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editor: Edu Robsy etiqueta: Teatro


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El Abuelo

Benito Pérez Galdós


Teatro


Prólogo

A los lectores que con tanta indulgencia como constancia me favorecen, debo manifestarles que en la composición de EL ABUELO he querido halagar mi gusto y el de ellos, dando el mayor desarrollo posible, por esta vez, al procedimiento dialogal, y contrayendo a proporciones mínimas las formas descriptiva y narrativa. Creerán, sin duda, como yo, que en esto de las formas artísticas o literarias todo el monte es orégano, y que sólo debemos poner mal ceño a lo que resultare necio, inútil o fastidioso. Claro es que si de los pecados de tontería o vulgaridad fuese yo, en esta o en otra ocasión, culpable, sufriría resignado el desdén de los que me leen; pero al maldecir mi inhabilidad, no creería que el camino es malo, sino que yo no sé andar por él.

El sistema dialogal, adoptado ya en Realidad, nos da la forja expedita y concreta de los caracteres. Estos se hacen, se componen, imitan más fácilmente, digámoslo así, a los seres vivos, cuando manifiestan su contextura moral con su propia palabra, y con ella, como en la vida, nos dan el relieve más o menos hondo y firme de sus acciones. La palabra del autor, narrando y describiendo, no tiene, en términos generales, tanta eficacia, ni da tan directamente la impresión de la verdad espiritual. Siempre es una referencia, algo como la Historia, que nos cuenta los acontecimientos y nos traza retratos y escenas. Con la virtud misteriosa del diálogo parece que vemos y oímos sin mediación extraña el suceso y sus actores, y nos olvidamos más fácilmente del artista oculto; pero no desaparece nunca, ni acaban de esconderle los bastidores del retablo, por bien construidos que estén. La impersonalidad del autor, preconizada hoy por algunos como sistema artístico, no es más que un vano emblema de banderas literarias, que si ondean triunfantes, es por la vigorosa personalidad de los capitanes que en su mano las llevan.


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Dominio público
229 págs. / 6 horas, 41 minutos / 1.576 visitas.

Publicado el 5 de octubre de 2016 por Edu Robsy.

Amor de Don Perlimplín con Belisa en su Jardín

Federico García Lorca


Teatro


Cuadro primero

Casa de don PERLIMPLÍN. Paredes verdes con las sillas y muebles pintados en negro. Al fondo, un balcón por el que se verá el balcón de Belisa. PERLIMPLÍN viste casaca verde y peluca blanca llena de bucles. Marcolfa, criada, el clásico traje de rayas.

PERLIMPLÍN. ¿Sí?

MARCOLFA. Sí.

PERLIMPLÍN. Pero ¿por qué sí?

MARCOLFA. Pues porque sí.

PERLIMPLÍN. ¿Y si yo te dijera que no?

MARCOLFA. (Agria). ¿Qué no?

PERLIMPLÍN. No.

MARCOLFA. Dígame, señor mío, las causas de ese no.

PERLIMPLÍN. (Pausa). Dime tú, doméstica perseverante, las causas de ese sí.

MARCOLFA. Veinte y veinte son cuarenta…

PERLIMPLÍN. (Escuchando). Adelante.

MARCOLFA. Y diez cincuenta.

PERLIMPLÍN. Vamos.

MARCOLFA. Con cincuenta años ya no se es un niño.

PERLIMPLÍN. Claro.

MARCOLFA. Yo me puedo morir de un momento a otro.

PERLIMPLÍN. ¡Caramba!

MARCOLFA. (Llorando). ¿Y qué será de usted sólo en este mundo?

PERLIMPLÍN. ¿Qué sería?

MARCOLFA. Por eso tiene que casarse.

PERLIMPLÍN. (Distraído). ¿Sí?

MARCOLFA. (Enérgica). Sí.

PERLIMPLÍN. (Angustiado). Pero Marcolfa… ¿por qué sí? Cuando yo era niño una mujer estranguló a su esposo. Era zapatero. No se me olvida. Siempre he pensado no casarme. Yo con mis libros tengo bastante. ¿De qué me va a servir?

MARCOLFA. El matrimonio tiene grandes encantos, mi señor. No es lo que se ve por fuera. Está lleno de cosas ocultas. Cosas que no está bien que sean dichas por una servidora… Ya se ve…

PERLIMPLÍN. ¿Qué?

MARCOLFA. Me he puesto colorada.

(Pausa. Se oye un piano).

UNA VOZ. (Dentro, cantando).


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15 págs. / 27 minutos / 1.376 visitas.

Publicado el 21 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Último Día de un Condenado a Muerte

Victor Hugo


Novela, Teatro



The iron tongue of midnight hath told twelve:
Lovers, to bed; ‘tis almost fairy time.
I fear we shall out-sleep the coming morn
As much as we this night have overwatch’d.

WILLIAM SHAKESPEARE
 

Introducción

Pocas obras son tan atemporales y a la vez están tan intrínsecamente ligadas a la época en que se crearon como Último día de un condenado a muerte. Las motivaciones que impelieron a Victor Hugo a escribir este libro en 1829 se derivan de forma directa de las convulsiones políticas que azotaban a Francia en aquel momento. La Revolución de 1793 había puesto fin al llamado Despotismo Ilustrado, un periodo de absolutismo y de exaltación de la razón en favor del progreso de la humanidad y en detrimento del pueblo, y había establecido las bases de los actuales sistemas democráticos de representación parlamentaria. En nombre de los principios que la inspiraron —libertad, igualdad, fraternidad—, las autoridades de la Revolución habían ido aniquilando a aquellos personajes de la realeza y de la aristocracia que consideraban culpables de las injusticias del pasado y cuya sola vida ponía en peligro el nuevo orden político. Nació la guillotina y la decapitación se convirtió en un espectáculo público. La Revolución era incontestable; sus métodos, también. Mientras la pena de muerte se consolidaba como garante del nuevo sistema, los excesos de su aplicación, que se extendió a todo el ámbito de la delincuencia, suscitaron el alzamiento de algunas voces críticas.


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109 págs. / 3 horas, 11 minutos / 1.155 visitas.

Publicado el 23 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Cuento de Invierno

William Shakespeare


Teatro, Comedia


Dramatis personae

LEONTES, rey de Sicilia
MAMILIO, joven príncipe de Sicilia

CAMILO
ANTÍGONO
CLEÓMENES
DIÓN, cuatro nobles de Sicilia

HERMÍONE, reina, esposa de Leontes
PERDITA, hija de Leontes y Hermíone
PAULINA, esposa de Antígono
EMILIA, dama [de compañía de Hermíone]
POLÍXENES, rey de Bohemia
FLORISEL, príncipe de Bohemia
Un viejo PASTOR, supuesto padre de Perdita
Un RÚSTICO, su hijo
AUTÓLICO, pícaro
ARQUÍDAMO, noble de Bohemia
Otros nobles, caballeros, criados, [damas y oficiales]

MOPSA
DORCAS, pastoras

[Otros] pastores y pastoras
[Un CARCELERO]
[Un MARINERO]
[Doce campesinos disfrazados de sátiros]
[El TIEMPO como Coro]

Acto I

Escena I

Entran CAMILO y ARQUÍDAMO.

ARQUÍDAMO
Si por azar, Camilo, visitáis Bohemia en ocasión semejante a la que ahora ocupa mis servicios, notaréis gran diferencia, como he dicho, entre nuestra Bohemia y vuestra Sicilia.

CAMILO
Creo que el próximo verano el rey de Sicilia piensa devolver al de Bohemia la visita que en justicia le debe.

ARQUÍDAMO
Nuestra hospitalidad va a sonrojarnos, pero nos defenderá nuestro afecto, pues, sin duda…

CAMILO
Os lo ruego.

ARQUÍDAMO
De verdad, lo que sé me faculta a hablar así. No podemos, con tanta magnificencia, con tan excelso… No sé cómo decirlo.
Os daremos narcóticos, para que vuestros sentidos (ig norantes de nuestras carencias), si no nos elogian, al menos no nos acusen.

CAMILO
Pagáis demasiado por lo que se os da con gusto.

ARQUÍDAMO
Creedme: hablo como me dicta la razón y me inspira la honradez.


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74 págs. / 2 horas, 10 minutos / 1.045 visitas.

Publicado el 15 de junio de 2018 por Edu Robsy.

La Mojigata

Leandro Fernández de Moratín


Teatro, comedia


Advertencia

Escrita y no corregida todavía a satisfacción del autor la comedia de La Mojigata, empezaron a verse copias de ella desde el año de 1791. Durante los viajes de Moratín fuera de España corrió esta pieza igual fortuna que la de El Barón, con poca diferencia. La representaron en muchas casas particulares de la capital, y se celebró el acierto con que la desempeñaron varios aficionados en casa del abogado Pérez de Castro, y en la de la marquesa de Santiago. Los cómicos de las provincias la incluyeron en su caudal y la representaban frecuentemente; sólo mereció el autor a la estimación que le profesaban los actores de Madrid que se abstuviesen de darla al público, sabiendo que se proponía hacer en ella alteraciones muy esenciales, y que no podía serle agradable saber que la representaban sin su aprobación por manuscritos tan viciados y tan llenos de errores suyos y ajenos.

A su vuelta, hizo en ella las correcciones que le parecieron convenientes; y estudiada y ensayada por los cómicos de la compañía de la Cruz, se representó en aquel teatro el día 19 de mayo de 1804. No hubo parcialidades, ni venganzas, ni conspiración, ni alboroto: la experiencia había dado a conocer la inutilidad de estos medios y el nombre del autor aseguraba ya los aplausos. El público la recibió con aprecio particular; no así los falsos devotos ni los críticos. Los primeros abominaron de ella, y no les faltaba razón; los segundos publicaron delicadas observaciones, en que manifestaron por una parte su laudable anhelo de ver el arte en toda su perfección, y por otra su corta inteligencia para indicar a los que le practican los medios de lograrlo. Las censuras produjeron elogios y defensas; y es de notar que unos y otras se escribieron con urbanidad y moderación, prendas no muy comunes en este género de escritos y que hoy día totalmente se desconocen.


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Dominio público
58 págs. / 1 hora, 42 minutos / 870 visitas.

Publicado el 20 de septiembre de 2018 por Edu Robsy.

Electra

Benito Pérez Galdós


Teatro


PERSONAJES

Electra (18 años)
Evarista (50 años), esposa de Don Urbano
Máximo (35 años)
Don Salvador Pantoja (50 años)
El Marqués de Ronda (58 años)
Don Leonardo Cuesta, agente de Bolsa (50 años)
Don Urbano García Yuste (55 años)
Mariano, auxiliar de laboratorio
Gil, calculista
Balbina, criada vieja
Patros, criada joven
José, criado viejo
Sor Dorotea
Un Operario
La Sombra de Eleuteria

La acción en Madrid, rigurosamente contemporánea.

ACTO PRIMERO

Sala lujosa en el palacio de los señores de García Yuste. A la derecha, paso al jardín. Al fondo, comunicación con otras salas del edificio. A la derecha primer término, puerta de la habitación de Electra. (Izquierda y derecha se entiende del espectador.)

ESCENA PRIMERA

El Marqués; José, por el foro.

José. Están en el jardín. Pasaré recado.

Marqués. Aguarda. Quiero dar un vistazo a esta sala. No he visitado a los señores de García Yuste desde que habitan su nuevo palacio... ¡Qué lujo!... Hacen bien. Dios les da para todo, y esto no es nada en comparación de lo que consagran a obras benéficas. ¡Siempre tan generosos...!

José. ¡Oh, sí, señor!

Marqués. Y siempre tan retraídos... aunque hay en la familia, según creo, una novedad muy interesante...

José. ¿Novedad? ¡Ah! sí...¿lo dice por...?

Marqués. Oye, José: ¿harás lo que yo te diga?

José. Ya sabe el señor Marqués que nunca olvido los catorce años que le serví... Mande Vuecencia.

Marqués. Pues bien: hoy vengo exclusivamente por conocer a esa señorita que tus amos han traído poco ha de un colegio de Francia.

José. La señorita Electra.


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90 págs. / 2 horas, 38 minutos / 702 visitas.

Publicado el 24 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

Afanes de Amor en Vano

William Shakespeare


Teatro, Comedia


Dramatis personae

Fernando, REY de Navarra

BERÓN
LONGAVILLE
DUMAINE, tres caballeros al servicio del Rey

Don Adriano de ARMADO, un español jactancioso
MOTA, paje de Armado
CABEZÓN, rústico
JACOBILLA, campesina
SIMPLICIO, guardia
Don NATANIEL, cura
HOLOFERNES, maestro de escuela
La PRINCESA de Francia

ROSALINA
MARÍA
CATALINA, tres damas al servicio de la Princesa

BOYET, caballero al servicio de la Princesa
MARCADÉ, mensajero del Rey de Francia
Un GUARDABOSQUES
Nobles, damas y acompañamiento.

Acto I

Escena I

Entran Fernando, REY de Navarra, BERÓN, LONGAVILLE y DUMAINE.

REY
Que la fama, anhelo de todos en la vida,
quede inscrita en el bronce de nuestros sepulcros
y nos honre en la deshonra de la muerte,
cuando, a pesar del tiempo voraz e insaciable,
los afanes del presente nos concedan
el honor que, venciendo su guadaña,
nos haga herederos de la eternidad.
Así, conquistadores aguerridos,
caballeros en lid con sus pasiones
y la inmensa hueste de los deseos mundanos,
mi reciente decreto seguirá en vigor.
Navarra será asombro de la tierra,
y su corte, una academia diminuta,
estudiosa del arte de la vida.
Los tres, Berón, Dumaine y Longaville,
habéis jurado compartir tres años
de estudios a mi lado y observar
las normas que recoge este mandato.
Tras los juramentos poned vuestra firma:
que la propia mano derribe el honor
de quien viole la más mínima cláusula.
Si queréis cumplir cual sabéis jurar,
suscribid los votos de fidelidad.

LONGAVILLE
Estoy dispuesto; solo son tres años de ayuno:
festín para la mente, aunque el cuerpo sufra.
Con la panza llena mengua el pensamiento:
el próspero vientre nos arruina el seso.


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66 págs. / 1 hora, 55 minutos / 683 visitas.

Publicado el 26 de abril de 2018 por Edu Robsy.

La Mandrágora

Nicolás Maquiavelo


Teatro, Comedia


PERSONAJES

CALLIMACO
SIRO
MICER NICIAS
LIGURIO
SOSTRATA
FRAY TIMOTEO
UNA MUJER
LUCRECIA

CANCIÓN

Para que la canten antes de la representación, Musas y Ninfas

Porque la vida es breve, y muchas son las penas que viviendo y luchando todos soportamos, tras nuestros anhelos vamos pasando y consumiendo los años; y aquel que al placer renuncia para vivir con angustias y afanes no conoce del mundo los engaños. O de qué males y de qué extraños casos son casi todos los mortales oprimidos.

Para huir de este tedio hemos elegido apartada vida y siempre en fiesta y júbilo, donosos jóvenes y alegres Ninfas, estamos reunidos. Ahora, aquí hemos venido con nuestra armonía sólo para honrar esta tan alegre fiesta y dulce compañía.

Además, aquí nos ha traído el nombre de aquél que os gobierna, en quien se ven reunidos todos los dones de la imagen eterna. Por tal gracia suprema, por tal feliz estado, podéis estar alegres, gozar y dar las gracias a quien os lo ha concedido.

PRÓLOGO

Dios os salve, benignos oyentes, si como parece tal benignidad depende del complaceros. Si continuáis permaneciendo silenciosos os haremos partícipes de un nuevo caso acaecido en esta ciudad.


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Protegido por copyright
40 págs. / 1 hora, 11 minutos / 631 visitas.

Publicado el 21 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

El Condenado por Desconfiado

Tirso de Molina


Teatro, drama


Personajes

PAULO, ermitaño.
ENRICO.
UN PASTORCILLO, un ángel.
EL DEMONIO.
ANARETO, padre de Enrico.
CELIA.
LIDORA, criada.
OCTAVIO.
LISANDRO.
PEDRISCO.
GALVÁN.
ESCALANTE.
ROLDÁN.
CHERINOS.
ALBANO, viejo.
EL GOBERNADOR DE NÁPOLES.
EL ALCAIDE DE LA CÁRCEL.
UN JUEZ.
ESBIRROS.
BANDOLEROS.
CAMINANTES.
PORTEROS.
PRESOS.
CARCELEROS.
VILLANOS.
PUEBLO.

Jornada I

Selva, dos grutas entre elevados peñascos.

PAULO:

(De ermitaño.)


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Dominio público
50 págs. / 1 hora, 29 minutos / 623 visitas.

Publicado el 25 de septiembre de 2018 por Edu Robsy.

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