El Paso de la Recua
Arturo Ambrogi
Cuento, crónica
Cae perpendicularmente el sol. Cae perpendicular, encendiendo ofuscantes reflejos en el polvo calizo de la carretera.
Es la hora del mediodía. La hora propicia en que los garrobos, abandonando sus cuevas, suben, rampantes, por los troncos de los viejos árboles, hasta la cúspide pelada y ahí plantados, parecen implorar una ráfaga de brisa. Es, también , la hora en que las culebras se enroscan en nudo más apretado, y así amodorradas se están, chitas, entre las requemadas macollas o se tienden , estiradas como chirriones, simulando estar muertas, entre el polvo blanco.
La naturaleza parece aletargada. Sumida en un sopor de plomo, en medio del cual apenas repercute, estridente, el agrio chirrear de las chicharras y de los chiquirines.
Dominio público
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Publicado el 8 de junio de 2020 por Edu Robsy.