La Puerta de las Siete Cerraduras
Edgar Wallace
Novela
I
El último trabajo oficial (según creía él) de Dick Martin era el de encontrar a Lew Pheeney quien se suponía complicado en el robo de la Banca Helborough. Y le halló en un pequeño restaura del Soho, en el preciso momento en que terminaba de tomar café.
—¿Qué ocurre? —preguntó Lew en tono despreocupado, mientras cogía el sombrero.
—El inspector quiere hablar contigo acerca del asunto Helborough—respondió Dick.
Lew arrugó las narices en expresivo gesto de satisfacción.
—¡El asunto Helborough! —exclamó desdeñosamente—. No me ocupo de los negocios de Banca. Creía que lo sabía usted. ¿Qué hace usted aún la Policía, mister Martin? Me han dicho que tiene usted dinero y que se separa del servicio.
—En efecto; tú eres mi último trabajo.
—Pues en este último salto, ha caído usted, demasiado mal. ¡He combinado cuarenta y cinco coartadas! ¿Le sorprendo; mister Martin? Ya sabe usted que no doy golpes de Banco. Mi especialidad son las cerraduras.
—¿Qué hacías el martes a las diez de la noche?
—Si se lo dijese a usted, creería que le estaba mintiendo.
—Vamos a verlo —insistió Dick, clavándole la mirada centelleante de sus ojos azules.
Lew tardó un momento en hablar. Calculaba los peligros de ser demasiado franco. Pero, una vez resuelto, terminó por decir la verdad.
—Esa noche y en esa hora realicé un trabajo particular. Un trabajo del que no quiero decir nada. Un poco sucio, pero en el fondo honrado.
—¿Y te pagaron bien? —preguntó Dick sonriente e incrédulo.
Protegido por copyright
182 págs. / 5 horas, 19 minutos / 234 visitas.
Publicado el 19 de octubre de 2017 por Edu Robsy.