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El códice Voynich

Iván Incerti Morales


novela, negra, policíaca, detective, voynich


Es el año 1954, en una Europa que aún está recuperándose de los daños de la Segunda Guerra Mundial.Vincent Arcadio, un detective cotidiano que habita en la ciudad de Tánger, recibe la visita de Nicole, una mujer atrevida, seductora y con suficiente dinero como para pagarle por adelantado. Le habla del manuscrito Voynich, uno de los secretos más herméticos del último siglo, y del inicio de su búsqueda por parte de varios grupos.
Varios agentes y espías de la agencia para el estado mayor (SIAEM), entrarán también en el juego, chocando con el detective en sucesivas ocasiones.Por otro lado, en una apartada Berlín cubierta de frío y de destrozos por la guerra pasada, una chica joven va a la Universidad para trabajar junto a su mentor en un código extraño. De repente, todo su círculo de confianza desaparecerá, viendose perseguida por Alemania, Francia y España por algo que ella desconoce.
Una novela negra con todos los ingredientes de acción,persecuciones, disparos y ambientación sesentera.
Aquel que descifre el código Voynich, será el conocedor de una verdad única.


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Publicado el 3 de enero de 2018 por Iván Incerti Morales.

El códice Voynich

Iván Incerti Morales


voynich, novela, negra, policíaca, detectivesca




Es el año 1954, en una Europa que aún está recuperándose de los daños de la Segunda Guerra Mundial.Vincent Arcadio, un detective cotidiano que habita en la ciudad de Tánger, recibe la visita de Nicole, una mujer atrevida, seductora y con suficiente dinero como para pagarle por adelantado. Le habla del manuscrito Voynich, uno de los secretos más herméticos del último siglo, y del inicio de su búsqueda por parte de varios grupos.
Varios agentes y espías de la agencia para el estado mayor (SIAEM), entrarán también en el juego, chocando con el detective en sucesivas ocasiones.Por otro lado, en una apartada Berlín cubierta de frío y de destrozos por la guerra pasada, una chica joven va a la Universidad para trabajar junto a su mentor en un código extraño. De repente, todo su círculo de confianza desaparecerá, viendose perseguida por Alemania, Francia y España por algo que ella desconoce.
Una novela negra con todos los ingredientes de acción,persecuciones, disparos y ambientación sesentera.
Aquel que descifre el código Voynich, será el conocedor de una verdad única.


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1 pág. / 1 minuto / 172 visitas.

Publicado el 3 de enero de 2018 por Iván Incerti Morales.

La Maldición de Chaka

Henry Rider Haggard


Novela


Dedicatoria

Sompseu:

Quiero llamarte por el nombre con que te han conocido todas las tribus durante más de cincuenta años, desde el Zambesi al Cabo Agulhas.

Sompseu, mi padre, he escrito un libro sobre hechos y cosas de las que tú sabes más que ninguna otra persona; por eso coloco tu nombre al principio del mismo y te lo dedico.

Si no conociste a Chaka, tú y él habéis visto los mismos soles; entablaste relaciones con su hermano Panda y sus capitanes, y quizá con el mismo Mopo, su servidor, que lo mató con la ayuda de los príncipes y que es quien relata esta historia. Has visto el círculo de los hechiceros y contemplado los regimientos zulúes cuando se lanzaban al ataque; has coronado a sus reyes y tomado parte en sus consejos, y con la sangre de tu hijo has expiado un error de estadista y una falta de militar.

Sompseu, he oído una canción en la que se narra cómo dominaste a los zulúes. ¿No es verdad, mi padre, que permaneciste silencioso e inmóvil mientras tres mil guerreros gritaban pidiendo tu vida? Y cuando todos se cansaron, ¿no te pusiste de pie y dijiste, señalando hacia el mar: «Matadme si lo deseáis, hombres de Cetewayo; pero os advierto que por cada gota de mi sangre que sea derramada se levantarán cien vengadores de más allá del mar.»?

¡Y entonces los regimientos miraron hacia el mar, como si el día de Ulundi ya hubiese llegado, y vieron la columna de los blancos que se aproximaba!

Así, Sompseu, tu nombre se hizo grande entre los zulúes, como ya lo era entre otras tribus, y sus nobles te rindieron homenaje, te saludaron con la Bayéte, el saludo real, declarando por boca de su Cónsul que en ti moraba el espíritu de Chaka.


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328 págs. / 9 horas, 34 minutos / 117 visitas.

Publicado el 2 de enero de 2018 por Edu Robsy.

Allan Quatermain

Henry Rider Haggard


Novela


Portada

Allan Quatermain

siendo un relato de sus
ÚLTIMAS AVENTURAS Y DESCUBRIMIENTOS
en compañía de
sir Henry Curtís; el comandante John Good, de la Armada Real; y Umslopogaas

Ex Africa semper aliquid novi

Lamentad, oh pájaros, la estrella caída en batalla, pero, oh dulces ruiseñores, absteneos de cantar, sólo los buitres, flotando desde lo lejos,
chillan y ensombrecen el sepulcro con sus alas de aquel que os hartaba con despojos de guerra
mientras, golpeando los escudos, su hacha sonaría.

A. Lang

Dedicatoria

DEDICO ESTE LIBRO DE AVENTURAS
A MI HIJO

ARTHUR JOHN RIDER HAGGARD

con la esperanza de que en los días venideros él y otros muchachos a los que nunca conoceré puedan descubrir, en los actos y pensamientos de Allan Quatermain y sus compañeros, tal y como aquí han sido recogidos, aquello que les ayude a alcanzar lo que, con sir Henry Curtis, considero que es la categoría más alta que podemos alcanzar: la condición y la dignidad de un caballero inglés.

1887

Introducción

23 de diciembre.

«Acabo de sepultar a mi hijo, mi pobre muchacho, tan buen mozo y del que me sentía tan orgulloso, y tengo el corazón hecho pedazos. Es muy duro tener un solo hijo y perderlo así, pero si ésa es la voluntad de Dios, ¿quién soy yo para reprochárselo? La gran rueda del Destino sigue su curso como un Juggernaut y nos aplasta a todos a su hora, a algunos pronto, a otros más tarde… no importa cuándo, al final a todos aplasta. Nos postramos ante él como pobres indios: acudimos aquí y allí, lloramos implorando piedad; pero es inútil, el negro Destino sigue tronando y a su debido tiempo nos reduce a polvo.


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317 págs. / 9 horas, 15 minutos / 205 visitas.

Publicado el 1 de enero de 2018 por Edu Robsy.

Ella

Henry Rider Haggard


Novela


INTRODUCCIÓN

Al publicar esta narración, que, aun considerada como una mera novela contiene las más misteriosas y peregrinas aventuras acaecidas a seres mortales, créome obligado a explicar cuál es la verdadera relación que, con ella tengo. Hago constar, desde luego, que no soy el autor, sino el editor de tan extraordinaria historia y paso ahora a decir cómo vino a mis manos.

Algunos años hace que yo, el editor, estaba parando en casa de un hermano, en una de las universidades de Inglaterra que, para el propósito de este relato, llamaremos de Cambridge. Andando un día por las calles llamóme la atención el aspecto de dos caballeros que vi pasar de bracero.

Uno de ellos sin disputa el más Joven que mis ojos habían visto, era muy alto y ancho de hombros, muy vigoroso al parecer, y me recordaba la del ciervo montés la gracia natural de su porte.

Además, su rostro era irreprochable: tan bello como bondadoso; y al descubrirse para saludar a una señora que pasaba vi que tenía ensortijados los cabellos rubios y apretados sobre el cráneo.

—¡Por Dios! —exclamé, —ese joven parece una estatua de Apolo, ambulante... ¡Qué hombre tan hermoso!

—Tienes razón —me contestó mi hermano, que paseaba conmigo.

—Es el hombre más hermoso de la Universidad, y también uno de los más amables. Le dicen el dios griego. Pero mira al otro: es tutor de Vincey, así se llama el más joven; lo han puesto por apodo Caronte, y tiene reputación de ser persona muy instruida.


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293 págs. / 8 horas, 33 minutos / 318 visitas.

Publicado el 31 de diciembre de 2017 por Edu Robsy.

Las Minas del Rey Salomón

Henry Rider Haggard


Novela


Dedicatoria


Este registro fiel, pero sin pretensiones,
de una aventura extraordinaria,
es respetuosamente dedicado
por el narrador,

Allan Quatermain,

a todos los niños,
chicos y grandes,
que lo lean.
 

Nota del autor

El autor se aventura a tomar esta oportunidad para agradecer a sus lectores por el cálido acogimiento que se ha otorgado a las sucesivas ediciones de esta historia durante los últimos doce años. Él espera que en su forma presente caigan en las manos de un público aún más amplio, y que en los próximos tiempos pueda seguir proporcionando entretenimiento a los que aún mantienen el corazón lo suficientemente joven como para amar una historia sobre tesoros, sobre guerra y sobre aventuras salvajes.

Ditchingham, 11 de marzo de 1898.

Post scriptum

Ahora, en 1907, con motivo de la emisión de esta edición, sólo puedo añadir lo que me alegra que mi novela pueda seguir complaciendo a tantos lectores. La imaginación ha sido verificada por los hechos; las Minas del rey Salomón que soñé han sido descubiertas, y están produciendo oro una vez más, y, según los últimos informes, también diamantes, los kukuanas o, mejor dicho, los Matabele, han sido domados por las balas del hombre blanco, pero aún así parece que hay muchas personas que encuentran placer en estas sencillas páginas. El hecho de que pueda continuar agradándoles, inclusive a una tercera o cuarta generación, o quizás más aún, estoy seguro, será esperanzador para nuestro viejo y difunto amigo, Allan Quatermain.

H. Rider Haggard.

Ditchingham, 1907.


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253 págs. / 7 horas, 23 minutos / 307 visitas.

Publicado el 29 de diciembre de 2017 por Edu Robsy.

El Italiano o el Confesionario de los Penitentes Negros

Ann Radcliffe


Novela


Prólogo


Envuelto en una bruma de silencio y misterio,
Medita sus pasiones, las encarna en hechos,
Y las manda a otros en alas del Destino,
Como esa Voluntad invisible que nos guía,
¡Súbitas, calladas, inescrutables!
 

Hacia el año 1764, un grupo de ingleses que se hallaba de viaje por Italia se detuvo durante una excursión a los alrededores de Nápoles, ante el pórtico de Santa Maria del Pianto, iglesia aneja a un antiguo convento de la orden de los penitentes negros. La magnificencia de su atrio, aunque desgastado por el tiempo, despertó en los viajeros tanta admiración que sintieron curiosidad por visitar su interior, y con este propósito subieron la escalinata de mármol que conducía hasta ella.

A la sombra, detrás de los pilares, un individuo paseaba con los brazos cruzados y la mirada baja, recorriendo toda la extensión del atrio, tan absorto en sus pensamientos que no se dio cuenta de que se acercaban desconocidos. El rumor de pasos, no obstante, le sobresaltó; se volvió y, sin detenerse, corrió a una puerta que daba acceso a la iglesia y desapareció.

Había algo demasiado sorprendente en su figura y demasiado singular en su reacción para pasar inadvertido a los visitantes: era un hombre alto, cargado de hombros, de tez pálida y facciones duras; con unos ojos que, al mirar por encima del embozo de la capa, parecían reflejar una enorme ferocidad.

Los viajeros, al entrar en el templo, buscaron con la mirada al personaje que los había precedido, pero no lo descubrieron en ninguna parte; sólo vieron surgir otra figura de las sombras que poblaban las largas naves laterales: un fraile del convento contiguo, que era quien solía enseñar a los visitantes los objetos de especial interés que guardaba la iglesia, y que con esa intención acudía ahora al encuentro de los que llegaban.


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Protegido por copyright
528 págs. / 15 horas, 24 minutos / 307 visitas.

Publicado el 25 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

Detrás de la Máscara

Louisa May Alcott


Novela


I. Jean Muir

—¿Ha venido?

—No, mamá, aún no ha venido.

—Desearía que todo hubiera acabado. Pensar en ello me inquieta y al mismo tiempo me provoca cierta emoción. Bella, acércame un cojín para la espalda.

La malhumorada señora Coventry se acomodó en un sillón con un suspiro que denotaba nerviosismo y cierto aire de mártir, mientras su hermosa hija revoloteaba a su lado con afectuosa solicitud.

—¿De quién están hablando, Lucía? —preguntó el joven lánguido que permanecía cerca de su prima repantigado en otro sillón. Ésta se inclinó sobre su obra de tapicería con una amable sonrisa esbozada en su rostro, que, por lo general, se mostraba altivo.

—De la nueva institutriz, la señorita Muir. ¿Qué quieres que te cuente sobre ella?

—Nada, gracias. Siento una gran aversión por todas esas mujeres. A veces doy gracias a Dios por tener sólo una hermana, de que ella sea la madre de un niño mimado y de haberme librado durante tanto tiempo de la tortura de tener una institutriz.

—¿Y ahora cómo lo soportarás? —quiso saber Lucía.

—Ausentándome mientras ella esté en casa.

—No, no lo harás. Eres demasiado indolente para eso, Gerald —interrumpió un hombre más joven y energético que jugueteaba con sus perros desde el descansillo.

—Le daré tres días de gracia, y si ella aguanta, no me molestaré en salir; pero si es una pesada, y estoy seguro de que lo será, me marcharé lejos para no verla.

—Jovencitos, os ruego que no habléis en términos tan deprimentes. Me angustia la llegada de una desconocida tanto o más que a vosotros, pero no debemos descuidar la educación de Bella. Así que me he armado de valor para soportar a esta mujer, y Lucía, muy amablemente, se ha ofrecido para ocuparse de ella a partir de mañana.


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142 págs. / 4 horas, 8 minutos / 148 visitas.

Publicado el 23 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

Un Cuento de Enfermera

Louisa May Alcott


Novela


I. Mi paciente


Mi querida señorita Snow, al enterarme de que mi amiga, la señora Carruth, necesita de una enfermera para su hija enferma, me apresuro a proponerle el puesto, ya que pienso que es usted la persona idónea para él, a menos que las tareas resulten demasiado arduas. No me cabe duda de que sus cartas de recomendación y mi sincero respaldo le garantizarán la colocación, si usted lo desea. Partimos mañana, y le escribo con gran apremio, pero le deseo éxito de cara al futuro y le agradezco sinceramente sus servicios pasados.

Atentamente,

L. S. Hamilton
 

Esta amable carta, de una antigua empleadora, me fue entregada estando yo agotada y desanimada, tras una búsqueda infructuosa de un puesto como el que hora me ofrecían. Estaba tan interesada que me apresuré a salir de nuevo, con la esperanza de que nadie se me anticipara con los Carruth. Hecha de un imponente bloque de granito, la casa se levantaba en una tranquila plaza del West End que tenía su propio pequeño parque, donde había una fuentecita y donde los niños paseaban bajo sus capuchas blancas. Elegantes carruajes entraban y salían, las damas subían y bajaban con ligereza por los amplios escalones arrastrando sus vestidos de seda, y los caballeros, con sus trajes de montar intachables, pasaban a medio galope sobre sus hermosos caballos. Incluso las mujeres y los hombres de servicio tenían aspecto de que La buena vida bajo las escaleras hubiese sido representada en este siglo, al igual que en el pasado, y todo participaba del aire de lujo que impregnaba el ambiente, tan agradable como el sol en otoño. «Los Carruth deben de ser una familia feliz», pensé al acordarme de mi propia pobreza y soledad, mientras esperaba de pie a que contestaran a mi tímida llamada al timbre.


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129 págs. / 3 horas, 46 minutos / 129 visitas.

Publicado el 21 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

Ocho Primos

Louisa May Alcott


Novela


Dedicatoria

A los muchos chicos y chicas
cuyas cartas ha sido imposible contestar dedica este libro como ofrenda de paz

su amiga

L. M. Alcott.

I. Dos niñas

COMPLETAMENTE sola, Rosa estaba sentada en una de las salas más grandes y bonitas de su casa, con el pañuelo en la mano, listo para recoger su primera lágrima, pues cavilaba en sus tribulaciones y el llanto era inevitable. Se había encerrado en este cuarto por considerarlo sitio adecuado para sentirse miserable; pues era oscuro y silencioso, estaba lleno de muebles antiguos y cortinados sombríos y de sus paredes pendían retratos de venerables caballeros de peluca, damas de austeras narices, tocadas con gorros pesadotes y niños que llevaban chaquetas colimochas y vestiditos cortos de talle. Era un lugar excelente para sentir dolor; y la lluvia primaveral intermitente que golpeaba los cristales de las ventanas parecía decir entre sollozos: «¡Llora, llora! Estoy contigo».

Rosa tenía su buen motivo para sentirse triste, pues era huérfana de madre, y últimamente había perdido al padre también, con lo cual no le quedó más hogar que éste de sus tías abuelas. Hacía sólo una semana que estaba con ellas, y aunque las viejecitas queridas se esforzaron todo lo posible por hacer que viviese contenta, no lograron mucho éxito que digamos, ya que era muy distinta a cuantos niños conocían, y experimentaron casi la misma sensación que si estuviesen al cuidado de una mariposa abatida.


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238 págs. / 6 horas, 56 minutos / 373 visitas.

Publicado el 21 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

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