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El Arte de la Prudencia

Baltasar Gracián


Filosofía, tratado


Aprobaciones

Publícala Don Vincencio Juan de Lastanosa, y la dedica al Excelentíssimo Señor Don Luis Méndez de Haro, Conde Duque.

Con licencia. Impresso en Huesca, por Juan Nogués. Año 1647


Aprobación del Padre M. Fr. Gabriel Hernández, catredático de Theología de la Universidad de Huesca, de la Orden de San Agustín

Visto he, por mandado del Ilustre Señor Dotor Gerónimo de Arasqüés, canónigo de la Santa Iglesia de Huesca, Oficial Eclesiástico y Vicario General de su Obispado, este libro intitulado Oráculo manual y arte de prudencia, sacada de las Obras de Lorenço Gracián, que publica don Vincencio Juan de Lastanosa. He admirado en tan poco cuerpo tanta alma. Es una quinta essencia de la más recóndita prudencia, que ya no se alimentan de otro los entendidos. Vense aquí de una vez todas las obras deste Autor, y, si cada una de por sí es un prodigio, todas aquí en delecto harán una çifra de ellos. Siempre tuve por dificultosa el Arte de Prudencia, pero quien supo hallar reglas a la Agudeza pudo encargar preceptos a la Cordura. No tiene cosa contra nuestra Santa Fe; antes, es un espejo de la razón, moderna maravilla de aciertos. Ni es escollo de las christianas costumbres, sino un discreto realce de las acciones, en quien el Ingenio admire lo que el Juizio logre. Éste es mi parecer. En el Convento de Nuestro Padre San Agustín de Huesca. Março, a 11 de 1647.


Fray Gabriel Hernández.


Vista la Aprobación del Padre M. fray Gabriel Hernández, damos licencia que se imprima el Oráculo manual y Arte de Prudencia.

El Doctor Gerónimo Arasqüés, Oficial Vicario General.


Aprobación del Doctor Juan Francisco Andrés, Chronista del Reino de Aragón


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Dominio público
98 págs. / 2 horas, 53 minutos / 6.139 visitas.

Publicado el 5 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

El Discreto

Baltasar Gracián


Tratado, Filosofía, Ética


Genio e ingenio

Elogio

Estos dos son los ejes del lucimiento discreto; la naturaleza los alterna y el arte los realza. Es el hombre aquel célebre microcosmo, y el alma, su firmamento. Hermanados el genio y el ingenio, en verificación de Atlante y de Alcides, aseguran el brillar, por lo dichoso y lo lucido, a todo el resto de prendas

El uno sin el otro fue en muchos felicidad a medias, acusando la envidia o el descuido de la suerte. Plausible fue siempre lo entendido, pero infeliz sin el realce de una agradable genial inclinación; y al contrario, la misma especiosidad del genio hace más censurable la falta del ingenio

Juiciosamente algunos, y no de vulgar voto, negaron poderse hallar la genial felicidad sin la valentía del entender; y lo confirman con la misma denominación de genio, que está indicando originarse del ingenio; pero la experiencia nos desengaña fiel, y nos avisa sabia, con repetidos monstruos, en quienes se censuran barajados totalmente

Son culto ornato del alma, realces cultos; mas lo entendido, entre todos corona la perfección. Lo que es el sol en el mayor, es en el mundo menor el ingenio. Y aun por eso fingieron a Apolo, dios de la discreción. Toda ventaja en el entender lo es en el ser; y en cualquier exceso de discurso no va menos que el ser más o menos persona

Por lo capaz se adelantó el hombre a los brutos y los ángeles al hombre, y aun presume constituir en su primera formalísima infinidad a la misma divina esencia. Tanta es la eminente superioridad de lo entendido

Un sentido que nos falte, nos priva de una gran porción de vida y deja como manco el ánimo. ¿Qué será faltar en muchos un grado en el concebir y una ventaja en el discutir, que son diferentes eminencias


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Dominio público
89 págs. / 2 horas, 37 minutos / 1.444 visitas.

Publicado el 17 de diciembre de 2018 por Edu Robsy.

Fedón

Platón


Diálogo, Filosofía


Interlocutores

ECHECRATES.
FEDÓN.
SÓCRATES.
APOLODOROS.
CEBES.
SIMMIAS.
CRITÓN.
FEDÓN.
XANTIPA, esposa de Sócrates.
SIRVIENTE DE LOS ONCE.

Diálogo

ECHECRATES.— Dime, Fedón, ¿estuviste tú mismo con Sócrates cuando en la prisión bebió la cicuta, o lo que sabes de sus últimas horas te lo refirió alguien?

FEDÓN.— Estuve yo mismo.

ECHECRATES.— ¿Qué dijo Sócrates antes de morir y cómo murió? Me agradaría saberlo, porque no hay hoy día un fliasio que esté en relación con Atenas y desde hace mucho tiempo no ha venido nadie de Atenas que nos haya podido dar más informes de este asunto sino que Sócrates murió después de beber la cicuta. Más, no hemos sabido.

FEDÓN.— ¿Entonces ignoras cómo instruyeron su proceso?

ECHECRATES.— Esto sí; alguien nos dijo, y nos extrañamos mucho, que Sócrates no murió hasta mucho tiempo después de pronunciada la sentencia. ¿A qué se debió esto, Fedón?

FEDÓN.— A una casualidad: la víspera del juicio habían coronado la popa de la embarcación que los atenienses envían todos los años a Delos.

ECHECRATES.— ¿Qué barco es ése?


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Dominio público
84 págs. / 2 horas, 27 minutos / 1.538 visitas.

Publicado el 13 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Filebo

Platón


Diálogo, Filosofía


Sócrates: Mira, Protarco, qué parte de la opinión de Filebo quieres defender, y lo que te propones atacar de la mía, pues no están conformes con tu manera de pensar. ¿Quieres que hagamos un resumen de ambas opiniones?

Protarco: Con mucho gusto.

Sócrates: Filebo dice, que el Bien para todos los seres animados consiste en la alegría, el placer, el recreo y todas las demás cosas de este género. Yo sostengo, por el contrario, que no es esto, sino que la sabiduría, la inteligencia, la memoria y todo lo que es de la misma naturaleza, la justa opinión y los razonamientos verdaderos son, para todos los que los poseen, mejores y más apreciables que el placer a la par que más ventajosos a todos los seres presentes y futuros, capaces de participar de ellos. ¿No es esto, Filebo, lo que uno y otro sostenemos?

Filebo: Eso es, Sócrates.

Sócrates: Y bien, Protarco, ¿te encargas de este juicio que se pone en tus manos?

Protarco: Necesariamente me he de encargar, puesto que el buen Filebo se ha acobardado.

Sócrates: Es de absoluta necesidad que indaguemos lo que hay de cierto en esta materia.

Protarco: Sí, es preciso sin duda.

Sócrates: Pasemos adelante. Además de lo que se acaba de decir, convengamos en lo siguiente.

Protarco: ¿Y qué es?

Sócrates: Que uno y otro nos propongamos explicar cuál es la manera de ser y la disposición del alma capaz de procurar a todos los hombres una vida dichosa. ¿No es este nuestro objeto?

Protarco: Sí.

Sócrates: ¿No decís, Filebo y tú, que esta manera de ser consiste en el placer, y yo que consiste en la sabiduría?

Protarco: Es cierto.


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Dominio público
79 págs. / 2 horas, 18 minutos / 681 visitas.

Publicado el 26 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Fedro

Platón


Diálogo, Filosofía


Sócrates.— Mi querido Fedro, ¿a dónde vas y de dónde vienes?

Fedro.— Vengo, Sócrates, de casa de Lisias, hijo de Céfalo, y voy a pasearme fuera de muros; porque he pasado toda la mañana sentado junto a Lisias, y siguiendo el precepto de Acumenos, tu amigo y mío, me paseo por las vías públicas, porque dice que proporcionan mayor recreo y salubridad que las carreras en el gimnasio.

Sócrates.— Tiene razón, amigo mío; pero Lisias, por lo que veo, estaba en la ciudad.

Fedro.— Sí, en casa de Epícrates, en esa casa que está próxima al templo de Júpiter Olímpico, la Moriquia.

Sócrates.— ¿Y cuál fue vuestra conversación? Sin dudar, Lisias te regalaría algún discurso.

Fedro.— Tú lo sabrás, si no te apura el tiempo, y si me acompañas y me escuchas.

Sócrates.— ¿Qué dices? ¿no sabes, para hablar como Píndaro, que no hay negocio que yo no abandone por saber lo que ha pasado entre tú y Lisias?

Fedro.— Pues adelante.

Sócrates.— Habla pues.

Fedro.— En verdad, Sócrates, el negocio te afecta, porque el discurso, que nos ocupó por tan largo espacio, no sé por qué casualidad rodó sobre el amor. Lisias supone un hermoso joven, solicitado, no por un hombre enamorado, sino, y esto es lo más sorprendente, por un hombre sin amor, y sostiene que debe conceder sus amores más bien al que no ama, que al que ama.


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Dominio público
74 págs. / 2 horas, 9 minutos / 2.296 visitas.

Publicado el 13 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Sofista

Platón


Diálogo, Filosofía


TEODORO, TEETETES, UN EXTRANJERO DE ELEA, SÓCRATES

Teodoro: Como convinimos ayer, Sócrates, aquí estamos cumpliendo nuestra cita puntualmente, y te traemos a este extranjero, natural de Elea, de la secta de Parménides y Zenón, que es un verdadero filósofo.

Sócrates: Quizá, querido Teodoro, en lugar de un extranjero, me traes algún dios. Homero refiere que los dioses y, particularmente el que preside a la hospitalidad, han acompañado muchas veces a los mortales justos y virtuosos, para venir entre nosotros a observar nuestras iniquidades y nuestras buenas acciones. ¿Quién sabe si tienes tú por compañero alguno de estos seres superiores, que haya venido para examinar y refutar nuestros débiles razonamientos, en una palabra, una especie de dios de la refutación?

Teodoro: No, Sócrates; no tengo en tal concepto a este extranjero; es más indulgente que los que tienen por oficio el disputar. Pero, si no creo ver en él un dios, le tengo, por lo menos, por un hombre divino, porque para mí todos los filósofos son hombres divinos.

Sócrates: Perfectamente, mi querido amigo. Podría suceder que fuese más difícil reconocer esta raza de filósofos, que la de los dioses. Estos hombres, en efecto, que la ignorancia representa bajo los más diversos aspectos, van de ciudad en ciudad, -no hablo de los falsos filósofos, sino de los que lo son verdaderamente-, dirigiendo desde lo alto sus miradas sobre la vida que llevamos en estas regiones inferiores, y unos los consideran dignos del mayor desprecio, y otros, de los mayores honores; aquí se les toma par políticos, allí por sofistas, y más allá, falta poco, para que los tengan por completamente locos. Quisiera saber de nuestro extranjero, si no lo lleva a mal, que opinión se tiene de todo esto en su país, y qué hombre se les da.

Teodoro: ¿De quiénes hablas?


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Dominio público
70 págs. / 2 horas, 2 minutos / 2.271 visitas.

Publicado el 25 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

EL CAMINO HACIA LA NUEVA ERA

Antonio Pinto Renedo


Filosofía, Ovnis


© Autor, maquetación y diseño de cubierta:

Antonio Pinto Renedo

 

Publicado en octubre 2013

Revisado en 2019


 

ÍNDICE

 

CAPÍTULO 1- EL COMIENZO

El objeto volador

El desengaño

El pensamiento dirigido

 

CAPÍTULO 2- LA VERDADERA HISTORIA DE LA BIBLIA

Mesopotamia y los hebreos

El éxodo

Aciertos y errores de las religiones

 

CAPÍTULO 3- JESUCRISTO Y LOS PROFETAS

La vida de Jesús

Cielo e infierno

El anticristo

Los falsos profetas

La naturaleza de un profeta

Lo que une a un hombre con Dios

 

CAPÍTULO 4- HACIA UNA NUEVA ERA

El camino hacia la salud

Riesgo y salud

Las mujeres maltratadas

Racismo y mesticismo

Las claves del progreso

El progreso está en el equilibrio


 

PRÓLOGO

 


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Creative Commons
69 págs. / 2 horas, 2 minutos / 122 visitas.

Publicado el 5 de diciembre de 2020 por Antonio Pinto Renedo.

Voto compensatorio.Redefinición del contrato social desde una perspectiva Latinoamericanista

Francisco Tomás González Cabañas


filosofía, política, democracia, sociología, contrato social.


Voto compensatorio. Redefinición del contrato social desde una perspectiva Latinoamericanista

 

  

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Voto compensatorio. Redefinición del contrato social desde una perspectiva Latinoamericanista

 

Francisco Tomás Gonzales Cabañas
franciscotgc@hotmail.com

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Índice

 

 

 

 

 

 

Introducción.....................................................................................5
Primera Parte...................................................................................11
Segunda Parte...................................................................................45

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


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67 págs. / 1 hora, 58 minutos / 81 visitas.

Publicado el 12 de febrero de 2017 por Francisco Tomas González Cabañas.

Discurso del Método

René Descartes


Ensayo, Filosofía, Ciencia


Prólogo para el Discurso del Método Para bien dirigir la razón y buscar la verdad en las ciencias.

Si este discurso parece demasiado largo para leído de una vez, puede dividirse en seis partes: en la primera se hallarán diferentes consideraciones acerca de las ciencias; en la segunda, las reglas principales del método que el autor ha buscado; en la tercera, algunas otras de moral que ha podido sacar de aquel método; en la cuarta, las razones con que prueba la existencia de Dios y del alma humana, que son los fundamentos de su metafísica; en la quinta, el orden de las cuestiones de física, que ha investigado y, en particular, la explicación del movimiento del corazón y de algunas otras dificultades que atañen a la medicina, y también la diferencia que hay entre nuestra alma y la de los animales; y en la última, las cosas que cree necesarias para llegar, en la investigación de la naturaleza, más allá de donde él ha llegado, y las razones que le han impulsado a escribir.


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Dominio público
63 págs. / 1 hora, 51 minutos / 1.121 visitas.

Publicado el 27 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

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