Textos peor valorados etiquetados como Crónica | pág. 2

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Del Asesinato Considerado Como una de las Bellas Artes

Thomas De Quincey


Artículo, ensayo, crónica


Primer artículo

I. Advertencia de un hombre morbosamente virtuoso

Seguramente la mayoría de quienes leemos libros hemos oído hablar de la Sociedad para el Fomento del Vicio, del Club del Fuego Infernal que fundó el siglo pasado Sir Francis Dashwood, etc. En Brighton, si no me equivoco, se estableció una Sociedad para la Supresión de la Virtud. La propia sociedad fue suprimida, pero lamento decir que en Londres existe otra, de carácter aún más atroz. En vista de sus tendencias le convendría el nombre Sociedad para la Promoción del Asesinato, pero aplicándose un delicado eufemismo (ευφημιομοζ) se llama la Sociedad de Conocedores del Asesinato. Sus miembros se declaran curiosos de todo lo relativo al homicidio, amateurs y dilettanti de las diversas modalidades de la matanza, aficionados al asesinato en una palabra. Cada vez que en los anales de la policía de Europa aparece un nuevo horror de esta clase se reúnen para criticarlo como harían con un cuadro, una estatua u otra obra de arte. No me daré el trabajo de describir el espíritu que anima sus actividades, pues el lector podrá apreciarlo mejor en una de las Conferencias Mensuales leídas ante la sociedad el año pasado. El texto llegó a mis manos por azar, a pesar de la vigilancia que ejercen los miembros para que el público no se entere de sus deliberaciones. Al verlo impreso se sentirán alarmados y ésa, justamente, es mi intención. En efecto, prefiero con mucho que la sociedad se disuelva tranquilamente ante un llamamiento dirigido a la opinión pública y sin necesidad de recurrir a los tribunales de policía de Bow Street, para lo cual habría que citar nombres, aunque si no tengo más remedio emplearé este último recurso. Mi intensa virtud no puede permitir que ocurran tales cosas en un país cristiano.


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Publicado el 24 de enero de 2018 por Edu Robsy.

La Isla de Sajalín

Antón Chéjov


Viajes, crónica


I

NIKOLÁIEVSK-EN-EL-AMUR – EL VAPOR BAIKAL – EL CABO DE PRONGUE Y LA ENTRADA AL ESTUARIO – LA PENÍNSULA DE SAJALÍN – LA PÉROUSE, BROUGHTON, KRUZENSHTERN Y NEVELSKÓI – LOS EXPLORADORES JAPONESES – EL CABO DE DZHAORE – LA COSTA DE TARTARIA – DE CASTRIES

El 5 de julio de 1890 llegué en barco a la ciudad de Nikoláievsk, uno de los puntos más orientales de nuestra patria. El río Amur es aquí muy ancho y el mar se encuentra solo a veintisiete verstas. El lugar es majestuoso y hermoso, pero los recuerdos del pasado de esta región, las historias que contaban mis compañeros de viaje sobre el feroz invierno y las no menos feroces costumbres locales, la cercanía del penal y el propio aspecto de la ciudad, abandonada y moribunda, quitaban cualquier deseo de solazarse con el paisaje.


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350 págs. / 10 horas, 13 minutos / 636 visitas.

Publicado el 10 de febrero de 2018 por Edu Robsy.

El Domingo de Ramos

Rosalía de Castro


Cuento, Crónica


Costumbres gallegas

I

Recuerdos hay en la trabajosa existencia del hombre, que son para él, como dia primaveral en medio del invierno, ó rayo de luna, cuando en oscura noche del estío rompe por entre las nubes iluminando de repente las hojas inmóviles de los árboles y el arroyo que pasa murmurando entre la sombra. En el número de los que no vacilamos en llamar dichosos, creemos pueden ocupar un lugar preferente cuantos se refieren á ciertas fiestas religiosas del año; fiestas en las que nuestras madres, de nosotros enamoradas, nos vestian y adornaban con las galas más hermosas, miéntras nos llenaban de apasionados besos, en las que el padrino ó la madrina nos regalaba frutas y confites, ó el juguete que por largo tiempo habíamos deseado en vano, y en las que, en fin, no teníamos que ir á la escuela; cuotidiana obligacion que pesa tan duramente sobre los pobres niños, — cuyo único anhelo es respirar el aire libre á toda hora, sin estorbos, ni trabas, —como más tarde, otras más abrumadoras, pesan sobre los que, para librar la gran batalla de las pasiones, quizá por desdicha suya, lograron entre risas y llantos llegar á ser hombres.


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Dominio público
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Publicado el 1 de agosto de 2019 por Edu Robsy.

Historias de Al-Ándalus

Ibn Idari


Historia, Crónica


DESCRIPCIÓN DE AL-ÁNDALUS Y SUS ANTIGÜEDADES

En cuanto a la descripción de Al-Ándalus, es una isla recostada en tierra firme con tres extremidades, que aproximan su figura a la del triángulo. Hállase el primer ángulo en el lugar, que ocupa el ídolo de Cadis, y el segundo en el territorio de Galiquia, frente a la isla Cartagena, donde está el ídolo semejante al de Cadis, mostrándose el tercero a la parte de Oriente entre Medina Arbona y Medina Bardhil, por donde se aproxima el mar circunfuso occidental al interno de Siria. En este sitio falta poco para que los dos mares se reúnan formando una isla, como en efecto habría de suceder a no quedar un corto espacio intermedio en la extensión de un día entero de camino en el lugar de la entrada, que llaman las Puertas por que Al-Ándalus se une al Continente. Por tanto, Al-Ándalus en toda su extensión está rodeada de mar, ya sea el mar circunfuso de Occidente, ya el mar interno, que sube también un poco al lado de Levante, dándole confines por Oriente, Poniente y algo del Norte el citado mar circunfuso, y limitándola por parte de Mediodía y Oriente el mar interno, llamado así a causa de introducirse en las tierras, adonde avanza según algunos, hasta llegar al séptimo clima.


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194 págs. / 5 horas, 40 minutos / 220 visitas.

Publicado el 21 de junio de 2018 por Edu Robsy.

Vittoria Accoramboni

Stendhal


Cuento, Crónica


Para desgracia mía y del lector, esto no es una novela, sino la traducción fiel de una historia muy seria escrita en Padua en diciembre de 1585.

Hace algunos años me encontraba en Mantua, buscando esbozos y cuadros pequeños al alcance de mi pequeña fortuna, pero quería que fueran de pintores anteriores al año 1600; por aquel entonces terminaba de eclipsarse la originalidad italiana, que ya había estado en grave peligro con la toma de Florencia en 1530.

En vez de cuadros, un viejo aristócrata tan rico como avaro me propuso venderme, a precio muy alto, unos viejos manuscritos que el tiempo había teñido de amarillo; le pedí que me dejara hojearlos; me lo permitió, añadiendo que se fiaba de mi honestidad para que no recordara las anécdotas sabrosas que leyera, si no compraba los manuscritos.


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27 págs. / 48 minutos / 86 visitas.

Publicado el 24 de junio de 2018 por Edu Robsy.

Viaje a Arzrum Durante la Campaña de 1827

Aleksandr Pushkin


Crónica, Viajes


Introducción

Hace poco cayó en mis manos un libro publicado en París el pasado año de 1834 y titulado Voyages en Orient entrepris par ordre du Gouvernement Français. El autor, que describe a su manera la campaña de 1829, concluye sus reflexiones con las siguientes palabras:

Un poète distingué par son imagination a trouvé dans tant de hauts faits dont il a été témoin, non le sujet d’un poème, mais celui d’une satyre.

He sabido solamente de dos poetas que estuvieran en la campaña turca: A. S. Jomyakov y A. N. Muravyev. Ambos se encontraban en el ejército del conde Díbich. El primero escribió en aquella ocasión varios hermosos poemas líricos, el segundo estaba trabajando en su libro de viajes por los Santos Lugares, que tanto éxito tuvo. Pero no he leído ninguna sátira de la campaña de Arzrum.

Nunca se me habría ocurrido que se trataba de mí si no hubiera encontrado mi propio nombre entre los de los generales del Cuerpo Independientes del Cáucaso. Parmi les chefs qui la commandaient (l’armée du Prince Paskewitch) on distinguait le Général Mouravief… le Prince Géorgien Tsitsevaze… le Prince Arménien Beboutof… le Prince Potemkine, le Général Raiewsky, et enfin —Mr. Poushkine… qui avait quitté la capitale pour chanter les exploits de ses compatriotes.


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52 págs. / 1 hora, 31 minutos / 97 visitas.

Publicado el 25 de junio de 2018 por Edu Robsy.

Francia Combatiente

Edith Wharton


Historia, Crónica


1. La imagen de París. Agosto de 1914 - Febrero de 1915

I. Agosto

El día 30 de julio de 1914, tras salir de Poitiers con dirección norte, almorzamos bajo los manzanos en un lugar próximo a la carretera, a los pies de una pradera. Ante nuestros ojos, a derecha e izquierda, se extendían nuevos terrenos agrestes que conducían hacia un bosque y hacia la torre del campanario de un pequeño pueblo. Todo a nuestro alrededor desplegaba la tranquilidad del mediodía, y nos mostraba esa sobria disciplina que con tanta facilidad la memoria del viajero está dispuesta a evocar como propia del paisaje francés. A veces, estos campos divididos por simples muros de piedra y esas aldeas grises y compactas pueden parecerle, incluso a alguien acostumbrado al lugar, espacios monótonos e insulsos; en cambio, en otros momentos, una imaginación sensible es capaz de captar en cada pedazo de tierra, e incluso en cada surco, la vigilante e incesante fidelidad que generaciones y generaciones vinculadas a la tierra han mantenido hacia ella. El propio pedazo de paisaje que se mostraba ante nosotros nos hablaba, línea a línea, de ese mismo vínculo. El aire parecía llegarnos cargado de los prolongados murmullos del esfuerzo humano, del ritmo de las labores que han de repetirse una y otra vez, y la serenidad de la escena parecía alejar de nosotros con una sonrisa los rumores de guerra que nos venían persiguiendo desde el inicio de la jornada.


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143 págs. / 4 horas, 10 minutos / 76 visitas.

Publicado el 26 de agosto de 2018 por Edu Robsy.

El Drama de 1793

Alejandro Dumas


Historia, Crónica


Capítulo I

Sumario.—El rey vuelve a París.—Escarapela nacional.—La nación.—El león y el perro.—La Asamblea sigue los pasos del rey.—El palacio arzobispal.—Guerra declarada a las palabras.—Abandono de Versalles.—Madlle. de Montansier.—Mirabeau.—La ley marcial.—El panadero François.—Sus defensores.—Su muerte.—Su mujer.—Su hijo.—Se pide, discute y decreta la ley marcial.—Fleur d’Epine.—Socorros a la viuda del panadero.—Texto de la ley marcial.—Loustalot y Marat.—Mirabeau.—Lafayette. —Destierro del duque de Orleans.—El siervo del monte Jura.—Su recibimiento en la Asamblea.—Visitas hechas a las cárceles civiles y eclesiásticas.—Los votos.—Los judíos.—Los cómicos.—Los protestantes.—Rabaud-Saint-Etienne.—Errores de la Asamblea.—Electores.—Elegibles.—Ciudadanos activos y pasivos.—Robespierre y Gregorio.—Prieur de la Marne.—Camillo Desmoulins.—Las caricaturas.—Los bienes del clero.—El obispo de Autun.—Vacaciones de los parlamentos.—Esquelas funerales de convite.—El picadero.—Los caballos.—El cartel de teatro.—Los actores.—Los Bayos.—Los Negros.—Los Imparciales.


Hubiéramos podido titular esta obra Luis XVI y la Revolución; porque, en efecto, partiendo de la época en que principiamos nuestro relato, esto es, del 6 de octubre de 1789, Luis XVI y la Revolución se encuentran ya frente a frente.

La vuelta del rey a París, reconquistado, como dijo Bailly, por su pueblo, completado una manera lógica la insurrección que tuvo origen en la Bastilla y obligó al monarca a que dejase momentáneamente su palacio de Versalles para ir a reconocer en el Hôtel-de-Ville la escarapela tricolor como escarapela nacional.


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548 págs. / 15 horas, 59 minutos / 137 visitas.

Publicado el 10 de febrero de 2019 por Edu Robsy.

Peregrinaciones

Rubén Darío


Viajes, Crónica


En París

En París

I

París, 20 de Abril de 1900.

En el momento en que escribo la vasta feria está ya abierta. Aún falta la conclusión de ciertas instalaciones: aun dar una vuelta por el enorme conjunto de palacios y pabellones es exponerse a salir lleno de polvo. Pero ya la ola repetida de este mar humano ha invadido las calles de esa ciudad fantástica que, florecida de torres, de cúpulas de oro, de flechas, erige su hermosura dentro de la gran ciudad.

Hay parisienses de París que dicen que los parisienses se van lejos al llegar esta invasión del mundo; yo sólo diré que las parisienses permanecen, y entre los grupos de english, entre los blancos albornoces árabes, entre los rostros amarillos del Extremo Oriente, entre las faces bronceadas de las Américas latinas, entre la confusión de razas que hoy se agitan en París, la fina y bella y fugaz silueta de las mujeres más encantadoras de la tierra, pasa. Es el instante en que empieza el inmenso movimiento. La obra está realizada y París ve que es buena. Quedará, por la vida, en la memoria de los innumerables visitantes que afluyen de todos los lugares del globo, este conjunto de cosas grandiosas y bellas en que cristaliza su potencia y su avance la actual civilización humana.


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Dominio público
165 págs. / 4 horas, 50 minutos / 181 visitas.

Publicado el 6 de abril de 2019 por Edu Robsy.

El Hospedador de Provincia

Duque de Rivas


Crónica


¿Quién podrá imaginar que el hombre acomodado que vive en una ciudad de provincia, o en un pueblo de alguna consideración y que se complace en alojar y obsequiar en su casa a los transeúntes que le van recomendados, o con quienes tiene relación, es un tipo de la sociedad española y un tipo que apenas ha padecido la más ligera alteración en el trastorno general, que no ha dejado títere con cabeza? Pues sí, pío lector; ese benévolo personaje que se ejercita en practicar la recomendable virtud de la hospitalidad, y a quien llamaremos el Hospedador de provincia, es una planta indígena de nuestro suelo, que se conserva inalterable, y que vamos a procurar describir con la ayuda de Dios.

Recomendable virtud hemos llamado a la hospitalidad, y recomendada la vemos en el catálogo de las obras de misericordia, siendo una de ellas dar posada al peregrino, y otra, dar de comer al hambriento. Esto basta para que, el que en ellas se ejercite, cumpla con un deber de la humanidad y de la religión, y desde este punto de vista no podemos menos de tributar los debidos elogios al hospedador de provincia. Pero, ¡ay!, que si a veces es un representante de la Providencia, es más comúnmente un cruel y atormentador verdugo del fatigado viajero, una calamidad del transeúnte, un ente vitando para el caminante. Y lo que es yo, pecador que escribo estos renglones, quisiera, cuando voy de viaje, pasar antes la noche al raso o


en un pastoril albergue
que la guerra entre unos robles
lo olvidó por escondido
o lo perdonó por pobre,
 


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Dominio público
10 págs. / 18 minutos / 134 visitas.

Publicado el 14 de mayo de 2019 por Edu Robsy.

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