Textos peor valorados publicados por Edu Robsy etiquetados como Política

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editor: Edu Robsy etiqueta: Política


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La República

Platón


Filosofía, Política


I

I. Acompañado de Glaucón, el hijo de Aristón, bajé ayer al Pireo con propósito de orar a la diosa y ganoso al mismo tiempo de ver cómo hacían la fiesta, puesto que la celebraban por primera vez. Parecióme en verdad hermosa la procesión de los del pueblo, pero no menos lucida la que sacaron los tracios. Después de orar y gozar del espectáculo, emprendíamos la vuelta hacia la ciudad. Y he aquí que, habiéndonos visto desde lejos, según marchábamos a casa, Polemarco el de Céfalo mandó a su esclavo que corriese y nos encargara que le esperásemos. Y el muchacho, cogiéndome del manto —por detrás, me dijo:

—Polemarco os encarga que le esperéis.

Volviéndome yo entonces, le pregunte dónde estaba él.

—Helo allá atrás —contestó— que se acerca; esperadle.

—Bien está; esperaremos —dijo Glaucón.

En efécto, poco después llegó Polemarco con Adimanto, el hermano de Glaucón, Nicérato el de Nicias y algunos más, al parecer de la procesión. y dijo Polemarco:

—A lo que me parece, Sócrates, marcháis ya de vuelta a la ciudad.

—Y no te has equivocado —dije yo.

—¿Ves —repuso— cuántos somos nosotros?

—¿Cómo no?

—Pues o habéis de poder con nosotros —dijo— u os quedáis aquí.

—¿Y no hay —dije yo— otra salida, el que os convenzamos de que tenéis que dejarnos marchar?

—¿Y podríais convencemos —dijo él— si nosotros no queremos?

—De ningún modo —respondió Glaucón.

—Pues haceos cuenta que no hemos de querer.

Y Adimanto añadió:

—¿No sabéis acaso que al atardecer habrá una carrera de antorchas a caballo en honor de la diosa?

—¿A caballo? —dije yo—. Eso es cosa nueva. ¿Es que se pasarán unos a otros las antorchas corriendo montados? ¿O cómo se entiende?


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404 págs. / 11 horas, 47 minutos / 1.058 visitas.

Publicado el 15 de junio de 2016 por Edu Robsy.

Hablar de España

Arturo Robsy


Ensayo, Política


DELANTAL QUE SE PONE AL LIBRO.

Panorama

El hombre es un ser sometido a instintos, como el de conservación o el gregario, y a reflejos como el de la búsqueda (qué difícil es dejar de buscar algo extraviado). Sometido. No hay libertad frente a ellos ni frente al tiempo que toca vivir. Llegar a percibir que hoy no es ayer, que se han modificado los principios activos de nuestro mundo, es difícil. Más si se trata con demagogia.

Hay que contar siempre con que la metafísica no pesa en los postulados que rigen el rumbo de la sociedad. Hay que atenerse, críticamente, a lo que hay, sabiendo que no se busca lo permanente y que se silencia la trascendencia de lo que realmente trasciende.

El mundo del hombre, el único verdaderamente accesible, es la sociedad y, en específico, la propia, en la que se ha formado y cuyo paso debe seguir, a gusto o a disgusto, o aceptar el riesgo de quedarse fuera. La sociedad es un sino, algo a lo que estamos condenados, un principio automático de sometimiento que, si falla, es restaurado por la coacción o la coerción: Policías y jueces cuidan de ello. Y quienes legislan.


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Licencia limitada
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Publicado el 14 de julio de 2016 por Edu Robsy.

Estatismo y Anarquía

Mijaíl Bakunin


Tratado, Política, Filosofía


La Asociación Internacional de los Trabajadores, cuyo origen apenas se remonta a nueve años, ha conseguido durante ese tiempo llegar a una tal influencia sobre el desenvolvimiento práctico de las cuestiones económicas, sociales y políticas en toda Europa, que ningún periodista u hombre de Estado puede rehusarle, en la hora que corre, el interés más serio y con frecuencia el más inquietante. El mundo oficial y oficioso, y el mundo burgués en general, ese mundo de felices explotadores del trabajo penoso, la considera con esa emoción interior que se experimenta a la aproximación de un peligro amenazador aunque desconocido o apenas definido; como si se tratara de un monstruo que deberá tragar infaliblemente todo este sistema social y económico si no se tomasen desde ahora medidas enérgicas, aplicadas simultáneamente en todos los países de Europa, para poner fin a su éxito rápido y creciente.

Se sabe bien que después de la última guerra que rompió la hegemonía histórica de la Francia estatista en Europa –reemplazándola por la hegemonía aún más detestada del pangermanismo estatista–, las medidas contra la Internacional se convirtieron en objeto preferido de las negociaciones intergubernamentales. Es un fenómeno excesivamente natural. Los Estados que, en el fondo, se odian unos a otros y que son eternamente irreconciliables, no han podido ni pueden encontrar otra base de entente que el sometimiento concertado de las masas trabajadoras que forman la base común, el fin de su existencia. No es necesario decir que el príncipe de Bismarck ha sido, y sigue siéndolo, el inspirador principal de esa nueva Santa Alianza. Sin embargo, no fue él quien primero presentó sus proposiciones. Dejó ese honor dudoso a la iniciativa del humillado gobierno del Estado francés que acababa justamente de arruinar.


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Dominio público
260 págs. / 7 horas, 36 minutos / 799 visitas.

Publicado el 15 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

La Instrucción del Obrero

Concepción Arenal


Ensayo, Política


La Comisión organizadora del Congreso autoriza a tratar asuntos que no estén literalmente formulados en los temas que han de discutirse; en virtud de esta autorización, haremos algunas observaciones respecto a la instrucción del obrero.

La cuestión social, como la llaman, y que, lejos de ser una, son muchas, es en gran parte cuestión pedagógica, porque para las colectividades, como para los individuos, en la manera de ser influye la manera de pensar, y en la de pensar, la de saber.

Se mencionan y discuten diferentes crisis que tienen más o menos influencia en el bienestar del obrero: crisis financiera, crisis monetaria, crisis comercial, crisis industrial; pero no se habla de la crisis intelectual que existe, y es factor poderoso de los problemas sociales.

El ideal de algunas personas, seguramente no bello, es que el trabajador manual no sepa más que trabajar con las manos. Prescindiendo aquí de si eso es bueno o malo, consignaremos que de hecho es imposible, y, por causas cuyos efectos no está en poder de nadie evitar, el obrero sabe algo, tiene algunas ideas, pero no bastantes, y de aquí la crisis intelectual.

La iniciación intelectual del pueblo, hay que repetirlo y recordarlo, es un hecho, bueno o malo, fatal o providencial, pero un hecho de que el pedagogo no puede prescindir. Se dice muchas veces que las muchedumbres se extravían porque tienen malas ideas, y más exacto sería decir que por tener pocas se apartan del buen camino.

El que discurre con pocas ideas es fácilmente avasallado por una; de lo cual resultan deformidades intelectuales algo semejantes a las del cuerpo que tiene una parte excesivamente desarrollada y el resto escuálido y raquítico. En el indivicluo, decir dominado por una idea fija equivale a decir trastornado; lo mismo aconteoe en las colectividades cuando el equilibrio intelectual no puede establecerse por falta de los elementos necesarios para formarle.


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8 págs. / 14 minutos / 737 visitas.

Publicado el 21 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

Sobre la Guerra Prolongada

Mao Zedong


Tratado, Estrategia, Política


Capítulo 1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1. Se acerca el 7 de julio, primer aniversario del estallido de la gran Guerra de Resistencia contra el Japón. Hace ya casi un año que toda la nación, uniendo sus fuerzas y perseverando en la Guerra de Resistencia y en el frente único, lucha heroicamente contra el enemigo. Esta guerra no tiene precedentes en la historia de Oriente y ocupará un lugar destacado también en la historia universal; los pueblos del mundo entero siguen con atención su desarrollo. Todos los chinos que sufren los desastres de la guerra y luchan por la existencia de la nación, anhelan diariamente la victoria. Pero ¿cuál será en realidad el curso de la guerra? ¿Podremos vencer? ¿Podremos vencer rápidamente? Muchos hablan de una guerra prolongada, pero ¿por qué una guerra prolongada? y ¿cómo hacerla? Muchos hablan de la victoria final, pero ¿por qué será nuestra la victoria final? y ¿cómo lograrla? No todos han encontrado respuesta a estas preguntas; más aún, la mayoría no la ha encontrado hasta ahora. Y así, los derrotistas partidarios de la teoría de la subyugación nacional se han presentado a decirle a la gente que China será subyugada y que la victoria final no le pertenecerá. Ciertos amigos impetuosos también han salido a decir que China puede triunfar muy pronto, sin necesidad de grandes esfuerzos. Pero ¿son correctas estas opiniones? Siempre hemos dicho que no. Sin embargo, la mayoría no ha comprendido aún lo que hemos venido diciendo. Esto se debe, en parte, a que nuestro trabajo de propaganda y explicación ha sido insuficiente, y en parte, a que los acontecimientos objetivos, en su desarrollo, aún no han revelado por completo su naturaleza inherente ni manifestado claramente sus rasgos, de modo que la gente no puede discernir las tendencias y perspectivas del desarrollo de los acontecimientos en su conjunto ni, por lo tanto, determinar enteramente las orientaciones y los métodos de acción.


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112 págs. / 3 horas, 16 minutos / 193 visitas.

Publicado el 27 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

Anarquismo: lo que significa realmente

Emma Goldman


Política


Anarquía:

Siempre despreciado, maldecido, nunca comprendido
Eres el terror espantoso de nuestra era.
"Naufragio de todo orden", grita la multitud,
"Eres tú y la guerra y el infinito coraje del asesinato."
Oh, deja que lloren. Para esos que nunca han buscado
La verdad que yace detrás de la palabra ,
A ellos la definición correcta de la palabra no les fue dada.
Continuarán ciegos entre los ciegos.
Pero tu, oh palabra, tan clara, tan fuerte, tan pura,
Vos dices todo lo que yo, por meta he tomado.
Te entrego al futuro! Tú eres segura.
Cuando uno, por lo menos despertará por sí mismo .
¿Viene en la solana del atardecer? ¿En la emoción de la tempestad?
!No puedo decirlo—pero ella la tierra podrá ver!
!Soy un anarquista! Por lo que
No reinaré, y tampoco reinado seré!

John Henry Mackay

La historia del desarrollo y crecimiento humano es, a la vez, la historia de la lucha terrible de cada nueva idea anunciando la llegada de un muy brillante amanecer. En su agarre persistente de la tradición, lo viejo con sus medios más crueles y repugnantes pretende detener el advenimiento de lo nuevo, cualesquiera sean la forma y el período en que aquel se manifieste. Tampoco necesitamos recaminar nuestros pasos hacia el pasado para darnos cuenta de la enormidad de la oposición, las dificultades y adversidades puestas en el camino de cada idea progresista. La rueca, la tuerca y el azote permanecen con nosotros; al igual que el ajuar del convicto y el coraje social, todos conspirando en contra del espíritu que va marchando serenamente.


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17 págs. / 30 minutos / 699 visitas.

Publicado el 28 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

Cartas Marruecas

José Cadalso


Filosofía, Política


Introducción

Desde que Miguel de Cervantes compuso la inmortal novela en que criticó con tanto acierto algunas viciosas costumbres de nuestros abuelos, que sus nietos hemos reemplazado con otras, se han multiplicado las críticas de las naciones más cultas de Europa en las plumas de autores más o menos imparciales; pero las que han tenido más aceptación entre los hombres de mundo y de letras son las que llevan el nombre de Cartas, que suponen escritas en este u aquel país por viajeros naturales de reinos no sólo distantes, sino opuestos en religión, clima y gobierno. El mayor suceso de esta especie de críticas debe atribuirse al método epistolar, que hace su lectura más cómoda, su distribución más fácil, y su estilo más ameno, como también a lo extraño del carácter de los supuestos autores: de cuyo conjunto resulta que, aunque en muchos casos no digan cosas nuevas, las profieren siempre con cierta novedad que gusta.

Esta ficción no es tan natural en España, por ser menor el número de los viajeros a quienes atribuir semejante obra. Sería increíble el título de Cartas Persianas, Turcas o Chinescas, escritas de este lado de los Pirineos. Esta consideración me fue siempre sensible porque, en vista de las costumbres que aún conservamos de nuestros antiguos, las que hemos contraído del trato de los extranjeros, y las que ni bien están admitidas ni desechadas, siempre me pareció que podría trabajarse sobre este asunto con suceso, introduciendo algún viajero venido de lejanas tierras, o de tierras muy diferentes de las nuestras en costumbres y usos.

La suerte quiso que, por muerte de un conocido mío, cayese en mis manos un manuscrito cuyo título es: Cartas escritas por un moro llamado Gazel Ben—Aly, a Ben—Beley, amigo suyo, sobre los usos y costumbres de los españoles antiguos y modernos, con algunas respuestas de Ben—Beley, y otras cartas relativas a éstas.


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187 págs. / 5 horas, 28 minutos / 532 visitas.

Publicado el 11 de octubre de 2016 por Edu Robsy.

Escritos Políticos

Jack London


Ensayo, Política


Cómo me hice socialista

Es bastante justo decir que me hice socialista de un modo similar a como los teutones paganos se hicieron cristianos: a golpes de martillo. En el momento de mi conversión, yo no sólo no estaba buscando el socialismo sino que lo estaba combatiendo. Era muy joven e inexperto, no sabía casi nada, y aunque nunca había oído hablar siquiera de una escuela llamada “individualismo”, cantaba el himno de los fuertes con todo el corazón.

Esto era así porque yo mismo era fuerte. Por fuerte quiero decir que tenía buena salud y músculos firmes, ambas cualidades fácilmente explicables. Había pasado mi niñez en los ranchos de California, mi adolescencia repartiendo periódicos en las calles de una lozana ciudad del Oeste, y mi juventud en las aguas cargadas de ozono de la Bahía de San Francisco y del Océano Pacífico. Me encantaba la vida al aire libre, y al aire libre me afanaba en los trabajos más duros. Sin aprender ningún oficio, yendo de empleo en empleo, contemplaba el mundo y lo encontraba bueno hasta en el último detalle. Permítanme que lo repita: este optimismo se debía a que era sano y fuerte, no estaba preocupado por dolencias ni debilidades, nunca me había rechazado ningún patrón por no parecer apto, y siempre era capaz de conseguir un trabajo paleando carbón, como marinero, o haciendo algún tipo de trabajo manual.


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58 págs. / 1 hora, 42 minutos / 102 visitas.

Publicado el 6 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu

Maurice Joly


Diálogo, Política


Una simple advertencia


Percibiríamos muy pronto una espantosa
calma, durante la cual todo se aliaría en contra
de la potencia que vulnera las leyes.
Cuando Sila que quiso devolver a Roma su
libertad, ésta no pudo ya recibirla.

Montesquieu, El Espíritu de las Leyes
 

Tiene este libro rasgos que pueden adjudicarse a cualquier gobierno; no obstante, su intención es más precisa: personifica en particular un sistema político cuyos procederes han sido invariables desde el día nefasto ¡hay¡, excesivamente lejano, de su entronización.

No es este un libelo ni una sátira; el sentir de los pueblos modernos es demasiado civilizado como para soportar crudas verdades sobre política contemporánea. La duración sobrenatural de algunos acontecimientos históricos está, por demás, destinada a corromper a la honestidad misma; pero la conciencia pública sobrevive aún, y llegará el día en que el cielo se decidirá a intervenir en la contienda que hoy se alza contra él.

Se aprecian mejor algunos hechos y principios cuando se los contempla fuera del marco habitual en que se desarrollan ante nuestros ojos. Algunas veces, un simple cambio del punto de vista óptico aterra la mirada.

Aquí, todo lo presentamos en forma de ficción; sería superfluo revelar anticipadamente la clave. Si el libro tiene una finalidad, si encierra una enseñanza, es preciso que el lector la comprenda, no que le sea explicada. Por otra parte, no estará exenta su lectura de frecuentes y vivas diversiones; no obstante, es preciso proceder con lentitud, como conviene que se lean los escritos que no son frivolidades.


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178 págs. / 5 horas, 11 minutos / 142 visitas.

Publicado el 18 de octubre de 2017 por Edu Robsy.

La Gran Farsa

Arturo Robsy


Ensayo, política


Primera parte

1. La p... farsa

Un día de 1988 me sometí voluntariamente a la contemplación de varios informativos de televisión. Soporté pacientemente la sección de campañas internacionales que, en aquellas fechas, consistían en Gorbachof el Demócrata, Kurt Waldheim el Asesino Nazi, Israel Matamoros, Nicaragua la Víctima y un anuncio de la que sería Pobre Negro Mandela. Un tal Noriega acababa de dar un golpe de Estado en Panamá y, como hacía rotundas manifestaciones antiamericanas, TVE todavía no había decidido si ir a favor, por antiamericano, o en contra, por militar profesional.

Vinieron Luego las Campañas Nacionales. La economía era cada día más boyante. Se generaban mil puestos de trabajo diarios. La mujer era exactamente como el hombre, sobre todo a la hora de ser explotada. El terrorismo estaba vencido... Y todo el habitual discurso político, más dedicado a convencer de ciertos postulados que a informar objetivamente de lo que había sucedido en España y en el mundo.

Fue entonces cuando pronuncié lo que se ha convertido en el título de estos ensayos: Esto es una Gran. Farsa, aunque no lo expresé así. No es malo, en la intimidad del hogar, recurrir a ciertos desahogos verbales. Como la expresión quedaba realista, pero escasamente intelectual, no tuve más remedio que añadir:—La desgraciada historia del Siglo XX es el intento de someter la realidad a unas teorías. Estados, Instituciones e Ideologías, todos empapados en teorías, obstinándose en no aceptar las cosas como son.

Lo que, bien mirado, era una forma delicada de decir lo mismo: nuestro mundo es voluntariamente irreal.


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73 págs. / 2 horas, 8 minutos / 136 visitas.

Publicado el 2 de febrero de 2018 por Edu Robsy.

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