Textos más populares esta semana etiquetados como Crónica | pág. 7

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El Sentimiento de la Catarata

Horacio Quiroga


Crónica, artículo


En sus mil trescientos kilómetros de curso desde las sierras brasileñas hasta su desembocadura en el Paraná, el rio Iguazú debe salvar un desnivel de 800 metros. Como se trata de una gran masa de agua de velocidad normal, y no de una avenida de montaña, se explica que el álveo del río se quiebre repetidas veces en numerosas y rápidas cascadas, para autorizar de algún modo aquella fuerte cota.

La cuenca del Iguazú es, en efecto, una de las más poderosas fuentes de hulla blanca del mundo entero. Si el Iguazú nace a novecientos metros de altura, sus numerosísimos afluentes cobran origen a mil trescientos metros, para vaciarse en aquél tras un curso relativamente breve. Toda esa vasta cuenca se revuelve, pues, en tumbos de agua, cachuelas, saltos y cataratas, cuya sacudida, propagándose de unos a otros sin solución de continuidad, mantiene, puede decirse, a la zona entera en un sordo e interminable fragor.

La cuenca del Iguazú no es dilatada, pero el régimen de lluvias torrenciales a qué está sometida compensa al exceso su brevedad. Los ciento veinticuatro kilómetros cúbicos de agua que se desploman por año sobre los bosques natales son absorbidos en su mitad por el Iguazú. Y si estamos atentos al desnivel apuntado. comprenderemos que cada caída a plomo de esa inmensidad líquida encierre una formidable energía mecánica.


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Publicado el 14 de noviembre de 2022 por Edu Robsy.

La Duquesa Palliano

Stendhal


Cuento, Crónica


Palermo, a 22 de julio de 1838

Yo soy naturalista, y mis conocimientos de griego son muy limitados; el objetivo principal de mi viaje a Sicilia no ha sido observar los fenómenos del Etna, ni arrojar ninguna luz, para mí mismo o para los demás, sobre lo que los antiguos autores griegos dijeron de Sicilia. Buscaba ante todo los placeres de la vista, que son muchos en ese lugar tan especial. Se parece, según dicen, a África; pero lo que en mi opinión está fuera de toda duda es que solo se parece a Italia en la voracidad de las pasiones. Precisamente de los sicilianos puede decirse que la palabra imposible no existe para ellos desde el momento en que les inflama el amor o el odio; y el odio, en ese hermoso lugar, nunca se debe a una cuestión de dinero.

Debe tenerse en cuenta que en Inglaterra, y sobre todo en Francia, a menudo se habla de la pasión italiana, de la pasión desenfrenada que existía en la Italia de los siglos XVI y XVII. En nuestros días, aquella gran pasión ha muerto, definitivamente, entre las clases que se han visto afectadas por la imitación de las costumbres francesas y por los comportamientos que están de moda en París o en Londres.

Ya sé que puede decirse que, desde la época del rey Carlos V (1530), Nápoles y Florencia, e incluso Roma, imitaron en cierto modo las costumbres españolas; ¿pero acaso aquellos hábitos sociales tan nobles no se basaban en el respeto ilimitado que todo hombre digno de ese nombre debe tener por lo que siente su alma? Lejos de excluir la energía, la exageraban, mientras que la primera máxima de los fatuos que imitaban al duque de Richelieu, hacía 1760, era la de no parecer inmutarse por nada. La máxima de los dandis ingleses, que en la Nápoles de nuestros días se prefiere a los fatuos franceses, ¿no es acaso la de parecer aburrirse con todo, superiores a todo?


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Publicado el 24 de junio de 2018 por Edu Robsy.

Viaje a Arzrum Durante la Campaña de 1827

Aleksandr Pushkin


Crónica, Viajes


Introducción

Hace poco cayó en mis manos un libro publicado en París el pasado año de 1834 y titulado Voyages en Orient entrepris par ordre du Gouvernement Français. El autor, que describe a su manera la campaña de 1829, concluye sus reflexiones con las siguientes palabras:

Un poète distingué par son imagination a trouvé dans tant de hauts faits dont il a été témoin, non le sujet d’un poème, mais celui d’une satyre.

He sabido solamente de dos poetas que estuvieran en la campaña turca: A. S. Jomyakov y A. N. Muravyev. Ambos se encontraban en el ejército del conde Díbich. El primero escribió en aquella ocasión varios hermosos poemas líricos, el segundo estaba trabajando en su libro de viajes por los Santos Lugares, que tanto éxito tuvo. Pero no he leído ninguna sátira de la campaña de Arzrum.

Nunca se me habría ocurrido que se trataba de mí si no hubiera encontrado mi propio nombre entre los de los generales del Cuerpo Independientes del Cáucaso. Parmi les chefs qui la commandaient (l’armée du Prince Paskewitch) on distinguait le Général Mouravief… le Prince Géorgien Tsitsevaze… le Prince Arménien Beboutof… le Prince Potemkine, le Général Raiewsky, et enfin —Mr. Poushkine… qui avait quitté la capitale pour chanter les exploits de ses compatriotes.


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Publicado el 25 de junio de 2018 por Edu Robsy.

Vittoria Accoramboni

Stendhal


Cuento, Crónica


Para desgracia mía y del lector, esto no es una novela, sino la traducción fiel de una historia muy seria escrita en Padua en diciembre de 1585.

Hace algunos años me encontraba en Mantua, buscando esbozos y cuadros pequeños al alcance de mi pequeña fortuna, pero quería que fueran de pintores anteriores al año 1600; por aquel entonces terminaba de eclipsarse la originalidad italiana, que ya había estado en grave peligro con la toma de Florencia en 1530.

En vez de cuadros, un viejo aristócrata tan rico como avaro me propuso venderme, a precio muy alto, unos viejos manuscritos que el tiempo había teñido de amarillo; le pedí que me dejara hojearlos; me lo permitió, añadiendo que se fiaba de mi honestidad para que no recordara las anécdotas sabrosas que leyera, si no compraba los manuscritos.


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Publicado el 24 de junio de 2018 por Edu Robsy.

Los Cenci

Stendhal


Cuento, Crónica


El don Juan de Molière es un hombre galante, qué duda cabe, pero se trata ante todo de una persona distinguida; además de abandonarse a la inclinación irresistible que le arrastra hacia las mujeres hermosas, necesita seguir cierto modelo ideal, quiere ser alguien a quien se admiraría soberanamente en la corte de un rey galante y lleno de ingenio.

El don Juan de Mozart ya es más cercano a la naturaleza, menos francés, tiene menos en cuenta la opinión de los demás; lo que le importa más no es aparentar, como dice el barón de Fœneste, de d’Aubigné. Solo contamos con dos retratos del don Juan italiano, como debió darse, en ese hermoso país, en el siglo dieciséis, en los albores de la civilización renacentista.

De esos dos retratos, hay uno que no puedo dar a conocer en absoluto, por lo estirada que es nuestra época; cabe recordar la genial expresión que le he oído repetir tantas veces a lord Byron: This age of cant. Esa hipocresía tan tediosa y que no engaña a nadie tiene la enorme ventaja de dar algo de qué hablar a los tontos: se escandalizan porque alguien se ha atrevido a decir algo; porque alguien se ha atrevido a reírse de otra cosa, etc. Su desventaja es que reduce demasiado el ámbito de la historia.

Si el lector tiene la amabilidad de permitírmelo, presentaré aquí, con toda humildad, una semblanza histórica del segundo don Juan, del que sí podemos hablar en 1837; se llamaba Francisco Cenci.


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Publicado el 24 de junio de 2018 por Edu Robsy.

Artículos Ligeros sobre Asuntos Trascendentales

José Tomás de Cuéllar


Artículo, crónica


Los faroles

No es nuestro ánimo tratar aquí de los hombres vacíos á quienes el mundo llama faroles, ni de autoridades caricaturescas á quienes suele llamárseles farolones, ni tampoco de aquéllos á quienes por vanos, pretenciosos y farsantes se les dice faroleros. Lejos de nosotros tan mezquinas personalidades. Vamos á ocuparnos simplemente de la importancia social del farol; mueble cuya principal calidad es estar vacío, y que á nosotros se nos antoja que está lleno de muchas cosas importantes, curiosas y buenas de contarse, por ser un tanto cuanto trascendentales.

Los mexicanos de la presente y de las pasadas generaciones, á contar de algún tiempo después de la conquista, hemos nacido viendo faroles: solo que, desde el tiempo de los virreyes hasta la independencia y poco después, los faroles tenían para nosotros casi exclusivamente esta significación: la iglesia. El culto católico fué, mientras pudo, introductor, mantenedor y consumidor de los faroles.

Los faroleros (hablamos, se entiende, de los constructores de faroles, y no de las personas de quienes desde un principio dijimos que no queríamos hablar) los faroleros, pues, han debido ser dos veces afectos al culto; porque este culto con faroles, era además de su religión, su subsistencia.

Ya se recordará que esta dichosa capital, con sus doscientas iglesias, sus doscientas fiestas titulares, sus doscientos novenarios y octavarios, en todo lo que, lo primero indispensable eran los faroles, debió llegar á acopiarlos en cantidades fabulosas.


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Publicado el 23 de octubre de 2021 por Edu Robsy.

Estudios del Natural

Arthur Conan Doyle


Crónica


El holocausto de Manor Place

Cuando uno estudia la psicología criminal, llega forzosamente a la conclusión de que la más peligrosa de todas las mentalidades es la del hombre desmesuradamente egoísta. Es este un hombre que ha perdido su sentido de la proporción. Su propia voluntad y su propio interés han borrado en él toda conciencia de sus obligaciones hacia la comunidad. El carácter impulsivo, los celos, la sed de venganza, engendran el crimen; pero el egoísmo llevado hasta la locura es el más peligroso y también el más odioso de sus progenitores. Sir Willoughby Patterne, el eterno prototipo de todos los egoístas, puede ser un personaje divertido e inofensivo a condición de que todo le vaya bien; pero basta con que le sea negado algo de lo que desea, para que de ello se deriven las más monstruosas consecuencias.

Huxley ha dicho que en esta vida, uno está perpetuamente jugando una partida con un adversario invisible, que sólo deja sentir su presencia cuando uno comete una falta: entonces, le impone un castigo. El jugador que comete la falta de ser egoísta puede tener que pagar un precio terrible por ello. Pero hay algo inexplicable en las reglas de ese juego y es que algunos, que son sólo espectadores de la partida, pueden verse obligados a ayudarle a pagar. Lean la historia de William Godfrey Youngman, y vean lo difícil que es entender las reglas que rigen dichos castigos. Aprendan también que el egoísmo no es un pecadillo inofensivo, sino una malvada raíz capaz de producir los más monstruosos frutos.


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Publicado el 18 de enero de 2018 por Edu Robsy.

Artículos Ligeros sobre Asuntos Trascendentales

José Tomás de Cuéllar


Artículo, crónica


La imprenta

Por más que hayamos de resignarnos á sufrir las consecuencias de inflexible ley de las evoluciones sociales, y á no ser nosotros quienes recojamos el fruto de las ideas que humildemente emitimos para remediar ciertos males, nos creemos en el deber de insistir en nuestros propósitos, siquiera para preparar el campo de las discusiones que se suscitarán mas tarde, cuando la sociedad nuestra, aburrida de este período de inanición, se encamine con paso seguro á su progreso y mejoramiento.

Inútil será insistir una vez más en la ineludible necesidad de propagar la instrucción pública, cuando puede asegurarse que esta tendencia está ya elevada entre nosotros á la categoría de sentimiento verdaderamente nacional; pero por lo mismo que de este gran principio depende nuestra completa regeneración social, debemos consagrar una atención muy preferente á las cuestiones que se relacionan con el desenvolvimiento de este gran plan civilizador, considerando que, así como el progreso material de un pueblo está hoy representado especialmente por sus ferrocarriles, el progreso moral é intelectual está representado por la imprenta.


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Publicado el 23 de octubre de 2021 por Edu Robsy.

Vistazos

José Tomás de Cuéllar


Artículo, crónica


Educación social y política en las escuelas

No nos cansaremos de encarecer en nuestra tarea incesante de abogar por el bien del pueblo, la importancia de la educación moral y social, como el único medio posible de corregir costumbres inveteradas que han de ejercer todavía influencia muy decisiva y tal vez funesta en nuestro modo de ser político.

Uno de los males que más salta á la vista en la presente situación de México es el indiferentismo político; y por más que militen causas poderosas para determinarlo, como consecuencia precisa de los acontecimientos, hay que reconocer que este mal tiene por origen moral una deficiencia en la educación.

Viene en corroboración de este aserto la especie de reacción que empieza á operarse, en la juventud respecto á nuestra historia política. Hace sólo un año la juventud de los colegios tomó una parte activa en la celebración de las fiestas de nuestra independencia; y esta idea ha partido naturalmente de los grupos de alumnos mas recientemente impresionados con el aprendizaje de la historia de México; y el haberlos alentado y protegido en su loable pensamiento de conmemorar los hechos gloriosos de nuestra historia, no ha sido otra cosa que darles una lección práctica de buena educación civil...


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Publicado el 23 de octubre de 2021 por Edu Robsy.

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