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Juan de Mairena

Antonio Machado


Miscelánea, aforismos, ensayo


Habla Juan de Mairena a sus alumnos

I

La verdad es la verdad, dígala Agamenón o su porquero.

AGAMENÓN. Conforme.

EL PORQUERO. No me convence.

* * *

(Mairena, en su clase de Retórica y Poética).

—Señor Pérez, salga usted a la pizarra y escriba: «Los eventos consuetudinarios que acontecen en la rúa».

El alumno escribe lo que se le dicta.

—Vaya usted poniendo eso en lenguaje poético.

El alumno, después de meditar, escribe: «Lo que pasa en la calle».

MAIRENA. No está mal.

* * *

—Cada día, señores, la literatura es más escrita y menos hablada. La consecuencia es que cada día se escriba peor, en una prosa fría, sin gracia, aunque no exenta de corrección, y que la oratoria sea un refrito de la palabra escrita, donde antes se había enterrado la palabra hablada. En todo orador de nuestros días hay siempre un periodista chapucero. Lo importante es hablar bien: con viveza, lógica y gracia. Lo demás se os dará por añadidura.

* * *

(Sobre el diálogo y sus dificultades).

«Ningún comediógrafo hará nada vivo y gracioso en el teatro sin estudiar a fondo la dialéctica de los humores». Esta nota de Juan de Mairena va acompañada de un esquema de diálogo en el cual uno de los interlocutores parece siempre dispuesto a la aquiescencia, exclamando a cada momento ¡Claro!, ¡claro!, mientras el otro replica indefectiblemente: ¡Oh, no tan claro!, ¡no tan claro! En este diálogo, el uno acepta las razones ajenas casi sin oírlas, y el otro se revuelve contra las propias, ante el asentimiento de su interlocutor.

* * *


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Dominio público
324 págs. / 9 horas, 28 minutos / 1.424 visitas.

Publicado el 5 de enero de 2020 por Edu Robsy.

El Arte y la Revolución

César Vallejo


Ensayo, arte, política


Función revolucionaria del pensamiento

La confusión es fenómeno de carácter orgánico y permanente en la sociedad burguesa. La confusión se densifica más cuando se trata de problemas confusos ya por los propios términos históricos de su enunciado. Esto último ocurre con el problema, flamante y, a la vez, viejo, de los deberes del intelectual ante la revolución. Es ya intrincado este problema tal como lo plantea el materialismo histórico. Al ser formulado o simplemente esbozado por los intelectuales burgueses, toma el aspecto de un caos insoluble.

Empecemos recordando el principio que atribuye al pensamiento una naturaleza y una función exclusivamente finalistas. Nada se piensa ni se concibe, sino con el fin de encontrar los medios de servir a necesidades e intereses precisos de la vida. La psicología tradicional, que veía en el pensamiento un simple instrumento de contemplación pura, desinteresada y sin propósito concreto de subvenir a una necesidad, también concreta, de la vida, ha sido radicalmente derogada. La inflexión finalista de todos los actos del pensamiento, es un hecho de absoluto rigor científico, cuya vigencia para la elaboración de la historia, se afirma más y más en la explicación moderna del espíritu.

Hasta la metafísica y la filosofía a base de fórmulas algebraicas, de puras categorías lógicas, sirven, subconscientemente, a intereses y necesidades concretas, aunque «refoulés», del filósofo, relativas a su clase social, a su individuo o a la humanidad. Lo mismo acontece a los demás intelectuales y artistas llamados «puros». La poesía «pura» de Paul Valéry, la pintura «pura» de Gris, la música «pura» de Schoenberg, —bajo un aparente alejamiento de los intereses, realidades y formas concretas de la vida— sirven, en el fondo, y subconscientemente, a estas realidades, a tales intereses y a cuales formas.


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Dominio público
63 págs. / 1 hora, 51 minutos / 1.381 visitas.

Publicado el 11 de abril de 2020 por Edu Robsy.

Lo Repetido Es Falso

Arturo Robsy


Ensayo


Primer asalto

Los que leen habitualmente artículos o ensayos del autor saben ya que gusta de dar la vuelta a la frase del Dr. Goebbels. Sí él tenía la misión política de convencer sobre ideas y personas, nosotros, los ciudadanos normales, tenemos la obligación de no dejarnos engañar: nos van en ello la Justicia y la Libertad. Si nos repiten algo hasta que, invariablemente, creemos que lo hemos pensado nosotros, lo repetido es falso y a esta sencilla máxima hay que remitirse ante cualquier duda o incredulidad.

Durante los días de redacción de este mínimo opúsculo sucedió la detención del Excmo. Sr. General D. Augusto Pinochet, sobre el que determinados medios (muy insistentes en España) llevaban veinticinco años predicando la dureza de la dictadura y, sólo después de que las Madres de Mayo recibieran un buen apoyo internacional, se le empezó a atacar como genocida, crimen que no se le había atribuido antes y en el que no se ponen de acuerdo: una asociación chilena cifra en algo más de un millar las víctimas de la mini guerra civil. Otros en España apuntan hasta 30.000. Esto sólo significa una cosa: mienten las dos opiniones. Pero este no es un cuaderno de noticias y el caso, además, lo verán los tribunales.

Por las mismas fechas, que coincidían con elecciones en la autonomía Vasca, un prócer socialista recomendaba al gobierno una «reinserción discreta» de los terroristas de la Eta, es decir, que se mintiera o, al menos, que no se informara a los ciudadanos. Y parece que fue escuchado.

Simples ejemplos de la poca importancia que se da a la verdad en España y del mucho uso que se hace de la mentira. Y es esa mentira la que hiere la convivencia natural de las personas, la que las enfrenta y la que les arrebata partes del mundo que debieran conocer para ser algo más libres, porque todo el que piensa exactamente igual que otros, no es libre,


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Licencia limitada
91 págs. / 2 horas, 40 minutos / 12 visitas.

Publicado el 10 de julio de 2024 por Edu Robsy.

Intenciones

Oscar Wilde


Ensayo, Teatro


La decadencia de la mentira

UN DIÁLOGO

Personajes: Cyril y Vivian

Lugar: Biblioteca de una casa de campo en Nottingham.

CYRIL (Mientras que entra por la puerta-balcón abierta de la terraza.).- Pasa usted demasiado tiempo encerrado en la biblioteca, querido. Hace una tarde magnífica y el aire es tibio. Flota sobre el bosque una bruma rojiza como la flor de los ciruelos. Vayamos a tumbarnos sobre la hierba, nos fumaremos un cigarrillo y gozaremos de la madre Naturaleza.

VIVIAN.- ¡Gozar de la Naturaleza! Antes que nada quiero que sepa que he perdido esa facultad por completo. Dicen las personas que el Arte nos hace amar aún más a la Naturaleza, que nos revela sus secretos y que una vez estudiados estos concienzudamente, según afirman Corot y Constable, descubrimos en ella cosas que antes escaparon a nuestra observación. A mi juicio, cuanto más estudiamos el Arte, menos nos preocupa la Naturaleza. Realmente lo que el Arte nos revela es la falta de plan de la Naturaleza, su extraña tosquedad, su extraordinaria monotonía, su carácter completamente inacabado. La Naturaleza posee, indudablemente, buenas intenciones; pero como dijo Aristóteles hace ya tiempo que no puede llevarlas a cabo. Cuando miro un paisaje, me es imposible dejar de ver todos sus defectos. A pesar de lo cual, es una suerte para nosotros que la Naturaleza sea tan imperfecta, ya que de no ser así no existiría el Arte. El Arte es nuestra enérgica protesta, nuestro valiente esfuerzo para enseñar a la naturaleza cuál es su verdadera función. En cuanto a eso de la infinita variedad de la Naturaleza, no es más que un mito. La variedad no se puede encontrar en la Naturaleza misma, sino en la imaginación, en la fantasía o en la ceguera cultivada de su observador.


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Dominio público
179 págs. / 5 horas, 14 minutos / 742 visitas.

Publicado el 12 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

Ensayo Sobre el Origen de las Lenguas

Jean-Jacques Rousseau


Ensayo


I. De los diversos medios de comunicar nuestros pensamientos

La palabra distingue al hombre entre los animales: el lenguaje distingue a las naciones entre sí; sólo se sabe de dónde es un hombre hasta que ha hablado. El uso y la necesidad hacen aprender a todos la lengua de su país; pero ¿qué hace que esa lengua sea la de su país y no la de otro? Para decirlo, es preciso remontarse a alguna razón concerniente a lo local, y que sea anterior a las costumbres mismas: por ser la primera institución social, la palabra sólo debe su forma a causas naturales.

Tan pronto como un hombre fue reconocido por otro como un ser sensible, pensante y similar a él, el deseo o la necesidad de comunicarle sus sentimientos y sus pensamientos lo llevó a buscar los medios apropiados para ello. Tales medios sólo pueden sacarse de los sentidos, únicos instrumentos por los que puede un hombre actuar sobre otro. De ahí, pues, la institución de los signos sensibles para expresar el pensamiento. Los inventores del lenguaje no se hicieron este razonamiento, pero el instinto les sugirió su consecuencia.

Los medios generales por los que podemos actuar sobre los sentidos de otros se limitan a dos, a saber: el movimiento y la voz. La acción del movimiento es inmediata por el tacto o mediata por el gesto: la primera, cuyo límite es la longitud del brazo, no puede transmitirse a distancia, pero en cambio la otra alcanza tan lejos como el radio visual. Por ello solamente quedan la vista y el oído como órganos pasivos del lenguaje entre los hombres dispersados.


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Dominio público
56 págs. / 1 hora, 39 minutos / 1.216 visitas.

Publicado el 18 de octubre de 2017 por Edu Robsy.

El Secreto de la Vida

Miguel de Unamuno


Ensayo


Hace tiempo, mi más querido amigo, que el corazón me pedía que te escribiese. Ni él ni yo sabíamos sobre qué, pues no era sino un vehementísimo anhelo de hablar confidencialmente contigo y no con otro.

Muchas veces me has oído decir que, cada nuevo amigo que ganamos en la carrera de la vida, nos perfecciona y enriquece, más aún que por lo que de él mismo nos da, por lo que de nosotros mismos nos descubre. Hay en cada uno de nosotros cabos sueltos espirituales, rincones del alma, escondrijos y recovecos de la conciencia que yacen inactivos e inertes, y acaso nos morimos sin que se nos muestren a nosotros mismos, a falta de las personas que mediante ellos comulguen en espíritu con nosotros y que merced a esta comunión nos los revelen. Llevamos todos ideas y sentimientos potenciales que sólo pasarán de la potencia al acto si llega el que nos los despierte. Cada cual lleva en sí un Lázaro que sólo necesita de un Cristo que lo resucite, y ¡ay de los pobres Lázaros que acaban bajo el sol su carrera de amores y dolores aparenciales sin haber topado con el Cristo que les diga: levántate!

Y así como hay regiones de nuestro espíritu que sólo florecen y fructifican bajo la mirada de tal o cual espíritu que viene de la región eterna a que ellas en el tiempo pertenecen, así cuando esa mirada nos está por la ausencia velada, esas tierras la anhelan como anhela toda tierra el sol para arrojar plantas de flor y de fruto. Y los pegujares de mi espíritu, que dejaron de ser yermos cuando te conocí y me los fecundaste con tu palabra, esos pegujares están hace tiempo queriendo producir. Y he aquí por qué anhelaba escribirte, sin saber bien sobre qué.


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Dominio público
15 págs. / 26 minutos / 1.484 visitas.

Publicado el 13 de septiembre de 2018 por Edu Robsy.

El Imperio Jesuítico

Leopoldo Lugones


Ensayo


Prefacio de la segunda edición

La buena acogida que tuvo el presente libro en su primera edición, completamente agotada, ha dado ánimo á mis editores, los señores Arnoldo Moen y Hermano, para lanzar esta segunda, cuyo éxito esperan con mayor confianza que yo, y con mejor cálculo sin duda.

He querido corresponder á su intento, corrigiendo escrupulosamente mis páginas, enriqueciéndolas con nuevos datos y escribiendo otro capítulo, donde trato de la política que los padres desarrollaron en el Paraguay.

Reconozco que esta omisión desfavorecía mi primer trabajo; pero como es tan raro en las letras salir perjudicado por exceso de concisión, resulta que en el lapso de las dos ediciones, ha visto la luz un documento tan importante como la «Historia de las Revoluciones de la provincia del Paraguay», por el P. Lozano, proporcionándome una nueva y preciosa fuente, en la cual mucho bebí desde luego. También ello me ha servido para definir mi opinión sobre Antequera y sobre el carácter de la revolución que encabezó; de suerte que no ha habido sino ventajas en aquel silencio, determinado, después de todo, por una recóndita vacilación de mi criterio.

Se dirá que no es de historiador esta confesión; pero no me tengo por tal, profesionalmente hablando, y desde Sócrates se ha hecho fácil ya, la confesión de la propia ignorancia...

No quise escribir sino lo que sabia bien, quedándome siempre en la conciencia, como carga asaz pesada, el remordimiento de no haberlo sabido mejor.

Es, por otra parte, lo que ofrezco á mis lectores con mayor confianza, por la fe que tengo en virtud tan principal como la sinceridad. La dulzura del fruto, es condición de su madurez; y lo tardío en ésta, lejos de perjudicar, encarece más bien el mérito de lo sabroso.


Abril de 1907.


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Dominio público
186 págs. / 5 horas, 26 minutos / 283 visitas.

Publicado el 25 de marzo de 2021 por Edu Robsy.

Páginas Ocultistas y Cuentos Macabros

Helena Blavatsky


Ensayo, cuentos, teosofía, ocultismo


A mi nobilísimo amigo y alter ego el Dr. Eugenio García Gonzalo, preclaro teósofo de nuestra raza,

M. Roso de Luna.

Prólogo

Plato fuerte es, lector, el que te ofrezco. ¡Unos cuentos macabros, unas narraciones ocultistas de la Maestra Blavatsky, ante las cuales palidecen las mayores concepciones del fantástico Hoffmann; las más densas tenebrosidades de Edgar Poe en el delirium tremens de sus astrales embriagueces; los casos más extraños e inexplicables, en fin, coleccionados por la paciencia benedictina de A. Duncker, en su obra Los vampiros en la literatura alemana; por el arte de León Pineau, en sus Viejos cantos populares escandinavos; por Gregorson Campbell, en sus Superstitions of the Highlands and Islands of Scotland collected entirely from oral sources; por E. Cosquin, en susCuentos populares de la Lorena; por Laisnel de la Salle, en sus Souvenirs du vieux temps; por Daniel Deenay, en su Peasant lore from Gaelic Ireland; por Abbott, en su Macedonian Folklore; por Kassof, en sus Costumbres del nordeste de Rusia; por Friedel, en su Folkore de la Pomerancia y del Tirol; por Williams Ridgeway, en su The earty age of Graece; o, en fin, por nuestros. narradores terroristas, estilo jasé Espronceda y Gustavo Adolfo Bécquer!

En calidad y en cantidad a todos ellos supera el consciente arte macabro de la excepcional mujer que antes se nos mostró maravillosa ironista, en Por las grutas y selvas del Indostán, mística aria en su obrita acerca de La Voz del Silencio, y en tomos sucesivos de Comentarios se nos mostrará serena, sabia y archicientífica con sus cinco inmortales libros de Isis sin Velo y La Doctrina Secreta.


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Dominio público
490 págs. / 14 horas, 18 minutos / 161 visitas.

Publicado el 12 de agosto de 2023 por Edu Robsy.

¡Adentro!

Miguel de Unamuno


Ensayo


In interiore hominis habitat veritas.
 

La verdad, habríame descorazonado tu carta, haciéndome temer por tu porvenir, que es todo tu tesoro, si no creyese firmemente que esos arrechuchos de desaliento suelen ser pasaderos, y no más que síntoma de la conciencia que de la propia nada radical se tiene, conciencia de que se cobra nuevas fuerzas para aspirar a serlo todo. No llegará muy lejos, de seguro, quien nunca sienta cansancio.

De esa conciencia de tu poquedad recogerás arrestos para tender a serlo todo. Arranca como de principio de tu vida interior del reconocimiento, con pureza de intención, de tu pobreza cardinal de espíritu, de tu miseria, y aspira a lo absoluto si en el relativo quieres progresar.

No temo por ti. Sé que te volverán los generosos arranques y las altas ambiciones, y de ello me felicito y te felicito.

Me felicito y te felicito por ello, sí, porque una de las cosas que a peor traer nos traen —en España sobre todo— es la sobra de codicia unida a la falta de ambición. ¡Si pusiéramos en subir más alto el ahínco que en no caer ponemos, y en adquirir más tanto mayor cuidado que en conservar el peculio que heredamos! Por cavar en tierra y esconder en ella el solo talento que se nos dio, temerosos del Señor que donde no sembró siega y donde no esparció recoge, se nos quitará ese único nuestro talento, para dárselo al que recibió más y supo acrecentarlos, porque "«al que tuviere le será dado y tendrá aún más, y al que no tuviere, hasta lo que tiene le será quitado»" (Mat., XXV). No seas avaro, no dejes que la codicia ahogue a la ambición en ti; vale más que en tu ansia por perseguir a cien pájaros que vuelan te broten alas, que no el que estés en tierra con tu único pájaro en mano.


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10 págs. / 17 minutos / 4.470 visitas.

Publicado el 13 de septiembre de 2018 por Edu Robsy.

Sobre la Soberbia

Miguel de Unamuno


Ensayo


Sólo odiamos, lo mismo que sólo amamos, lo que en algo, y de una o de otra manera, se nos parece; lo absolutamente contrario o en absoluto diferente de nosotros no nos merece ni amor ni odio, sino indiferencia. Y es que, de ordinario, lo que aborrezco en otros aborrézcolo por sentirlo en mí mismo; y si me hiere aquella púa del prójimo, es porque esa misma púa me está hiriendo en mi interior. Es mi envidia, mi soberbia, mi petulancia, mi codicia, las que me hacen aborrecer la soberbia, la envidia, la petulancia, la codicia ajenas. Y así sucede que lo mismo que une el amor al amante y al amado, une también el odio al odiador y al odiado, y no los une ni menos fuerte ni menos duraderamente que aquél.

Hay con frecuencia un sostén o un sedimento de amor en el fondo de no pocos odios; muchas personas se aborrecen, o creen más bien aborrecerse, porque se respetan, se estiman, y hasta se quieren mutuamente. Y para no quedar solo en esta que parecerá a muchos forzada paradoja, quiero aquí aducir dos sentencias del originalísimo asceta y pensador yanqui Enrique David Thoreau, quien dice en una, en prosa, que «a nadie tenemos más derecho para odiar que a nuestro amigo»; y en la otra, en verso, que «sería traición a nuestro amor y un pecado contra el Dios del cielo borrar una sola jota de un odio puro e imparcial».

A menudo ocurre que se pasa uno la vida combatiendo la intolerancia de los demás, y si lográis arrimaros a su espíritu y registrarlo con vuestra mirada, veréis que está combatiendo su propia intolerancia.


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Dominio público
14 págs. / 25 minutos / 657 visitas.

Publicado el 13 de septiembre de 2018 por Edu Robsy.

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