Cacería del Zorrino
Horacio Quiroga
Cuento infantil
Chiquitos:
Uno de los animales salvajes más bonitos de la Argentina y Uruguay es un pequeño zorro de color negro sedoso, con una ancha franja plateada que le corre a lo largo del lomo. Tiene una magnífica cola de largos y nudosos pelos, que enarbola como un plumero.
Este zorrito, en vez de caminar, se traslada de un lado a otro con un galopito corto lleno de gracia. Es mansísimo y a la vista de una persona ni piensa siquiera en huir. Posee una gracia de movimientos que le envidiarían las mismas ardillas, y pocos animalitos del mundo dan más ganas de acariciarlos.
Pero el que pone la mano encima de esta bellísima criatura, chiquitos míos, no vuelve a hacerlo en su vida.
Una vez, en el departamento de Paysandú, en la República Oriental del Uruguay, fui testigo del mal rato que dio este lindo zorrito a un joven inglés recién llegado a América.
Ustedes saben, chiquitos, que nosotros, en la región del Plata, atribuimos siempre a los ingleses las anécdotas o cuentos basados sobre un error de lengua. Los ingleses en general no tienen la tonta vergüenza nuestra de no querer hablar un idioma porque lo pronunciamos mal. Ellos, de lo que sienten vergüenza, es de no hacer lo posible por aprender en seguida la lengua del país donde viven. De aquí que cometan al principio muchos errores de pronunciación, que a nosotros nos hacen reír y que fomentamos muchas veces por malicia.
A un joven inglés, pues, y a propósito del Iindo bichito que nos ocupa, le vi cometer el más tremendo error que sea posible cometer.
Yo había llegado hacía diez 10 a una estancia solitaria poblada por una vieja familia criolla, y amiga, como todos los criollos viejos, de embromar a los extranjeros recién venidos.
Dominio público
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Publicado el 22 de enero de 2024 por Edu Robsy.