Textos más populares este mes publicados por Edu Robsy etiquetados como Política | pág. 3

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editor: Edu Robsy etiqueta: Política


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Socialismo sin Estado

Mijaíl Bakunin


Ensayo, Política


El efecto de los Grandes Principios Proclamados por la Revolución francesa

Desde aquel tiempo, cuando la Revolución bajó a las masas su Evangelio -no el místico sino el racional, no el celestial sino el terrenal, no el divino sino el Evangelio humano, el Evangelio de los Derechos del Hombre- desde entonces proclamó que todos los hombres son iguales, que todos los hombres tienen derecho a la libertad y la igualdad; las masas de todos países europeos, de todo el mundo civilizado, despertaron entonces, gradualmente, del sueño que los había mantenido en la esclavitud desde que la Cristiandad los drogó con su opio, y comenzaron a preguntarse si ellos también tenían el derecho a la igualdad, a la libertad, y a la humanidad.

En cuanto esta pregunta ha sido planteada, la gente, guiada por su admirable sentido común, así como por sus instintos, se dio cuenta de que la primera condición para su emancipación verdadera, o humanization, era, por sobre todo, un cambio radical en su situación económica. La primera pregunta, justamente, estaba relacionada con el pan de cada día, pues como ha sido ya notado por Aristóteles, el hombre, para pensar, para sentirse libre, para hacerse hombre, debe ser liberado de los cuidados materiales de la vida diaria. En realidad, el burgués, quien está tan vociferante en sus greguerías contra el materialismo de la gente y quien predica a ellos las abstinencias del idealismo, lo sabe muy bien, ya que ellos ellos mismos lo predican sólo con la palabra mas no con el ejemplo.

La segunda pregunta que surge entre las personas, la del ocio luego del trabajo, es también condición indispensable de humanidad. Pero pan y ocio nunca pueden obtenerse independientes de una transformación radical de la sociedad existente, y eso explica por qué la Revolución, obligada por las implicaciones de sus propios principios, dio a luz al Socialismo.


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10 págs. / 18 minutos / 718 visitas.

Publicado el 27 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

Prosa Política

Rubén Darío


Tratado, Política


Argentina

Entre los acontecimientos que la historia ha de señalar de modo principal en los principios del siglo XX, está el surgir ante el mundo de la «nueva y gloriosa Nación» que se canta en el himno de los argentinos, no a la vida política, libre e independiente que se conquistara hace una centuria, sino a la vida de los pueblos superiores por el trabajo y la riqueza pacífica. En la balanza que forma el continente americano, es la República Argentina la que hace el contrapeso a la pujanza yanqui, la que salvará el espíritu de la raza y pondrá coto a más que probables y aprobadas tentativas imperialistas. Y hoy, por eso el mundo fija la mirada en ese gran país del Sur, de apenas siete millones de habitantes, que rivaliza en más de una empresa agraria, pecuniaria o financiera con el otro gran país del Norte cuya población pasa de ochenta millones.


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Publicado el 11 de diciembre de 2018 por Edu Robsy.

El Arte y la Revolución

César Vallejo


Ensayo, arte, política


Función revolucionaria del pensamiento

La confusión es fenómeno de carácter orgánico y permanente en la sociedad burguesa. La confusión se densifica más cuando se trata de problemas confusos ya por los propios términos históricos de su enunciado. Esto último ocurre con el problema, flamante y, a la vez, viejo, de los deberes del intelectual ante la revolución. Es ya intrincado este problema tal como lo plantea el materialismo histórico. Al ser formulado o simplemente esbozado por los intelectuales burgueses, toma el aspecto de un caos insoluble.

Empecemos recordando el principio que atribuye al pensamiento una naturaleza y una función exclusivamente finalistas. Nada se piensa ni se concibe, sino con el fin de encontrar los medios de servir a necesidades e intereses precisos de la vida. La psicología tradicional, que veía en el pensamiento un simple instrumento de contemplación pura, desinteresada y sin propósito concreto de subvenir a una necesidad, también concreta, de la vida, ha sido radicalmente derogada. La inflexión finalista de todos los actos del pensamiento, es un hecho de absoluto rigor científico, cuya vigencia para la elaboración de la historia, se afirma más y más en la explicación moderna del espíritu.

Hasta la metafísica y la filosofía a base de fórmulas algebraicas, de puras categorías lógicas, sirven, subconscientemente, a intereses y necesidades concretas, aunque «refoulés», del filósofo, relativas a su clase social, a su individuo o a la humanidad. Lo mismo acontece a los demás intelectuales y artistas llamados «puros». La poesía «pura» de Paul Valéry, la pintura «pura» de Gris, la música «pura» de Schoenberg, —bajo un aparente alejamiento de los intereses, realidades y formas concretas de la vida— sirven, en el fondo, y subconscientemente, a estas realidades, a tales intereses y a cuales formas.


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63 págs. / 1 hora, 51 minutos / 1.439 visitas.

Publicado el 11 de abril de 2020 por Edu Robsy.

Hablar de España

Arturo Robsy


Ensayo, Política


DELANTAL QUE SE PONE AL LIBRO.

Panorama

El hombre es un ser sometido a instintos, como el de conservación o el gregario, y a reflejos como el de la búsqueda (qué difícil es dejar de buscar algo extraviado). Sometido. No hay libertad frente a ellos ni frente al tiempo que toca vivir. Llegar a percibir que hoy no es ayer, que se han modificado los principios activos de nuestro mundo, es difícil. Más si se trata con demagogia.

Hay que contar siempre con que la metafísica no pesa en los postulados que rigen el rumbo de la sociedad. Hay que atenerse, críticamente, a lo que hay, sabiendo que no se busca lo permanente y que se silencia la trascendencia de lo que realmente trasciende.

El mundo del hombre, el único verdaderamente accesible, es la sociedad y, en específico, la propia, en la que se ha formado y cuyo paso debe seguir, a gusto o a disgusto, o aceptar el riesgo de quedarse fuera. La sociedad es un sino, algo a lo que estamos condenados, un principio automático de sometimiento que, si falla, es restaurado por la coacción o la coerción: Policías y jueces cuidan de ello. Y quienes legislan.


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55 págs. / 1 hora, 37 minutos / 146 visitas.

Publicado el 14 de julio de 2016 por Edu Robsy.

El Espíritu de las Leyes

Montesquieu


Política, tratado político


PRÓLOGO DEL AUTOR

Si en el cúmulo infinito de cosas, que se contienen en esta obra, existiese alguna que contra mi esperanza pudiera ofender; no la habrá por lo menos, que haya sido escrita con mala intención. Yo naturalmente no tengo el genio desaprobador. Platón daba gracias al cielo de que le hubiera hecho nacer en el siglo de Sócrates, y yo se las doy de que me haya hecho nacer bajo el gobierno en que vivo, y de que haya querido que obedezca a los que al mismo tiempo me ha hecho amar.

Pido a mis lectores un favor, y temo que me lo nieguen: pido que no juzguen por la lectura de un momento de un trabajo de veinte años, y que aprueben o condenen mi libro entero, y no alguna de sus frases. Para averiguar el objeto de un autor es absolutamente preciso conocer el objeto de la obra.

Antes de escribir he examinado cuidadosamente los hombres, y me he convencido de que, en la infinita diversidad de sus leyes y costumbres, no pueden ser conducidos solamente por su albedrío.

He sentado los principios, y he visto acomodarse a ellos los casos particulares espontáneamente, que las historias de las naciones no eran más que sus consecuencias, y que toda ley tenía relación con otra ley, o dependía de otra mas general.

Cuando he recordado la antigüedad, he procurado poseerme de su espíritu para no mirar como semejantes, casos absolutamente distintos.

No he deducido mis principios de mis preocupaciones, sino de la naturaleza de las cosas.

Muchas de las verdades que se contienen en esta obra, no se darán a conocer hasta que se haya encontrado la cadena que enlaza las unas con las otras. Cuanto más se reflexiona sobre los pormenores, resultará mayor convicción de la exactitud de los principios. Y sin embargo, yo me he abstenido de entrar en todos los pormenores, porque es imposible escribirlo todo sin causar un fastidio mortal.


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689 págs. / 20 horas, 6 minutos / 631 visitas.

Publicado el 29 de octubre de 2017 por Edu Robsy.

Por Amor al Joven César

Arturo Robsy


Cuento, Política


En algunos ambientes se extendió el uso —que a veces permanece— del laconismo falso, basado en el verdadero de José Antonio Primo de Rivera, cuando inició, entre aplausos, el que luego fue conocido como Discurso de Fundación de Falange, pronunciado en el Teatro de la Comedia, el 29 de Octubre de 1933, dijo así lo que llegó a ser tópico: «Nada de un párrafo de gracias. Escuetamente, gracias, como corresponde al laconismo militar de nuestro estilo.»

Y José Antonio, negándolo, había hecho su «párrafo de gracias». Pero, inteligente, salido de la Facultad a los 18 años como abogado, no era lacónico. Pensador, debía comunicar los pensamientos y más los suyos, pura novedad en aquel mundo inmovilizado.

Sí, era sobrio. Nunca hablaba a humo de pajas ante su gente o las multitudes; nunca de él. Tenía algo que decir y lo hacía tanto con la palabra como con lo que se llamó «Estilo», concepto que al rodar hacia abajo ha acabado en «Look». Pero donde estaba José Antonio la gente pedía su voz, su idea, su perdón para aquel mundo que se moría. Tenía lo que hoy se diría «el valor de decir lo necesario», el mismo valor que nos falta.

Pero este libro a mi Joven César, debe empezar hermanando dos épocas, dos posiciones, mediante cuatro versos:

Anoche, cuando dormía,
soñé, bendita ilusión,
que José Antonio venía
a tocarme el corazón.


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Publicado el 15 de julio de 2016 por Edu Robsy.

Segundo Tratado Sobre el Gobierno Civil

John Locke


Política, tratado político


I. Prefacio.

1. Quedó demostrado en la disertación precedente:

Primero. Que Adán no tuvo, ni por natural derecho de paternidad ni por donación positiva de Dios, ninguna autoridad sobre sus hijos o dominio sobre el mundo, cual se pretendiera.

Segundo. Que si la hubiera tenido, a sus hijos, con todo, no pasara tal derecho.

Tercero. Que si sus herederos lo hubieren cobrado, luego, por inexistencia de la ley natural o ley divina positiva que determinare el correcto heredero en cuantos casos llegaren a suscitarse, no hubiera podido ser con certidumbre determinado el derecho de sucesión y autoridad.

Cuarto. Que aun si esa determinación hubiere existido, tan de antiguo y por completo se perdió el conocimiento de cuál fuere la más añeja rama de la posteridad de Adán, que entre las razas de la humanidad y familias de la tierra, ya ninguna guarda, sobrepujando a otra, la menor pretensión de constituir la casa más antigua y acreditar tal derecho de herencia.


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160 págs. / 4 horas, 41 minutos / 4.181 visitas.

Publicado el 29 de octubre de 2017 por Edu Robsy.

Monarquía

Dante Alighieri


Política, Tratado político


Libro I

I

Considero de sumo interés para todos los hombres, en quienes la naturaleza superior imprimió el amor a la verdad, que, así como se han visto beneficiados por el trabajo de sus antepasados, así también ellos se preocupen por los que han de sucederles, para que la posteridad se vea enriquecida con sus aportaciones. En efecto, quien instruido en la doctrina política no se preocupa de contribuir al bien de la república, no dude de que se halla lejos del cumplimiento de su deber. En vez de ser «como árbol plantado a la vera del arroyo, que a su tiempo da su fruto», es más bien como tromba devastadora que todo lo engulle y nada devuelve de cuanto se ha tragado. Reflexionando con frecuencia sobre ello, para que no se me culpe de haber escondido bajo tierra mi talento, me propuse no sólo crecer, sino también dar frutos de utilidad pública y enseñar algunas verdades que otros habían descuidado. Pues ¿aportaría algo de provecho quien volviera a demostrar un teorema de Euclides, o quien intentara redescubrir la naturaleza de la felicidad expuesta por Aristóteles, o quien de nuevo hiciera la apología de la vejez reivindicada ya por Cicerón? En realidad nada nuevo aportaría esa tediosa repetición, sino solamente fastidio. Y siendo la «Monarquía temporal» tan desconocida, y su conocimiento el más útil entre todas las verdades ocultas, habiendo sido su enseñanza postergada por todos, por no ser un tema que ofrezca de inmediato posibilidad de lucro, está dentro de mis planes el sacarla de las tinieblas, tanto para provecho del mundo, como para ser yo el primero en alcanzar la palma de tan gran premio para mi gloria. Emprendo, ciertamente, una empresa ardua y superior a mis fuerzas, confiando no tanto en mis propios méritos, cuanto en la luz de aquel Dispensador de bienes «que a todos da largamente y sin reproche».


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Publicado el 30 de junio de 2018 por Edu Robsy.

El Desafío Español

Arturo Robsy


Ensayo, artículos, política


Una vez revisados los textos escritos en el 89, y tentado con la fecha inversa que vivimos, 98, se hace esta segunda edición de El desafío español y la Política de mercado. Lo peor y más descorazonador es que en diez años siguen siendo actuales estos textos, escritos en pleno apogeo del Psoe y reimpresos bajo el poder de la derecha.

Primera parte. El desafío español

1. Triste marco

La Constitución de 1812, entre afrancesada y masónica, fue el paso previo y necesario para la desintegración política del Imperio Español e inauguró estos últimos 175 años de miedo a España. No fue casual, sino revelador, que mientras el pueblo combatía por la independencia, sus políticos de río revuelto le sometieran a ideas y planes extranjeros.

Aquella Constitución, sin embargo, enumeraba los territorios sobre los que España ejercía soberanía. La del Setenta y Ocho, no. Y tampoco esto debe de ser casual dado que, tras ser promulgada, ha pasado a debatirse la integridad de nuestra última unidad política, seriamente amenazada por los separatistas catalanes y vascos y por el gobierno que, en contra de la constitución, no acierta a tomar medidas que dificulten el progreso de estos nacionalismos decimonónicos.

En ninguna parte de nuestra actual Constitución se afirma que Cataluña, Vascongadas o cualquier otro lugar -Baleares, Canarias...- sean España, de manera que un Tribunal Constitucional títere podría quizá legalizar cualquier independencia.


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Publicado el 10 de julio de 2022 por Edu Robsy.

La República de los Lacedemonios

Jenofonte


Tratado, Política


Yo observé hace tiempo que Esparta fue muy poderosa y célebre en la Hélade, como es evidente, aunque era una de las ciudades con menos habitantes, y me sorprendió entonces cómo pudo ocurrir eso. Sin embargo, después que me fijé en la ocupaciones de los espartiatas, ya no me causó sorpresa.

A Licurgo, que les dio las leyes con cuya observancia consiguieron su prosperidad, lo admiro y lo considero el culmen de la sabiduría; pues él, sin imitar a las demás ciudades sino incluso tomando decisiones contrarias a la mayoría de ellas, demostró que su patria las superaba en prosperidad.

Por ejemplo, sobre la procreación, para empezar por el principio, los demás mantienen con una comida, lo más racionada que se pueda tolerar y con el menor condimento posible, a las jóvenes que van a dar a luz y que parecen estar bien educadas; y, por supuesto, las mantienen privadas de vino totalmente o se lo sirven aguado. Como la mayoría de los artesanos son sedentarios, los demás griegos estiman conveniente que las jóvenes trabajen la lana llevando una vida inactiva. Ahora bien, ¿cómo se va a esperar que jóvenes criadas de esta manera engendren algo grandioso? Licurgo, en cambio, pensó que las esclavas también bastaban para producir vestidos y, como consideraba que la procreación era la principal misión de las mujeres libres, en primer lugar, dispuso que el sexo femenino ejercitase sus cuerpos no menos que el masculino. Luego, organizó para las mujeres competiciones entre ellas de carreras y pruebas de fuerza, exactamente igual que lo hizo con los varones, convencido de que de parejas vigorosas también los hijos nacen más robustos.


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Publicado el 20 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

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