El Oso y el Reyezuelo
Hermanos Grimm
Cuento infantil
El oso y el lobo se paseaban un día por el bosque, cuando el oso oyó cantar a un pájaro.
—Hermano lobo, le preguntó, ¿quién es ese hermoso cantor?
—Es el rey de los pájaros, contestó el lobo, debemos saludarle.
Era en efecto el reyezuelo.
—En ese caso, dijo el oso, S. M. tendrá su correspondiente palacio. Me alegraría verle.
—Eso no es tan fácil como piensas, replicó el lobo, pues es preciso aguardar a que esté en él la reina.
La reina llegó en este intermedio, la cual, lo mismo que el rey, tenía en su pico gusanillos para dar de comer a sus hijuelos. El oso los hubiera seguido con mucho gusto, pero le detuvo el lobo por la manga, diciéndole:
—No, espera a que salgan.
Tuvieron únicamente cuidado con el lugar donde se hallaba el nido, y continuaron su camino.
Mas el oso no podía parar de curiosidad hasta ver el palacio del rey de los pájaros, y no tardó en volver. El rey y la reina estaban fuera; dirigió una mirada a hurtadillas, y vio cinco o seis pajarillos acostados en el nido.
—Si es este el palacio, exclamó, es un palacio bien triste; y en cuanto a vosotros, vosotros no sois hijos de un rey, sino unas criaturas bien pequeñas e innobles.
Los reyezuelos se incomodaron mucho al oír esto y comenzaron a gritar:
—No, no, no, nosotros no somos lo que nos dices; nuestros padres son nobles; pagarás cara esta injuria.
El lobo y el oso tomaron miedo al oír esta amenaza y se refugiaron en sus agujeros.
Pero los reyezuelos continuaron gritando y haciendo ruido, y dijeron a sus padres en cuanto vinieron a traerles de comer:
—El oso ha venido a insultarnos, no nos menearemos de aquí, y no comeremos nada hasta que hayáis dejado bien puesta nuestra reputación.
—No tengáis cuidado, les dijo el rey, volveré por vuestra honra.
Y marchó volando con la reina hasta el agujero del oso, donde le gritó:
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Publicado el 23 de agosto de 2016 por Edu Robsy.