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Viaje al Oeste

Anónimo


Novela


Capítulo I

CUANTO EXISTE TIENE SU ORIGEN EN LA RAÍZ DIVINA. EL TAO SURGE DIRECTAMENTE DE LA FUENTE MISMA DE LA MORALIDAD.

La escritura dice:

«En el principio sólo existía el Caos. El Cielo y la Tierra formaban una masa confusa, en la que el todo y la nada se entremezclaban como la suciedad en el agua. Por doquier reinaba una espesa niebla que jamás logró ver ojo humano y a la que Pan-Ku consiguió dispersar con su portentosa fuerza. Lo puro quedó entonces separado de lo impuro y apareció la suprema bondad, que esparce sus bendiciones sobre toda criatura. Su mundo es el de la luz. Quien a él se acerca descubre el camino que conduce al reino del bien. Mas el que quiera penetrar en el secreto del principio de cuanto existe debe leer La crónica de los orígenes.»


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2.562 págs. / 3 días, 2 horas, 44 minutos / 4.906 visitas.

Publicado el 27 de febrero de 2018 por Edu Robsy.

A Contrapelo

Joris-Karl Huysmans


Novela


Prólogo

A juzgar por los pocos retratos conservados en el Cháteau de Lourps, la familia Floressas des Esseintes había estado formada en otros tiempos por fornidos guerreros de rostros imponentes. Encerrados en viejos marcos que apenas daban cabida a sus anchas espaldas, constituían un espectáculo amedrentador con sus ojos que taladraban, los mostachos de largas guías y los pechos que colmaban las enormes corazas que lucían.

Esos eran los fundadores de la familia; los retratos de sus descendientes faltaban. En verdad, había un claro en este abolengo pictórico, en el cual sólo un lienzo hacía de puente, sólo un rostro unía el pasado con el presente. Era un rostro extraño, taimado, de facciones pálidas y contraídas; los pómulos estaban marcados por acentos rosados de colorete, el cabello estaba aplastado y atado con una sarta de perlas, y el cuello flaco, pintado, salía de los almidonados pliegues de una gorguera.

En ese retrato de uno de los amigos más íntimos del duque d'Epernon y del marqués d'O, ya se evidenciaban los vicios de un linaje menguante y el exceso de linfa en la sangre. Desde entonces, la degeneración de esta antigua casa había seguido, a las claras, un curso regular: paulatinamente los hombres se habían ido; haciendo menos viriles; y con el paso de los últimos doscientos años, como para completar este proceso ruinoso, los des Esseintes habían optado por casarse entre ellos, agotando así el poco de vigor que hubiera podido quedarles.

Ahora, de esta familia que otrora fue tan vasta que ocupaba casi todos los dominios existentes en Île-de-France y la Brie, sólo un descendiente sobrevivía, el duque Jean des Esseintes, frágil joven de treinta años que padecía anemia, muy ojeroso, de mejillas consumidas, ojos fríos de un azul acerado, nariz respingada pero recta, y manos delgadas, transparentes.


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232 págs. / 6 horas, 46 minutos / 1.793 visitas.

Publicado el 13 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

El Idiota

Fiódor Mijáilovich Dostoyevski


Novela


Primera parte

I

A las nueve de la mañana de un día de finales de noviembre, el tren de Varsovia se acercaba a toda marcha a San Petersburgo. El tiempo era de deshielo, y tan húmedo y brumoso que desde las ventanillas del carruaje resultaba imposible percibir nada a izquierda ni a derecha de la vía férrea. Entre los viajeros los había que tornaban del extranjero; pero los departamentos más llenos eran los de tercera clase, donde se apiñaban gentes de clase humilde procedentes de lugares más cercanos. Todos estaban fatigados, transidos de frío, con los ojos cargados por una noche de insomnio y los semblantes lívidos y amarillentos bajo la niebla.


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760 págs. / 22 horas, 10 minutos / 1.291 visitas.

Publicado el 2 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

El Proceso

Franz Kafka


Novela


La detención

Alguien tenía que haber calumniado a Josef K, pues fue detenido una mañana sin haber hecho nada malo. La cocinera de la señora Grubach, su casera, que le llevaba todos los días a eso de las ocho de la mañana el desayuno a su habitación, no había aparecido. Era la primera vez que ocurría algo semejante. K esperó un rato más. Apoyado en la almohada, se quedó mirando a la anciana que vivía frente a su casa y que le observaba con una curiosidad inusitada. Poco después, extrañado y hambriento, tocó el timbre. Nada más hacerlo, se oyó cómo llamaban a la puerta y un hombre al que no había visto nunca entró en su habitación. Era delgado, aunque fuerte de constitución, llevaba un traje negro ajustado, que, como cierta indumentaria de viaje, disponía de varios pliegues, bolsillos, hebillas, botones, y de un cinturón; todo parecía muy práctico, aunque no se supiese muy bien para qué podía servir.

—¿Quién es usted? —preguntó Josef K, y se sentó de inmediato en la cama.

El hombre, sin embargo, ignoró la pregunta, como si se tuviera que aceptar tácitamente su presencia, y se limitó a decir:

—¿Ha llamado?

Anna me tiene que traer el desayuno dijo K, e intentó averiguar en silencio, concentrándose y reflexionando, quién podría ser realmente aquel hombre. Pero éste no se expuso por mucho tiempo a sus miradas, sino que se dirigió a la puerta, la abrió un poco y le dijo a alguien que presumiblemente se hallaba detrás:

Quiere que Anna le traiga el desayuno.

Se escuchó una risa en la habitación contigua, aunque por el tono no se podía decir si la risa provenía de una o de varias personas. Aunque el desconocido no podía haberse enterado de nada que no supiera con anterioridad, le dijo a K con una entonación oficial:

—Es imposible.


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247 págs. / 7 horas, 13 minutos / 769 visitas.

Publicado el 9 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

Ana Karenina

León Tolstói


Novela


PRIMERA PARTE

I

Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada.

En casa de los Oblonsky andaba todo trastrocado. La esposa acababa de enterarse de que su marido mantenía relaciones con la institutriz francesa y se había apresurado a declararle que no podía seguir viviendo con él.

Semejante situación duraba ya tres días y era tan dolorosa para los esposos como para los demás miembros de la familia. Todos, incluso los criados, sentían la íntima impresión de que aquella vida en común no tenía ya sentido y que, incluso en una posada, se encuentran más unidos los huéspedes de lo que ahora se sentían ellos entre sí.

La mujer no salía de sus habitaciones; el marido no comía en casa desde hacía tres días; los niños corrían libremente de un lado a otro sin que nadie les molestara. La institutriz inglesa había tenido una disputa con el ama de llaves y escribió a una amiga suya pidiéndole que le buscase otra colocación; el cocinero se había ido dos días antes, precisamente a la hora de comer; y el cochero y la ayudante de cocina manifestaron que no querían continuar prestando sus servicios allí y que sólo esperaban que les saldasen sus haberes para irse.

El tercer día después de la escena tenida con su mujer, el príncipe Esteban Arkadievich Oblonsky — Stiva, como le llamaban en sociedad —, al despertar a su hora de costumbre, es decir, a las ocho de la mañana, se halló, no en el dormitorio conyugal, sino en su despacho, tendido sobre el diván de cuero.

Volvió su cuerpo, lleno y bien cuidado, sobre los flexibles muelles del diván, como si se dispusiera a dormir de nuevo, a la vez que abrazando el almohadón apoyaba en él la mejilla.

De repente se incorporó, se sentó sobre el diván y abrió los ojos.


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1.071 págs. / 1 día, 7 horas, 15 minutos / 1.157 visitas.

Publicado el 16 de mayo de 2016 por Edu Robsy.

Confesiones de un espíritu del tercer mundo

Víctor Salmerón


Literatura, novela, Víctor Salmerón


Confesiones de un espíritu del tercer mundo, de Víctor Salmerón, es un testimonio que navega entre la memoria personal y la crítica social. La obra se erige como una reflexión profunda sobre las realidades de los países en desarrollo, abordando las tensiones entre el pasado colonial y los desafíos contemporáneos.

Con una narrativa incisiva y reflexiva, Salmerón explora los dilemas que enfrentan las sociedades periféricas frente al avance del neoliberalismo y la globalización, mientras reivindica las luchas de los sectores más vulnerables. Su escritura, cargada de sensibilidad, logra conectar las experiencias individuales con los grandes procesos históricos, ofreciendo al lector un espacio para repensar su lugar en el mundo.

Es un texto que trasciende lo literario, convirtiéndose en un llamado a la conciencia y a la acción. Una obra imprescindible para quienes buscan comprender las complejidades del tercer mundo desde una perspectiva crítica y honesta.


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1 pág. / 1 minuto / 43 visitas.

Publicado el 15 de diciembre de 2024 por Víctor Salmerón .

Cumbres Borrascosas

Emily Brontë


Novela


Capítulo I

He vuelto hace unos instantes de visitar a mi casero y ya se me figura que ese solitario vecino va a inquietarme por más de una causa. En este bello país, que ningún misántropo hubiese podido encontrar más agradable en toda Inglaterra, el señor Heathcliff y yo habríamos hecho una pareja ideal de compañeros. Porque ese hombre me ha parecido extraordinario. Y eso que no mostró reparar en la espontánea simpatía que me inspiró. Por el contrario, metió los dedos más profundamente en los bolsillos de su chaleco y sus ojos desaparecieron entre sus párpados cuando me oyó pronunciar mi nombre y preguntarle:

—¿El señor Heathcliff?

Él asintió con la cabeza.

—Soy Lockwood, su nuevo inquilino. Le visito para decirle que supongo que mi insistencia en alquilar la «Granja de los Tordos» no le habrá causado molestia.

—Puesto que la casa es mía —respondió apartándose de mí— no hubiese consentido que nadie me molestase sobre ella, si así se me antojaba. Pase.

Rezongó aquel «pase» entre dientes, con aire tal como si quisiera mandarme al diablo. Ni tocó siquiera la puerta en confirmación de lo que decía. Esto bastó para que yo resolviese entrar, interesado por aquel sujeto, al parecer más reservado que yo mismo. Y como mi caballo empujase la barrera, él soltó la cadena de la puerta y me precedió, con torvo aspecto, hacia el patio, donde dijo a gritos:

—¡José! ¡Llévate el caballo de este señor y danos vino!

Puesto que ambas órdenes se dirigían a un solo criado, juzgué que toda la servidumbre se reducía a él. Por eso entre las baldosas del patio medraban hierbajos y los setos estaban sin recortar, sólo mordisqueadas sus hojas por el ganado.


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319 págs. / 9 horas, 18 minutos / 951 visitas.

Publicado el 16 de junio de 2016 por Edu Robsy.

Humillados y Ofendidos

Fiódor Mijáilovich Dostoyevski


Novela


Primera parte

Capítulo I

En la noche del 22 de marzo del pasado año me ocurrió un suceso de lo más extraño. Llevaba todo el día recorriendo la ciudad en busca de alojamiento. El que tenía era muy húmedo y por aquel entonces ya había empezado a toser de modo alarmante. Desde el otoño quería mudarme, pero lo había postergado hasta la primavera. Aquel día no pude hallar nada en condiciones. En principio, deseaba un piso independiente, que no tuviera que compartir con otros inquilinos, aunque me habría conformado con una habitación, la cual tendría que ser grande, así como lo más barata posible, claro está. Había observado que en un alojamiento estrecho hasta las ideas se constriñen. Y a mí, cuando medito una futura novela, siempre me ha gustado ir y venir por la habitación. Por cierto: siempre me resultaba más agradable meditar mis obras y fantasear acerca de cómo me iban a salir, que el hecho de escribirlas, y, la verdad, eso no se debía a la pereza. ¿A qué entonces?

Ya desde por la mañana me había sentido indispuesto, y para cuando se puso el sol me encontraba muy mal incluso: empezaba a notar cierta sensación de fiebre. Además, no había parado en todo el día y estaba cansado. Al caer la tarde, justo cuando empezaba a oscurecer, me hallaba en la avenida Voznesenski. Me encanta el sol de marzo en San Petersburgo, sobre todo al ponerse y especialmente en un atardecer claro y frío. Toda la calle de pronto resplandece, inundada por una radiante luz. Todas las casas parecen fulgurar de repente. Sus colores grises, amarillos y verduzcos pierden por un instante todo su aspecto sombrío; es como si a uno se le iluminara el alma, como si uno se estremeciera o alguien le hubiera empujado con el codo. Una nueva mirada, un nuevo pensamiento… ¡Es asombroso lo que puede hacer un rayo de sol en el alma de un hombre!


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473 págs. / 13 horas, 49 minutos / 2.094 visitas.

Publicado el 31 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Dos Años de Vacaciones

Julio Verne


Novela


PRÓLOGO

Muchos Robinsones han despertado ya la curiosidad de nuestros jóvenes lectores. Daniel de Foe, en su inmortal Robinsón Crusoé, ha puesto en escena al hombre solo; Wyss, en su Robinsón Suizo, a la familia; Cooper, en El Cráter, a una sociedad con sus múltiples elementos, y yo en La Isla Misteriosa he presentado a algunos sabios luchando con las necesidades de su penosísima situación.

Se ha escrito también El Robinsón de doce años, El Robinsón de los hielos, El Robinsón de las niñas, y otros; pero con ser tan grande el número de novelas que componen la serie de los Robinsones, no la considero completa, y he creído que para ello sería conveniente publicar un libro cuyos protagonistas fueran algunos jovencitos de ocho a trece años, abandonados en una isla, luchando por la vida en medio de las contrariedades ocasionadas por la diferencia de nacionalidad; en una palabra, un colegio de Robinsones.

Verdad es que en Un capitán de quince años procuró demostrar lo que pueden el valor y la inteligencia de un niño enfrente de los peligros y de las dificultades de una responsabilidad muy grande para su edad; pero se me ha ocurrido después que si la enseñanza contenida en dicho libro ha de ser para muchos provechosa, se hacía necesario completarla.

He aquí los dos motivos que me han impulsado a escribir esta nueva obra, que me permito ofrecer al público bajo el título de: Dos años de vacaciones.

JULIO VERNE.

I

—La tempestad. —Un «schooner» desamparado. —Cuatro muchachos en el puente del «Sloughi». —La mesana hecha pedazos. —Visita en el interior del yate. —El grumete medio ahogado. —Una ola por la popa. —La tierra a través de las nieblas de la madrugada. —El banco de arrecifes.


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Protegido por copyright
341 págs. / 9 horas, 57 minutos / 802 visitas.

Publicado el 19 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

El Hombre de la Máscara de Hierro

Alejandro Dumas


Novela


TRES COMENSALES ADMIRADOS DE COMER JUNTOS

Al llegar la carroza ante la puerta primera de la Bastilla, se paró a intimación de un centinela, pero en cuanto D'Artagnan hubo dicho dos palabras, levantóse la consigna y la carroza entró y tomó hacia el patio del gobierno.

D'Artagnan, cuya mirada de lince lo veía todo, aun al través de los muros, exclamó de repente:

—¿Qué veo?

—¿Qué veis, amigo mío? —preguntó Athos con tranquilidad.

—Mirad allá abajo.

—¿En el patio?

—Sí, pronto.

—Veo una carroza; habrán traído algún desventurado preso como yo.

—Apostaría que es él, Athos.

—¿Quién?

—Aramis.

—¡Qué! ¿Aramis preso? No puede ser.

—Yo no os digo que esté preso, pues en la carroza no va nadie más.

—¿Qué hace aquí, pues?

—Conoce al gobernador Baisemeaux, —respondió D'Artagnan con socarronería: —llegamos a tiempo.

—¿Para qué?

—Para ver.

—Siento de veras este encuentro, —repuso Athos, —al verme, Aramis se sentirá contrariado, primeramente de verme, y luego de ser visto.

—Muy bien hablado.

—Por desgracia, cuando uno encuentra a alguien en la Basti­lla, no hay modo de retroceder.

—Se me ocurre una idea, Athos, —repuso el mosquetero; — hagamos por evitar la contrariedad de Aramis.

—¿De qué manera?

—Haciendo lo que yo os diga, o más bien dejando que yo me explique a mi modo. No quiero recomendaros que mintáis, pues os sería imposible.

—Entonces?...

—Yo mentiré por dos,, como gascón que soy.

Athos se sonrió.

Entretanto la carroza se detuvo al pie de la puerta del go­bierno.

—¿De acuerdo? —preguntó D'Artagnan en voz queda,

Athos hizo una señal afirmativa con la cabeza, y, junto con D'Artagnan, echó escalera arriba.


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405 págs. / 11 horas, 49 minutos / 1.020 visitas.

Publicado el 16 de junio de 2016 por Edu Robsy.

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