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editor: Edu Robsy etiqueta: Novela textos no disponibles


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Agnes Grey

Anne Brontë


Novela


I. La rectoría

En todas las historias verdaderas hay enseñanzas, aunque puede que en algunas nos cueste encontrar el tesoro, o cuando lo encontramos es en cantidad tan exigua que el fruto tan seco y marchito apenas compensa el esfuerzo de romper la cáscara. Si este es el caso de mi historia, no soy competente para juzgarlo; a veces creo que puede resultar útil para algunos y entretenida para otros, pero que la juzgue el mundo: protegida por mi oscuridad y por el transcurso de los años, no tengo miedo de arriesgarme y expondré cándidamente ante el público cosas que no revelaría al amigo más íntimo. Mi padre era un clérigo en el norte de inglaterra, que se ganó el respeto de todos los que lo conocían, y en sus años de juventud vivió holgadamente de los emolumentos combinados de una pequeña prebenda y unos bienes propios. Mi madre, que se casó con él en contra de los deseos de los suyos, era la hija de un hacendado y una mujer de carácter. En vano le dijeron que, si se convertía en la esposa del pobre rector, debía renunciar a tener carruaje propio y doncella personal y todos los lujos y finuras que eran para ella algo menos que lo esencial de la vida. Un carruaje y una doncella personal eran grandes comodidades; pero, gracias a Dios, ella tenía pies para caminar y manos para atender a sus propias necesidades. No eran desdeñables una casa elegante y un amplio jardín, pero ella preferiría vivir en una casucha con Richard Grey que en un palacio con cualquier otro hombre del mundo.


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212 págs. / 6 horas, 12 minutos / 508 visitas.

Publicado el 14 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

El Profesor

Charlotte Brontë


Novela


Prefacio

Este pequeño libro se escribió antes que Jane Eyre y Shirley y, sin embargo, no puede pedirse indulgencia para él so pretexto de ser un primer intento. No lo fue, desde luego, pues la pluma que lo escribió había sufrido un desgaste considerable en una práctica de varios años. Cierto es que no había publicado nada antes de empezar El profesor, pero en más de una tosca tentativa, destruida prácticamente al ser terminada, había perdido todo gusto por la narrativa recargada y redundante en favor de una hogareña sencillez. Al mismo tiempo, había adoptado un conjunto de principios sobre la cuestión de los episodios y demás que, en teoría, merecerían la aprobación general, pero cuyos resultados, al ser llevados a la práctica, son a menudo para un autor motivo más de sorpresa que de placer. Me decía que mi héroe debía abrirse camino en la vida tal como había visto que hacían hombres reales, que no debía recibir jamás un solo chelín que no hubiera ganado, que ningún vuelco súbito debía elevarlo de la noche a la mañana en riqueza y posición social, que cualquier pequeño bien que pudiera adquirir debía obtenerlo con el sudor de su frente, que antes de hallar siquiera un cenador en el que sentarse debía ascender al menos hasta la mitad de la Colina de la Dificultad, que jamás habría de casarse con una mujer rica, ni hermosa, ni con una dama de alcurnia. Como hijo de Adán, habría de compartir su destino: trabajo durante toda la vida combinado con una moderada dosis de placer.


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282 págs. / 8 horas, 13 minutos / 415 visitas.

Publicado el 14 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

Villette

Charlotte Brontë


Novela


Libro primero

Capítulo I. Bretton

Mi madrina vivía en una hermosa casa en el antiguo y cuidado pueblo de Bretton. La familia de su marido residía allí desde hacía generaciones y llevaba, de hecho, el nombre de su lugar natal: los Bretton de Bretton; desconozco si por coincidencia o porque algún remoto antepasado había sido un personaje lo bastante destacado para legar el apellido a su comunidad.

Cuando era pequeña, iba a Bretton un par de veces al año, y disfrutaba mucho con aquellas visitas. La casa y sus moradores me agradaban especialmente. Las habitaciones amplias y tranquilas, los muebles bien conservados, los grandes ventanales, el balcón que daba a una vieja calle, muy bonita, donde siempre parecía ser domingo o día festivo, tan apacible era su atmósfera, tan limpio su pavimento; todas esas cosas me encantaban.

Una niña en una casa llena de adultos suele ser objeto de mimos y atenciones, y yo los recibía, de una manera reposada, de la señora Bretton, que se había quedado viuda antes de que yo la conociera y tenía un hijo; su marido, médico, había muerto cuando era todavía una mujer joven y hermosa.


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622 págs. / 18 horas, 9 minutos / 170 visitas.

Publicado el 14 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

Shirley

Charlotte Brontë


Novela


CAPÍTULO I. LEVÍTICO

En los últimos tiempos ha caído una copiosa lluvia de coadjutores sobre el norte de Inglaterra; se posan en abundancia sobre las colinas; todas las parroquias disponen de uno o más de ellos; son lo bastante jóvenes para mostrarse muy activos y deberían hacer mucho bien. Pero no es de estos últimos años de lo que vamos a hablar aquí. Regresaremos al inicio de este siglo: los últimos años, los años presentes, son polvorientos, cálidos, abrasados por el sol, áridos; eludiremos el mediodía, lo olvidaremos durante la siesta, pasaremos por él dormidos, y soñaremos con el alba.

Si crees, por este preludio, lector, que se prepara algo parecido a una novela romántica, no habrás estado jamás tan equivocado. ¿Esperas sentimientos y poesía y ensoñación? ¿Esperas pasión y estímulo y melodrama? Modera tus expectativas, limítalas a algo más modesto. Tienes ante ti algo real, frío y sólido; algo carente de romanticismo como el lunes por la mañana, cuando todos los que tienen trabajo se despiertan con la conciencia de que deben levantarse y encaminarse a donde deben realizarlo. No se niega tajantemente que vayas a probar la excitación, quizá hacia la mitad y el final de la comida, pero está decidido que el primer plato colocado sobre la mesa será el que podría comer un católico —sí, incluso un católico inglés— en Viernes Santo: serán lentejas frías y vinagre sin aceite; será pan ácimo con hierbas amargas, y no habrá cordero asado.


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717 págs. / 20 horas, 56 minutos / 176 visitas.

Publicado el 14 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

Vida, Aventuras y Peripecias del Famoso Capitán Singleton

Daniel Defoe


Novela


Primera Parte. Aventuras del capitán Bob

1. Primeras aventuras

Suele suceder que los grandes personajes cuya vida ha adquirido relieve, y cuyas acciones merecen ser recordadas por la posteridad, insistan acerca de sus orígenes y hablen de sus familias, relatando la historia de sus antepasados. Como quiero ser metódico haré lo mismo en cuanto a mí atañe, a pesar de que puedo remontarme muy poco en mi linaje, según se verá en seguida.

De creer a la mujer a quien me enseñaron a llamar madre, era yo un chiquillo de unos dos años de edad, muy bien vestido, con una niñera para cuidarme. Cierta soleada tarde de verano, la niñera en cuestión me llevó al campo, a la zona de Islongton, para hacerme tomar el aire, por lo visto. Nos acompañaba una chiquilla de doce a catorce años, que vivía en la vecindad. La criada se encontró con un individuo, bien por azar o bien porque estuvieran citados de antemano, y que supongo podía ser su novio. Con él se fue a una posada para beber cerveza y comer pasteles. Mientras estaba solazándose, yo permanecía con la chiquilla en el jardín de la posada, a ratos bajo su vigilancia y a ratos libre de ella, sin pensar en nada malo.

En ese momento apareció una de esas personas que, al parecer, tienen el oficio de robar criaturas. En aquellos tiempos era un negocio infernal practicado sobre todo con niños bien vestidos o muy fuertes, los cuales eran vendidos después y destinados a las plantaciones.


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289 págs. / 8 horas, 27 minutos / 313 visitas.

Publicado el 14 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

Roxana, o la Cortesana Afortunada

Daniel Defoe


Novela


Prefacio

La historia de esta hermosa dama debería hablar por sí sola: si no es tan hermosa como se supone que es la propia dama; si no es tan divertida como desearía el lector, y aún más de lo que tiene derecho a esperar; y si sus partes más entretenidas no están dedicadas a su instrucción y mejora, quien la escribe reconoce que debe de ser porque ha cometido algún error y porque ha vestido la historia peor que como la dama, que habla por su boca, la presentó al mundo.

El autor se toma la libertad de afirmar que este cuento difiere de otros ejemplos modernos similares, aunque algunos hayan gozado de muy buena acogida; y digo que difiere de ellos en una cuestión de esencial importancia: en concreto, que se basa en un hecho real, por lo que la obra no es tanto cuento como Historia.

Su trama está ambientada tan cerca del lugar donde ocurrió que se ha hecho necesario ocultar los nombres, no sea que lo que no ha sido olvidado del todo en esa parte de la ciudad fuese recordado y los hechos reconstruidos con demasiada facilidad por mucha gente que aún vive y conoció a dichas personas.

No siempre es preciso revelar los nombres si la historia es interesante en varios sentidos, y si tuviésemos que optar entre hacerlo o no relatarla, la consecuencia sería sólo que muchas historias amables y deleitosas quedarían relegadas a la oscuridad y el mundo se vería privado tanto de su disfrute como de su provecho.

El autor afirma que conocía muy bien tanto al primer marido de esta dama, el cervecero, como a su padre, y también sus penosas circunstancias, y asegura que la primera parte de la historia es cierta.

Confía en que con eso baste para dar credibilidad al resto, aunque la última parte transcurra en el extranjero y no haya podido ser confirmada como la primera, pero, puesto que ha sido la propia dama quien la ha contado, no parece haber motivos para dudar de su sinceridad.


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373 págs. / 10 horas, 53 minutos / 347 visitas.

Publicado el 13 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

Moll Flanders

Daniel Defoe


Novela


Prefacio del autor

Es tal la cantidad de novelas y ficciones que en estos últimos tiempos ha invadido el mundo que resulta difícil que pueda tenerse por real una historia en la que no se dan los nombres verdaderos y las demás circunstancias de la protagonista. Por esta razón tenemos que dejar que cada lector forme su propia opinión sobre lo que vamos a relatar en las páginas que siguen y que acoja el relato como mejor le plazca.

En esta historia se supone que la propia autora es quien la relata y en las primeras páginas expone las razones por las que considera conveniente ocultar su nombre real. Después de esta aclaración no hay ya ocasión de volver sobre ello.

Es muy cierto que las palabras originales de la historia han sido cambiadas, como también ha sido ligeramente alterado el estilo propio de la famosa señora de quien se habla aquí. En general, se ha hecho que contara su historia con palabras mucho más moderadas de las que había usado, ya que el original recibido había sido escrito en un lenguaje más propio de quien sigue aún en Newgate que de quien ha sido tocado por el arrepentimiento y la humildad, como ella pretende que le ha sucedido posteriormente.

La tarea de terminar esta historia y hacer de ella lo que el lector puede apreciar no ha sido nada fácil para el que la ha emprendido, puesto que ha tenido que vestirla de forma conveniente y ponerla en lenguaje apto para ser leído. Cuando una mujer disoluta desde su juventud y, aún más, salida de la corrupción y el vicio se aviene a relatar todas sus prácticos viciosas y llega incluso a descender a las ocasiones y circunstancias especiales que la llevaron a la maldad y a su progresión en el crimen durante más de medio siglo, el autor se ve apurado para darle una forma tal que no pueda nunca ser fuente de enseñanzas perjudiciales, especialmente para los posibles lectores viciosos.


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402 págs. / 11 horas, 43 minutos / 649 visitas.

Publicado el 13 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

Ruperto de Hentzau

Anthony Hope


Novela


Capítulo I. El adiós de la Reina

Quien ha vivido en el mundo y advertido que el acto más insignificante puede engendrar innumerables consecuencias, no es capaz de asegurar que la muerte del duque de Strelsau, la liberación y la restauración del rey Rodolfo, habían terminado de un modo definitivo con los disturbios causados por la audaz conspiración de Miguel el Negro.

La lucha fue encarnizada, la puesta considerable, desaforadas las pasiones, y la simiente del odio esparcida por doquier.

Pero ya que Miguel pagó con la existencia el atentado contra la corona, todo parecía terminado.

Miguel había muerto, la princesa casó con su primo, el secreto no respiró, el señor de Rassendyll desapareció de Ruritania. ¿No era esto un desenlace?

En tal sentido hablaba a mi amigo, el condestable de Zenda, conversando tranquilamente en su casa. Me contestó así:

—Es usted muy optimista, amigo Fritz. ¿Acaso ha muerto Ruperto de Hentzau? Creo que no.

El principal agente de que echaba mano Ruperto para reconciliarse con el Rey era su primo el conde de Rischenheim, mozo de preclaro linaje, muy rico y que le quería.

El conde desempeñaba perfectamente su cometido. Reconocía las graves faltas de Ruperto; pero invocaba en su favor la ligereza de la juventud, la influencia predominante del duque Miguel, y prometía para lo porvenir una fidelidad tan discreta como sincera.

Pero, como puede comprenderse, lo mismo el Rey que sus compañeros, conocían demasiado a Ruperto de Hentzau para atender las súplicas de sus embajadores. Ruperto parecía decir por boca de éstos: «Pagadme bien y callaré».

Nosotros nos limitábamos a tener en secuestro los bienes del Conde y procurábamos vigilarle cuidadosamente a él, pues estábamos decididos a que no penetrara en Ruritania.


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192 págs. / 5 horas, 37 minutos / 217 visitas.

Publicado el 13 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

El Collar del Cardenal

Anthony Hope


Novela


Capítulo I. Una multitud de buenas razones

De acuerdo con los numerosos precedentes que existen, podría comenzar reclamando la simpatía que merece un huérfano que se halla solo en el mundo. Podría incluso apelar a mi niñez sin guía y a la ausencia de aleccionamiento paterno, a fin de excusar mis faltas y atenuar mis imprudencias. Pero la simpatía que pudiera despertar con ello se perdería, me temo, a la vista de mis pretensiones. Pues la verdad es que mi condición solitaria apenas repercutió en mí: los tristes eventos que la provocaron se habían mitigado debido a la costumbre y el tiempo transcurrido, y existía un acuerdo para dejarme no sólo enteramente libre para dirigir mi vida como quisiera sino, asimismo, bien provisto de competencias que incrementaban el poder de esa libertad. Y en cuanto a las imprudencias —no quiero hacer uso de un término más acerbo— en que incurrí durante ese par de semanas, he de decir que no fueron en su mayor parte originadas ni incitadas por mí. En lo que sucedió tras mi llegada a Francia, yo fui mucho más víctima de las circunstancias que no provocador de ellas, y el papel principal que desempeñé en el asunto lo fue a la fuerza, por obra de un extraño azar y, más tarde, por las incitaciones a las que fui sometido debido a la posición que adopté.


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159 págs. / 4 horas, 39 minutos / 105 visitas.

Publicado el 13 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

La Hija del Capitán

Aleksandr Pushkin


Novela


Capítulo I. El sargento de la guardia


Si perteneciera a la guardia, pronto sería capitán.
«Pero no ha de ser así; no serviré en el ejército».
No es difícil imaginar las penalidades que me esperan.
… ……………………………………………………………
—¿Y de quién es hijo?

KNIAZHMIN
 

Mi padre, Andréi Petróvich Griniov, de joven sirvió con el conde Münich y se jubiló en el año 17… con el grado de teniente coronel. Desde entonces vivió en su aldea de la provincia de Simbirsk, donde se casó con la joven Avdotia Vasílevna, hija de un indigente noble de aquella región. Tuvieron nueve hijos. Todos mis hermanos murieron de pequeños. Me inscribieron de sargento en el regimiento Semionovski gracias al teniente de la guardia, el príncipe B., pariente cercano nuestro, pero disfruté de permiso hasta el fin de mis estudios. En aquellos tiempos no nos educaban como ahora. A los cinco años fui confiado a Savélich, nuestro caballerizo, al que hicieron díadka mío porque era abstemio. Bajo su tutela hacia los doce años aprendí a leer y escribir en ruso y a apreciar, muy bien instruido sobre ello, las cualidades de un lebrel, Entonces mi padre contrató para mí a un francés, monsieur Beaupré, que fue traído de Moscú con la provisión anual de vino y de aceite de girasol. Su llegada no gustó nada a Savélich. «Gracias a Dios —gruñía éste para sus adentros—, parece que el niño está limpio, peinado y bien alimentado. ¿Para qué gastar dinero y traer a un moussié, como si los señores no tuvieran bastante gente suya?».


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117 págs. / 3 horas, 25 minutos / 174 visitas.

Publicado el 12 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

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