha hecho;
que primero hacen el techo,
y las paredes después.

HERNANDO. Lo mismo, señor, verás
en la mujer, que adereza,
al vestirse, la cabeza
primero que lo demás.

GARCIA. Bizarras las damas son.

HERNANDO. Diestras, pudieras decir
en la herida del pedir,
que es su primera intención.
Cífrase, si has advertido,
en la de mejor sujeto,
toda la gala en el peto,
toda la gracia en el pido.
Tanto la intención cruel
sólo a este fin enderezan,
que si el "Padre nuestro" rezan,
es porque piden con él.
Hoy a la mozuela roja
que en nuestra esquina verás,
dije al pasar: ¿Cómo estás?
y respondió: Para aloja.


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Dominio público
58 págs. / 1 hora, 42 minutos / 1.079 visitas.

Publicado el 29 de diciembre de 2018 por Edu Robsy.

Asinaria

Plauto


Teatro, comedia


Personajes

LÍBANO, esclavo.
DEMÉNETO, viejo.
ARGIRIPO, joven, hijo de Deméneto.
CLEÉRETA, alcahueta.
LEÓNIDAS, esclavo.
MERCADER.
FILENIO, cortesana.
DIÁBOLO, joven.
GORRÓN.
ARTEMONA, matrona, mujer de Deméneto.

La acción transcurre en Atenas

Argumento

Un viejo que vive bajo la férula de su mujer, quiere ayudar económicamente a su hijo, que está enamorado, y da orden de que se le entregue al esclavo Leónidas el precio de unos asnos que debía recibir Sáurea. El hijo entrega el dinero a su amiga y se la cede por una noche al padre. Un rival, desesperado de ver que le han quitado a la mucha-cha, se lo hace saber todo por medio de un parásito a la mujer del viejo, que se presenta y se lleva al marido del burdel.

Prólogo

Distinguido público, un poco de atención, si sois tan amables y que todos salgamos con bien, vosotros, yo y nuestra compañía y sus directores y organizadores. ¡A ver, tú, pregonero, haz que el público sea todo oídos! (Después que ha mandado callar al público). Venga, ahora siéntate; pero no vayas a dejar de pedir tu salario por eso, ¿eh? Ahora os diré el motivo por el que he salido aquí a escena y qué es lo que pretendo: se trata simplemente de deciros el título de la comedia, porque por lo que toca al argumento, bien breve que es. Ahora os voy a decir lo que dije que quería deciros: esta comedia se llama en griego El arriero y su autor es Demófilo; Maco la ha traducido al latín y, con vuestro permiso, la quiere titular Asinaria; la pieza tiene gracia y chiste, es una comedia de risa. Ahora tened la amabilidad de prestarnos vuestra atención, y que el dios Marte os siga protegiendo como ya lo ha hecho en otras ocasiones.

Acto I

Escena I

Líbano, Deméneto


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Protegido por copyright
43 págs. / 1 hora, 15 minutos / 346 visitas.

Publicado el 14 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

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