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editor: Edu Robsy etiqueta: Religión


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Árbol Ejemplifical

Ramón Llull


Tratado, Filosofía, Religión


Este árbol está dividido en siete partes, a saber: raíces, tronco, ramas, ramos, hojas, flores, frutos; y cada una de estas partes se divide en catorce partes, como la primera parte, que es de las raíces del árbol elemental, vegetal, sensual, imaginal, humanal, moral, imperial, apostolical, celestial, angelical, eviternal, maternal, cristianal, divinal; y lo mismo de la segunda parte y de las demás. Y cada una de las siete partes está dividida en catorce partes para que podamos dar ejemplos de las naturas y maneras de los árboles según son sus raíces, troncos, ramas y las demás, y para que tengamos gran materia para dar ejemplos, siendo así que en los catorce árboles están todas las cosas explicadas e implicadas; y por los ejemplos que daremos puede el hombre tener doctrina para conocer los secretos naturales y sobrenaturales, y para predicar y para tener moralidades buenas y solaz y amistad de las gentes. Y más aún, que por ellos puede el hombre tener universal hábito para entender muchas cosas placenteras de entender y placenteras de oír.

Los ejemplos que nos proponemos dar queremos dividir en dos partes, a saber, en relatos y proverbios escogidos según las naturas de los árboles; y este proceso nos proponemos tener en este árbol. Y porque la materia es grande, según su grandeza no podremos proceder, porque por otras cosas estamos muy ocupados. Y también porque las gentes esquivan la prolijidad, y porque abreviadamente de este árbol queremos hablar; empero, según lo que diremos, doctrina daremos para que el hombre pueda llegar a encontrar nuevos proverbios y nuevos relatos, y extender su entendimiento por la gran materia de este Árbol.


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113 págs. / 3 horas, 18 minutos / 250 visitas.

Publicado el 8 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Bhagavad Gita

Anónimo


Mitología, religión


1

DHRITA-RASHTRA

1. En el campo de la verdad, en el campo de batalla de la vida, ¿qué aconteció, Sanjaya, cuando mis hijos y sus guerreros se enfrentaron a los de mi hermano Pandu?

SANJAYA

2. Cuando tu hijo Duryodhana vio los ejércitos de los hijos de Pandu, se fue hacia su maestro en el arte de la guerra y le dirigió estas palabras:

3. Contempla, oh acharya, el vasto ejército de los Pandavas dispuesto en orden de batalla por el hijo de Drupada, tu propio alumno aventajado.

4. Se divisan guerreros heroicos y potentes arqueros, tan grandes que igualan en batalla a Bhima y Arjuna: son Yuyudhana y Virata y el rey Drupada, de gran carro.

5. Y Dhrishta-ketu de firme estandarte, y Chekitana, rey de los Chedis. También se divisa al heroico rey de Kasi, y a Purujit conquistador, y a su hermano Kunti-bhoja, y a Saibya, preeminente entre los hombres.

6. A Yudhamanyu el aguerrido y a Uyyamaujas victorioso; a Saubhadra, hijo de Arjuna, y a los cinco príncipes de la reina Draupadi. Contémplalos a todos en sus carros de guerra.

7. Mas escucha seguidamente los nombres de nuestros guerreros más esforzados, comandantes de mi ejército. Los traeré a tu memoria.

8. Estás tú mismo, mi maestro en la guerra, y también Bhishma, sabio y anciano. Está Karna, hermanastro y enemigo de Arjuna; y Kripa, vencedor de batallas. Está tu propio hijo Asvatthama, y también mi hermano Vikarna. Está Saumadatti, rey de los Bahikas,

9. y muchos otros bravos guerreros dispuestos a entregar su vida por mí: todos pertrechados con múltiple armamento, todos maestros en el arte de la guerra.

10. Mas son limitadas nuestras fuerzas que comanda Bhishma. Incontables parecen sin embargo los ejércitos liderados por Bhima.

11. ¡Apostaos, pues, todos a pie firme en la línea de batalla. Defendamos a nuestro caudillo Bhishma!


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62 págs. / 1 hora, 49 minutos / 255 visitas.

Publicado el 2 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

Biblia

Varios


Religión


ANTIGUO TESTAMENTO

GÉNESIS

Capítulo 1

[1] En el principio creó Dios los cielos y la tierra. [2] La tierra era caos y confusión y oscuridad por encima del abismo, y un viento de Dios aleteaba por encima de las aguas. [3] Dijo Dios: «Haya luz», y hubo luz. [4] Vio Dios que la luz estaba bien, y apartó Dios la luz de la oscuridad; [5] y llamó Dios a la luz día, y a la oscuridad la llamó noche. Y atardeció y amaneció: día primero.

[6] Dijo Dios: «Haya un firmamento por en medio de las aguas que las aparte unas de otras.» [7] E hizo Dios el firmamento; y apartó las aguas de por debajo del firmamento, de las aguas de por encima del firmamento. Y así fue. [8] Y llamó Dios al firmamento cielos. Y atardeció y amaneció: día segundo. [9] Dijo Dios: «Acumúlense las aguas de por debajo del firmamento en un solo conjunto, déjese ver lo seco»; y así fue. [10] Y llamó Dios a lo seco tierra, y al conjunto de las aguas lo llamó mares; y vio Dios que estaba bien.

[11] Dijo Dios: «Produzca la tierra vegetación: hierbas que den semillas, árboles frutales que den fruto de su especie con su semilla dentro sobre la tierra.» Y así fue. [12] La tierra produjo vegetación: hierbas que dan semilla, por sus especies, y árboles que dan fruto con la semilla dentro, por sus especies; y vio Dios que estaban bien. [13] Y atardeció y amaneció: día tercero. [14] Dijo Dios: «Haya luceros en el firmamento celeste para apartar el día de la noche, valgan de señales para solemnidades días, años; [15] y valgan de luceros en el firmamento celeste para alumbrar sobre la tierra.» Y así fue.


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2.443 págs. / 3 días, -1 horas, 15 minutos / 8.259 visitas.

Publicado el 31 de octubre de 2017 por Edu Robsy.

Cantar de los Cantares

Fray Luis de León


Religión, poesía


Prólogo

Ninguna cosa es más propia a Dios que el amor, ni al amor hay cosa más natural que volver al que ama en las condiciones e ingenio del que es amado. De lo uno y de lo otro tenemos clara experiencia. Cierto es que Dios ama, y cada uno que no esté muy ciego lo puede conocer en sí por los señalados beneficios que de su mano continuamente recibe: el ser, la vida, el gobierno della y el amparo de su favor, que en ningún tiempo ni lugar nos desampara. Que Dios se precie más de esto que de otra cosa, y que le sea propio el amor entre todas sus virtudes, vese en sus obras, que todas se ordenan a solo este fin, que es hacer repartimiento y poner en posesión de sus grandes bienes a las criaturas, haciendo que su semejanza de Él resplandezca en todas, y midiéndose a sí a la medida de cada una de ellas para ser gozado de ellas: que, como dijimos, es obra propia y natural del amor.


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Dominio público
128 págs. / 3 horas, 44 minutos / 1.272 visitas.

Publicado el 20 de diciembre de 2021 por Edu Robsy.

Canto de Ramón

Ramón Llull


Poesía, Religión


Soy creado y ser me han dado
para que Dios fuese honrado
y caí en mucho pecado,
a ira de Dios enfrentado.
Vino a mí el Crucificado,
porque Dios fuese por mí amado.

Al alba fui a pedir perdón
a Dios, y tomé confesión
con dolor y contrición.
De caridad, oración,
esperanza, devoción,
Dios me dio conservación.

El monasterio de Miramar
hice a frailes menores dar
para a los moros predicar.
Entre viña e hinojal,
tomóme amor, Dios me hizo amar
y entre suspiro y llanto estar.

Dios Padre, Hijo, Dios inspirado,
que Trinidad Santa ha espirado,
vi de que fuesen demostrados.
Dios Hijo del cielo ha bajado;
por una virgen fue alumbrado,
Dios y hombre, Cristo llamado.

El mundo estaba en condenación;
murió para dar salvación
Jesús, que el mundo creó.
Sobre el trueno al cielo subió:
juzgará al bueno y al felón,
no valdrá el llanto a su perdón.

Un saber nuevo yo he encontrado;
por él lo cierto será claro
y se destruirá lo falso.
Serán los moros bautizados,
judíos, tártaros y errados,
por el saber que Dios me ha dado.

Tomé la cruz; envío amores
a la Señora de pecadores
que de ella mucho me socorren.
Mi corazón, casa de amores,
mis ojos, fontanas que lloren.
Entre gozos estoy y dolores.

Soy viejo, pobre, despreciado,
por ningún hombre ayudado
y lo que emprendo es demasiado.
Mucho por el mundo he buscado;
muy buen ejemplo en él he dado:
poco soy conocido y amado.

Quiero morir en piélago de amor.
No por grandes me dan terror
mal príncipe o mal pastor.
A diario pienso en el deshonor
que hace a Dios un gran señor
que pone al mundo en el error.


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1 pág. / 2 minutos / 373 visitas.

Publicado el 8 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Confesiones

San Agustín


Religión


Libro I

Capítulo I

1. Grande eres, Señor, e inmensamente digno de alabanza; grande es tu poder y tu inteligencia no tiene límites. Y ahora hay aquí un hombre que te quiere alabar. Un hombre que es parte de tu creación y que, como todos, lleva siempre consigo por todas partes su mortalidad y el testimonio de su pecado, el testimonio de que tú siempre te resistes a la sobrebia humana. así pues, no obstante su miseria, ese hombre te quiere alabar. Y tú lo estimulas para que encuentre deleite en tu alabanza; nps creaste para ti y nuestro corazón andará siempre inquieto mientras no descanse en ti.

Y ahora, Señor, concédeme saber qué es primero: si invocarte o alabarte; o si antes de invocarte es todavía preciso conocerte.

2. Pues, ¿quién te podría invocar cuando no te conoce? Si no te conoce bien podría invocar a alguien que no eres tú.

¿O será, acaso, que nadie te puede conocer si no te invoca primero? Mas por otra parte: ¿Cómo te podría invocar quien todavía no cree en ti; y cómo podría creer en ti si nadie te predica?

Alabarán al Señor quienes lo buscan; pues si lo buscan lo habrán de encontrar; y si lo encuentran lo habrán de alabar.

Haz pues, Señor, que yo te busque y te invoque; y que te invoque creyendo en ti, pues ya he escuchado tu predicación. Te invoca mi fe. Esa fe que tú me has dado, que infundiste en mi alma por la humanidad de tu Hijo, por el ministerio de aquel que tú nos enviaste para que nos hablara de ti.

Capítulo II

1. ¿Y cómo habré de invocar a mi Dios y Señor? Porque si lo invoco será ciertamente para que venga a mí. Pero, ¿qué lugar hay en mí para que a mí venga Dios, ese Dios que hizo el cielo y la tierra? ¡Señor santo! ¿Cómo es posible que haya en mí algo capaz de ti? Porque a ti no pueden contenerte ni el cielo ni la tierra que tú creaste, y yo en ella me encuentro, porque en ella me creaste.


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Dominio público
146 págs. / 4 horas, 17 minutos / 2.281 visitas.

Publicado el 28 de octubre de 2017 por Edu Robsy.

Corán

Mahoma


Religión


SURA 1. EXORDIO (AL FATÍHA)

El capítulo de apertura del Sagrado Corán. Revelado antes de la Hégira.

Esta sura tiene 7 aleyas.

1. ¡En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso!

2. Alabado sea Dios, Señor del universo,

3. el Compasivo, el Misericordioso,

4. Dueño del día del Juicio,

5. A Ti solo servimos y a Ti solo imploramos ayuda.

6. Dirígenos por la vía recta,

7. la vía de los que Tú has agraciado, no de los que han incurrido en la ira, ni de los extraviados.

SURA 2. LA VACA (AL BACARA)

Revelado después de la Hégira. Esta sura tiene 286 aleyas.

¡En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso!

1. Alm.

2. Ésta es la Escritura, exenta de dudas, como dirección para los temerosos de Dios,

3. que creen en lo oculto, hacen la oración y dan limosna de lo que les hemos proveído.

4. creen en lo que se te ha revelado a ti y antes de ti, y están convencidos de la otra vida.

5. Ésos son los dirigidos por su Señor y ésos los que prosperarán.

6. Da lo mismo que adviertas o no a los infieles: no creen.

7. Dios ha sellado sus corazones y oídos; una venda cubre sus ojos y tendrán un castigo terrible.

8. Hay entre los hombres quienes dicen: «Creemos en Dios y en el último Día», pero no creen.

9. Tratan de engañar a Dios y a los que creen; pero, sin darse cuenta, sólo se engañan a sí mismos.

10. Sus corazones están enfermos y Dios les ha agravado su enfermedad. Tendrán un castigo doloroso por haber mentido.

11. Cuando se les dice: «¡No corrompáis en la tierra!», dicen: «Pero ¡si somos reformadores!»

12. ¡No son ellos, en realidad, los corruptores? Pero no se dan cuenta.


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440 págs. / 12 horas, 50 minutos / 327 visitas.

Publicado el 31 de octubre de 2017 por Edu Robsy.

Corbacho

Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera


Tratado, Religión, Ética


Prólogo

Jesús

Libro compuesto por Alfonso Martínez de Toledo Arcipreste de Talavera en edad suya de cuarenta años, acabado a quince de marzo, año del nacimiento del Nuestro Salvador Jesucristo de mil cuatrocientos treinta y ocho años. Sin bautismo sea por nombre llamado Arcipreste de Talavera dondequiera que fuere llevado.

En el nombre de la santa trinidad, padre, hijo y espíritu santo, tres personas y un solo Dios verdadero, hacedor, ordenador y componedor de todas las cosas, sin el cual cosa ni puede ser bien hecha, ni bien dicha, comenzada, mediada ni finalizada, habiendo por medianera, intercesora y abogada a la humilde sin mancilla virgen Santa María. Por ende, yo, Martín Alfonso de Toledo, bachiller en decretos, arcipreste de Talavera, capellán de nuestro señor el rey de Castilla don Juan —que Dios mantenga por luengos tiempos y buenos— aunque indigno propuse de hacer un compendio breve en romance para información algún tanto de aquellos que les pluguiere leerlo, y leído retenerlo, y retenido, por obra ponerlo; especialmente para algunos que no han hollado el mundo ni han bebido de sus amargos brebajes ni han gustado de sus viandas amargas, que para los que saben y han visto, sentido y oído no lo escribo ni digo, que su saber les basta para defenderse de las cosas contrarias. Y va en cuatro principales partes dividido: en la primera hablaré de reprobación de loco amor. Y en la segunda diré de las condiciones algún tanto de las viciosas mujeres. Y en la tercera proseguiré las complexiones de los hombres (cuáles son o qué virtud tienen para amar o ser amados). En la cuarta concluiré reprobando la común manera de hablar de los hados, venturas, fortunas, signos y planetas, reprobada por la santa madre iglesia y por aquellos en que Dios dio sentido, seso y juicio natural, y entendimiento racional. Esto por cuanto algunos quieren decir que si amando pecan que su hado o ventura se lo procuraron.


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233 págs. / 6 horas, 48 minutos / 208 visitas.

Publicado el 19 de diciembre de 2021 por Edu Robsy.

De los Nombres de Cristo

Fray Luis de León


Religión, Diálogo


Parte 1 — Tomo primero

Capítulo 1. A Don Pedro Portocarrero, del Consejo de S. M. y de la Santa y general Inquisición

De las calamidades de nuestros tiempos, que, como vemos, son muchas y muy graves, una es, y no la menor de todas, muy ilustre señor, el haber venido los hombres a disposición que les sea ponzoña lo que les solía ser medicina y remedio, que es también claro indicio de que se les acerca su fin, y de que el mundo está vecino a la muerte, pues la halla en la vida.

Notoria cosa es que las Escrituras que llamamos sagradas las inspiró Dios a los profetas, que las escribieron para que nos fuesen, en los trabajos de esta vida, consuelo, y en las tinieblas y errores de ella, clara y fiel luz; y para que en las llagas que hacen en nuestras almas la pasión y el pecado, allí, como en oficina general, tuviésemos para cada una propio y saludable remedio. Y porque las escribió para este fin, que es universal, también es manifiesto que pretendió que el uso de ellas fuese común a todos, y así, cuanto es de su parte, lo hizo; porque las compuso con palabras llanísimas y en lengua que era vulgar a aquellos a quienes las dio primero.


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Publicado el 27 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

Desconsuelo

Ramón Llull


Poesía, Religión


I

Dios: con vuestra virtud abro este Desconsuelo,
y lo hago cantando, por sí así me consuelo,
y porque cuente en él el pecado y entuerto
que hace el hombre con vos, que le juzgaréis muerto.
Y cuanto más consuélome, más se arredra mi pecho,
pues de dolor e ira es mi ánimo puerto,
y mi consuelo para en grave desconsuelo.
Y así en trabajo estoy a la vez que en recreo,
no tengo amigo alguno que me dé algún consuelo,
sino tan solo vos, por quien gran peso llevo,
cayendo y levantándome, y en tan duro estamento
que nada veo ni oigo que pueda darme aliento.

II

Cuando crecí y sentí del mundo vanidad,
empecé a obrar mal y en el pecado a entrar;
olvidando al Glorioso, seguí carnalidad;
mas plugo a Jesucristo, por su grande piedad,
cinco veces en cruz venírseme a mostrar,
para que, recordándole, me fuese a enamorar,
tanto, que procurase poderle predicar
por todo el mundo, y que se dijese verdad,
de su trinidad y que se quiso encarnar;
por lo que fui inspirado con tan gran voluntad
que otra cosa no amé sino al Señor honrar:
de servirle de grado aquí fue el comenzar.

III

Cuando consideré del mundo el estamento,
cuán pocos son cristianos y cuántos hay incrédulos,
en mi ánimo tuve aqueste pensamiento:
de prelados y reyes partiría al encuentro
y de los religiosos, por tal ordenamiento
que pasaje siguiérase y tal predicamento,
que con hierro y madera y veraz argumento,
de nuestra fe se diera tan grande ensalzamiento
que los infieles fuesen a parar en conversos.
Y tratando este asunto treinta años ya llevo
sin poderlo obtener, de lo que harto me duelo,
tanto, que muchas veces llorando languidezco.


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Publicado el 8 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

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