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Aventura Incomprensible Pero Atestiguada por Toda una Provincia

Marqués de Sade


Cuento


Todavía no hace cien años, en varios lugares de Francia perduraba aún la absurda creencia de que, entregando el alma al diablo, con ciertas ceremonias tan crueles como fanáticas, se conseguía de ese espíritu infernal todo lo que se deseara, y no ha pasado un siglo desde que la aventura que, relacionada con esto, vamos a narrar, tuvo lugar en una de nuestras provincias meridionales, donde todavía está atestiguada hoy en día por los registros de dos ciudades y respaldada por testimonios muy apropiados para convencer a los incrédulos. El lector puede creerla o no, hablamos solamente después de haberla verificado; por supuesto no le garantizamos el hecho, pero le certificamos que más de cien mil almas lo creyeron y que más de cincuenta mil pueden corroborar en nuestros días la autenticidad con que está consignada en registros solventes. Nos dará permiso para disfrazar la provincia y los nombres.


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4 págs. / 7 minutos / 150 visitas.

Publicado el 20 de octubre de 2016 por Edu Robsy.

Aventuras de Tres Rusos y Tres Ingleses

Julio Verne


Novela


Capítulo I

Dos hombres observaban con suma atención las aguas del río Orange. Tendidos a la sombra de un sauce llorón, conversaban animadamente. Era el 27 de enero de 1854.

En el lugar donde se encontraban nuestros hombres, el Orange se acercaba a las montañas del Duque de York, ofreciendo un espectáculo sublime que quedaba encuadrado en el horizonte por los montes Gariepinos.

Famoso por la transparencia de sus aguas y la belleza de sus orillas, el Orange puede rivalizar con las tres grandes arterias africanas: el Nilo, el Níger y el Zambeze, y se caracteriza por sus crecidas, rápidos y cataratas. Allí mismo, en la zona descrita, las aguas del río se precipitaban desde una altura de ciento veinte metros, formando una cortina de hilos de líquido que desembocaban en un torbellino de aguas tumultuosas, coronadas por una espesa nube de húmedos vapores. De aquel abismo se elevaba un estruendo que aturdía, agudizado por los ecos de la llanura en calma.

Estas bellezas naturales atraían la atención de uno de nuestros hombres, mientras que el otro viajero permanecía indiferente a los fenómenos que se ofrecían a su vista.

El viajero indiferente era un cazador bushman, excelente representante de una raza valiente que vive en los bosques entregada al nomadismo. De ahí su nombre, bushman, que significa «hombre de los matorrales».

El bushman pasa la vida errando en la región comprendida entre el río Orange y las montañas del Este, saqueando los campos de cultivo y destruyendo las cosechas de los colonos, en venganza por haberle arrojado hacia las áridas comarcas del interior.

Nuestro bushman tenía alrededor de cuarenta años y era de elevada estatura y fuerte musculatura. Que se trataba de un individuo enérgico quedaba demostrado por la soltura y libertad de movimientos de su ágil y esbelto cuerpo.


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124 págs. / 3 horas, 38 minutos / 234 visitas.

Publicado el 19 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Aventuras de un Niño Irlandés

Julio Verne


Novela


Primera Parte: Primeros pasos

I. En el fondo de Connaught

Irlanda, cuya superficie comprende veinte millones de acres, o sea unos diez millones de hectáreas, está gobernada por un virrey, asistido de un Consejo privado, en virtud de una delegación del soberano de Gran Bretaña. Está dividida en cuatro provincias: Leinster al este, Munster al sur, Connaught al oeste y Ulster al norte.

El Reino Unido no formaba antes más que una sola isla, según los historiadores.

Ahora son dos y más separadas por la diferencia de costumbres que por las barreras físicas. Los irlandeses amigos de Francia son enemigos de Inglaterra como el primer día.

Irlanda es un hermoso país para los turistas, pero un triste país para sus habitantes. Como éstos no pueden fecundarla, ella no les puede alimentar, sobre todo en la parte del norte. No es, sin embargo, una tierra estéril, puesto que cuenta por millones sus hijos, y si no tiene alimento para ellos, sus hijos la aman con pasión. Prodíganle los más cariñosos nombres. Erin Verde, y verde es, en efecto. Bella Esmeralda, una esmeralda engarzada en granito en vez de en oro… Isla de los Bosques… pero es más bien de las rocas. Tierra de la Canción, pero esta canción sólo se escapa de bocas enfermas. Primera flor de la Tierra, Primera flor de los Mares, pero estas flores se secan pronto al soplo de los vendavales… ¡Pobre Irlanda! Debería llamarse más bien Isla de la Miseria, nombre que debería llevar desde muchos siglos atrás: tres millones de indigentes en una población de ocho millones de habitantes.


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352 págs. / 10 horas, 17 minutos / 360 visitas.

Publicado el 19 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Áyax

Sófocles


Teatro, Tragedia, Tragedia griega


PERSONAJES

ATENEA.
ODISEO.
ÁYAX.
CORO DE MARINEROS SALAMINIOS.
TECMESA.
MENSAJERO.
TEUCRO.
MENELAO.
AGAMENÓN.

PERSONAJES MUDOS

EURISACES.
PEDAGOGO.
MENSAJERO DEL EJÉRCITO.

ACTO ÚNICO

(La acción tiene lugar en el campamento de los griegos. Odiseo está ante la tienda de Áyax examinando unas huellas fin la arena. Atenea aparece y le habla.)

ATENEA.— Siempre te veo, hijo de Laertes, a la caza de alguna treta para apoderarte de tus enemigos También ahora te veo junto a la marina tienda de Ayax en la playa —que ocupa el puesto extremo —, siguiendo desde hace un rato la pista y midiendo las huellas recién impresas de aquél, para conocer si está dentro o no lo está. Tu paso bien te lleva, por tu buen olfato, propio de una perra laconia. En efecto, dentro se encuentra el hombre desde hace un instante, bañadas en sudor su cabeza y sus manos asesinas con la espada. Y no te tomes ya ningún trabajo en escudriñar al otro lado de esta puerta, y sí en decirme por qué tienes ese afán, para que puedas aprenderlo de la que lo sabe.

ODISEO.— ¡Oh voz de Atenea, la más querida para mí de los dioses! ¡Qué claramente, aunque estés fuera de mi vista, escucho tu voz y la capta mi corazón, como el sonido de tirrénica trompeta de abertura broncínea!. También en esta ocasión me descubres merodeando al acecho de un enemigo, de Áyax, el del gran escudo. De él, que de ningún otro, sigo el rastro desde hace rato. Pues ha cometido contra nosotros durante esta noche una increíble acción, si es que él es el autor. Nada sabemos con exactitud sino que estamos faltos de datos y yo me he sometido gustoso a esta tarea.


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39 págs. / 1 hora, 9 minutos / 2.223 visitas.

Publicado el 20 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

Ayer y Mañana

Julio Verne


Cuento


AVENTURAS DE LA FAMILIA RATÓN

Cuento de hadas

I

Había una vez una familia de ratas, compuesta por el padre Ratón, la madre Ratona, su hija Ratina, y su primo Raté; sus criados eran el cocinero Rata y su buena mujer Ratana. Ahora bien, niños míos queridos, acaeciéndoles tan extraordinarias aventuras a estos estimables roedores, que no puedo resistir el deseo de contároslas.

Pasaba esto en el tiempo de las hadas y de los encantadores, en el tiempo asimismo en que las bestias hablaban; de esa época es, sin duda, de la que data la frase «decir bestialidades». Y, sin embargo, esas bestias no han dicho ni dicen más bestialidades que las que dicen y han dicho los hombres de hoy y los hombres de antaño.

Escuchad, pues, mis queridos niños; voy a dar principio.

II

En una de las más hermosas ciudades de aquel tiempo y en la más hermosa casa de la ciudad residía una buena hada que se llamaba Firmenta; hacía todo el bien que un hada puede hacer, y era muy amada.

Según parece, en aquella época todos los seres vivos estaban sometidos a las leyes de la metempsicosis; no os asustéis de esta palabreja, que no significa otra cosa sino que había una escala en la creación cuyos escalones debía franquear cada uno de los seres para poder llegar hasta el último, y tomar puesto en las filas de la humanidad; así que de esta suerte se nacía molusco, se convertía uno en pez, en pájaro luego, en cuadrúpedo después y, por fin, en hombre o mujer.

Como veis, era preciso ascender del estado más rudimentario al estado más perfecto; podía, con todo, suceder que se volviese a bajar la escala merced a la maligna influencia de algún encantador; y en tal caso, ¡qué triste existencia! ¡Figuraos: haber sido hombre y convertirse luego en ostra! Por fortuna, esto no se ve ya en nuestros días, físicamente al menos.


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196 págs. / 5 horas, 43 minutos / 380 visitas.

Publicado el 16 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Ayesha, el Retorno de Ella

Henry Rider Haggard


Novela


DEDICATORIA

Mi querido Lang: Los años, ¡ay! ¿cuántos de ellos han pasado desde que dejamos a la encantadora y cariñosa Ayesha y nosotros permanecimos con vida. Como se prometió en las cuevas de Kor Ella ha regresado de nuevo.

Para ti que aceptaste la primera, te ofrezco esta historia de una de las varias encarnaciones de esa inmortal.

Mi esperanza es que después de haber leído su expediente, a pesar de sus sutilezas y los pecados y las deficiencias de su cronista (no hay oficina fácil!), Puedas seguir usando tu cadena de "lealtad a nuestra señora Ayesha". Tal es, lo confieso, el destino de tu viejo amigo.

H. Rider Haggard.

Ditchingham, 1905.

INTRODUCCIÓN

Rápido e imprevisto es como se presenta siempre lo inesperado. Si alguna persona había de quien el editor de este libro no se acordara ni creyese volver a saber más de ella, era seguramente de Ludovico Horacio Holly, sencillamente porque creía que éste había muerto hacía varios años.

Cuando recibí la última carta de Holly, muchísimos años antes, con el manuscrito que la acompañaba y que no era otro que la interesantísima narración de Ella, me anunciaba que él y su ahijado Leo Vincey, el bienamado de la divina Ayesha, partían para el Asia Central con la esperanza, según creo, de que allí se les volvería a aparecer Ella, llena de dulces promesas.

Muchas veces he pensado sobre la suerte que ambos corrieran. Después de tantos años llegué a suponer que habrían muerto o ingresado en alguna de las comunidades de monjes tibetanos, o tal vez se hallasen estudiando y practicando la magia o la nigromancia, bajo la tutela de algún maestro oriental, esperando encontrar algún medio de acercarse a la adorada inmortal.


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260 págs. / 7 horas, 36 minutos / 297 visitas.

Publicado el 5 de enero de 2018 por Edu Robsy.

Azar

Joseph Conrad


Novela


Quienes sostienen que todas las cosas están regidas por la fortuna no habrían errado, de no haber persistido en ello.

Sir Thomas Browne

Dedicatoria

Dedicado a
Sir Hugh Clifford, K. C. M. G.,
cuya inquebrantable amistad
es responsable de
la existencia de estas páginas

Nota del autor

Azar es una de las novelas que a poco tiempo de empezadas hube de abandonar durante varios meses. Tras arrancar con el ímpetu de un remero de vehemente temperamento, pleno de confianza en sus fuerzas, que emprende la navegación muy de mañana, pronto llegué a una bifurcación del río en donde se me impuso la necesidad de hacer un alto y reflexionar seria y pausadamente sobre la dirección que iba a emprender. Una y otra me fascinaban por igual, cuando menos en la superficie, y debido a esta razón mis dudas se prolongaron por espacio de muchos días. Me dejé flotar sobre las encalmadas aguas de la plácida especulación, entre las corrientes divergentes de impulsos contradictorios, con la placentera aunque perfectamente irracional convicción de que ninguna de las dos corrientes terminaría por arrastrarme a la destrucción. Comoquiera que mis simpatías estaban divididas a partes iguales, y que una y otra fuerzas eran de igual magnitud, es perfectamente obvio que nada sino el azar influyera a la postre en mi decisión. Es una poderosa fuerza la del azar, sin más aditivos, absolutamente irresistible por más que se manifieste a veces en formas tan delicadas como, por ejemplo, el encanto, ya sea cierto o ilusorio, de un ser humano. Es muy difícil poner el dedo en la llaga de lo imponderable, pero me aventuro a decir que es Flora de Barral la auténtica responsable de esta novela que refiere, de hecho, la historia de su vida.


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508 págs. / 14 horas, 49 minutos / 139 visitas.

Publicado el 28 de enero de 2018 por Edu Robsy.

Azathoth

H.P. Lovecraft


Cuento


Cuando el mundo se sumió en la vejez, y la maravilla rehuyó la muerte de los hombres; cuando ciudades grises elevaron hacia cielos velados por el humo torres altas, temibles y feas, a cuya sombra nadie podía soñar sobre el sol ni las praderas floridas de la primavera; cuando el conocimiento despojó a la tierra de su manto de belleza, y los poetas no cantaron sino a distorsionados fantasmas, vistos a través de ojos cansados e introspectivos; cuando tales cosas tuvieron lugar y los anhelos infantiles se hubieron esfumado para siempre, hubo un hombre que empleó su vida en la búsqueda de los espacios hacia los que habían huido los sueños del mundo.


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1 pág. / 2 minutos / 1.531 visitas.

Publicado el 29 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

Bajamar

Robert Louis Stevenson


Novela


Primera parte. El trío

Noche en la playa

En las islas del Pacífico, aquí y allá, hombres de diferentes pueblos europeos, de varia clase y condición social, desempeñan actividades de toda índole, y contagian enfermedades. Unos prosperan, otros vegetan. Los hay que han ascendido por las gradas de los tronos, que han llegado a poseer islas y compañías de navegación. Sin embargo, otros se casan para sobrevivir. Hay damas bien parecidas, de buen carácter y del color del chocolate, que los toman a su cargo y los mantienen en completa ociosidad. Vestidos como nativos, reposan bajo tejadillos de hoja de palma, apenas conservan algún elemento extranjero en los andares, en los gestos, tal vez incluso no se hayan desprendido de algún recuerdo del pasado (quizá un monóculo), de cuando fueran oficiales o caballeros; se dedican en general a entretener a un público de aborígenes con recuerdos de los music-halls. Los hay menos dóciles, con menos talento, con peor fortuna, acaso menos degradados, que incluso en estas islas de la abundancia siguen careciendo de pan que llevarse a la boca.

En las afueras de Papeete, en la playa, sentados bajo un purao, se hallaban tres hombres pertenecientes a esta última categoría.


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149 págs. / 4 horas, 22 minutos / 162 visitas.

Publicado el 26 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

Bajo el Sol

Guy de Maupassant


Viajes, Crónica


A Pol Arnault

La vida tan breve, tan larga, a veces resulta insoportable. Transcurre monótona, con la muerte al final. No es posible detenerla, ni cambiarla, ni comprenderla. Y a menudo nos subleva la indignación ante la impotencia de nuestros esfuerzos. Hagamos lo que hagamos morimos. Creamos lo que creamos, pensemos lo que pensemos, intentemos lo que intentemos, morimos. Y nos parece que vamos a morir mañana sin conocer nada aún, aunque asqueados de todo lo que ya conocemos. Entonces nos sentimos abrumados por el sentimiento de la «eterna miseria de todo», de la impotencia humana y de la monotonía de las acciones.

Nos despertamos, andamos, nos acodamos en nuestras ventanas. Enfrente unos almuerzan, como almorzaron ayer, como almorzarán mañana: el padre, la madre, cuatro niños. Hace tres años la abuela aún vivía con ellos. Ya no está. El padre ha cambiado mucho desde que somos vecinos. No se da cuenta; parece contento; parece feliz. ¡Qué imbécil!

Hablan de un matrimonio, después de un fallecimiento, después de lo tierno que está su pollo, después de que su criada no es honesta. Les inquietan mil cosas inútiles y tontas. ¡Qué imbéciles!

Ver su apartamento, en el que viven desde hace dieciocho años, me asquea y me indigna. ¡Eso es la vida! Cuatro paredes, dos puertas, una ventana, una cama, sillas, una mesa, eso es todo. ¡Una cárcel, una cárcel! Cualquier lugar donde habitamos mucho tiempo se convierte en una cárcel. ¡Oh, huir, partir! Huir de los lugares conocidos, de los hombres, de los mismos movimientos a las mismas horas y, sobre todo, de los mismos pensamientos.


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131 págs. / 3 horas, 50 minutos / 176 visitas.

Publicado el 18 de octubre de 2017 por Edu Robsy.

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