I. Napoleón de Buonaparte
El día 15 de agosto de 1769 nació en Ajaccio un
niño que recibió de sus padres el nombre de Buonaparte y del cielo el
de Napoleón.
Los primeros días de su juventud transcurrieron en medio de la
agitación febril propia que sigue a las revoluciones. Córcega, que desde
hacía medio siglo soñaba con la independencia, acababa de ser en parte
conquistada y en parte vendida; no se había librado de la esclavitud de
Génova sino para caer en poder de Francia. Paoli, vencido en Pontenuovo,
iba a buscar con su hermano y sus sobrinos un asilo en Inglaterra,
donde Alfieri le dedicó su Timoleone. El aire que el recién
nacido respiró estaba impregnado de los odios civiles y la campana que
resonó en su bautismo parecía vibrar aún con los últimos toques de
alarma.
Carlos de Buonaparte, su padre, y Leticia Ramolino, su madre, ambos
de raza patricia y oriundos de San Miniato, ese pueblo encantador que
domina desde su colina la ciudad de Florencia, tras una larga relación
de amistad con Paoli, habían decidido abandonar su partido, declarándose
a favor de la influencia francesa. De esta manera no tuvieron problema
para obtener la protección de M. de Marbœuf, que volvía como gobernador a
la isla donde diez años antes había entrado como general, consiguiendo
que el joven Napoleón pudiera ingresar en la Escuela Militar de Brienne.
La petición acabó siendo admitida y algún tiempo después, M. Berton,
subdirector del colegio, dejaba escrito en sus registros la nota
siguiente:
Hoy, día 23 de abril de 1779, Napoleón de
Buonaparte ha ingresado en la Real Escuela Militar de
Brienne-le-Château, a la edad de nueve años, ocho meses y cinco días.
Información texto 'Napoleón'