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Érase una vez Gustavo Adolfo Bécquer

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


De los ojos se dice que son el espejo del alma. Si así fuese, los ojos negros o marrones serían un alma oscura y tenebrosa, los azules puro aire libre, los verdes puro bosque y los ojos de Alfanhuí, amarillos como los de los alcaravanes, pura luz de sol matinal. En cierto modo, no hay nada más luminoso que la oscuridad, no hay nada que más atraiga. La noche es tentación, pecado, pero es vida y sexo, de burla de la muerte, amor carnal, una parte de la dualidad del todo, las ensoñaciones de un nuevo día al despertar, de una esperanza.

Los ojos son el lugar predilecto del encuentro de los amantes, el hogar de la chimenea de invierno, donde arde el candoroso leño, donde se hallan cuerpo y mente, latidos y espera imposible. Son la pesadilla imposible donde deseamos perdernos sin brújula y ceder al deseo, al norte de las dos bocas de rosa femeninas. Las pestañas son los labios que nos permiten e impiden el paso a la copa de champán del vergel de los ojos verdes que nos ahogan con deleite y angustia. No hay nada más humano, más mundano y más angelical al mismo tiempo que un par de ojos... algo tan esquivo y tan cercano, algo que nos mate con tortura tan dolorosa y deliciosa como la ausencia de la visión de las pupilas más amadas y deseadas.

Los ojos son el faro, el riachuelo y el océano abierto, el arroyo Guadalquivir, un minúsculo mundo de sol y luna, de universo, de estrellas y de brújula desnortada y de adorable locura. Nadie querría vivir sin ahogarse en el pozo del agua de la existencia de la llama que arde a través de la vista, y sin embargo nadie querría quemar vivo bajo su guillotina, tampoco. El combate del no querer por lo que moriría por gusto.


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Publicado el 2 de abril de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

Sueños

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


                                                                                                        ¿Qué es la vida? Un frenesí.

¿Qué es la vida? Una ilusión,

una sombra, una ficción,

y el mayor bien es pequeño,

que toda la vida es sueño,

y los sueños sueños son.


Con estas palabras del gran dramaturgo español Calderón de la Barca procedentes de su obra dramática La vida es sueño me gustaría hablar de justamente eso: los sueños… o las pesadillas en las que se pueden convertir si no tenemos los pies en tierra a la hora de soñar realismos. Roma, Roma, cuando caiga Roma caerá el mundo, sentencia una célebre frase latina. Leamos al revés el nombre de esta ciudad y leeremos la palabra Amor, la fuerza creadora de todo bien. Roma, el centro del mundo, sede central de la Iglesia, del Papado, la puerta del Paraíso… y del Imperio y sus legiones, del águila imperial. Sea como fuere, es una puerta de grandes hojas que llevan al infierno o al cielo, al hierro o al oro.


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Publicado el 6 de abril de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

La primavera

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


La primavera es el renacimiento de un círculo de doce ovejas que tienen en el mes de marzo su pastor de la Mesa Redonda de Camelot, su Rey Arturo. La primavera equivale a la extracción de la piedra de Excalibur, a la curación de una herida, que no lo es tal, a la resurrección tras el invierno del ciclo de la vida. En todas las fases del ciclo de la vida en clave de sol de cuatro estaciones siempre se halla el corazón de la primavera, diferente al corazón del verano, ardiente.

Es este un corazón amable, un corazón benévolo, un corazón de latido de perdiz, de final de cuento que anuncia un continuará ilimitado, Cupido no lanza aquí su flecha de plomo, la ha exiliado del carcaj y solo lleva una consigo, la de oro, la que une y nunca separa. Renace la vida de sus cenizas, renace el Fénix, nunca muerto en troncos de chimenea en campos nevados. No es el Reino del Unicornio, la primavera, es el Imperio del Fénix.

La primavera la sangre altera, su navío capitán es París y su océano de navegación el Tíber. Roma con todos sus atributos de Vaticano… ¡ fuera todo Anfiteatro Flavio, fuera leyendas y mitos negros !… , la luz resurge de la niebla, y el viaje de trescientos sesenta y cinco años se inicia de nuevo, cada día un año nuevo, cada amanecer una nueva primavera a pesar de un calor de infierno en el mediodía de un mes de agosto, un bosque dorado o un campo de nieve eterna en lontananza.


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Publicado el 14 de abril de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

La mirada

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


Los ojos son la puerta cuyo camino ascendente lleva hacia el conocimiento del alma. Son pozos sin fondo de distinta naturaleza, nos agradaría perdernos en algunos de ellos sin hallar jamás la salida del laberinto, los consideramos nuestro sol, nuestra luna, nuestro TODO absoluto. Nuestro ángel particular, los tenga grandes y enormes o en forma de almendra, será nuestro Dios, la dama de la eterna sonrisa o la dama sin piedad de los poemas medievales, sans merci, o los ojos de fuego del emperador azul (lo de príncipe se queda corto). Sean castaños, negros, azules o verdes, esa persona sera el centro de nuestra existencia y a través de sus ojos vivimos, sentimos y latimos.

La mirada es la vida misma, y una mentira muy poderosa, que nos engaña con nuestro permiso y complicidad queriendo ver a aquella persona como la persona perfecta. Es una mirada con venda, bajo la niebla. Somos el viajero que observa su valle ideal bajo el mar de niebla espesa. Es una mirada de sueño, la mirada de Calisto hacia Melibea, el problema es cuando cae la venda y vemos que aquel ser perfecto, amado, es falible, y empezamos a conocer sus errores, sus máculas, sus grietas. El faro de Alejandría, sin madera que quemar, nos deja náufragos en nuestra propia tempestad y con las velas encontradas entre ellas: el mundo se nos cae hecho pedazos, nos hemos sumergido en un invierno sin fin… y no hay primavera a venir que asome por la puerta ni anuncie sus pasos.


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Publicado el 24 de abril de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

Vivir en duda

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


En este mismo momento he(mos) puesto en acción un hecho paralizante, el hecho de escribir... ¿sobre qué escribir? Es una caminata a pies quietos, pues un paso anima al siguiente, y sin que se tenga en cuenta, como un latido de corazón, es un hecho irreversible... tic, tac...el reloj se ha puesto en marcha, un segundo tras otro para configurar un minuto, sesenta minutos una hora, etcétera. Y tampoco hemos de olvidar que el mundo está repleto de temas sobre los que tratar, entrelazados los unos con los otros...empezar a desarrollar uno cualquiera nos llevará de modo obligatorio, y sin posiblidad de elección, tarde o temprano a otro u otros en la inmensa red que es el todo de cada parte y la parte de cada todo.Hemos y he en el mismo instante: las letras que aquí se escriben no tendrían significado si no hubiera quién las leyese, sería algo absurdo escribir por escribir, ya sea en tinta azul, negra, verde, roja, china o invisible, o usando un lápiz, una pluma de paloma o de águila, estilográfica, un bolígrafo o las teclas de una máquina de escribir o un teclado de ordenador. Transmitir una idea por escrito, compartirla, equivale a una celebración religiosa, con el sentido del verbo latino religio, en sus dos vertientes, la de religare, o unir a un colectivo en torno a un altar, a un lugar dotado de sacralidad, para dar sentido a la existencia de esta misma comunidad, y de relegere, o de profundizar en el significado profundo de cada una de las palabras que componen un texto escrito fijado a la memoria colectiva sobre papiro, pergamino, barro cocido o papel.  ¿Sobre qué escribir? Sobre todo, y ello nos lleva a que no escribamos sobre nada al mismo tiempo, como una Piedra Rosetta escrita en mil idiomas diferentes usando cada uno en una palabra de dicho texto. Un texto indescriptiblemente complicado, y al mismo tiempo, terriblemente sencillo...


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Publicado el 27 de abril de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

Reposo en sol

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


En la sociedad de las prisas tomarse un reposo es un privilegio que no se debe subestimar hasta el punto de considerarlo casi como un milagro, si creemos en la existencia de los milagros, claro está… vivimos en un mundo de relojes, y los relojes lógicos son fríos, no entienden de sentimientos. Viven en un perpetuo latido de tic-tac, en un tic-tac calculado al segundo, limitado en cuadrados y rectángulos de celda. Pero este tic-tac no contempla una tercera opción que se halla en este mismo músculo vital que bombea sangre, que bombea vida… y ese mismo músculo evidentemente físico es también donde reside la eternidad, que trasciende lo físico y lógico… cuerpo y alma compitiendo y disfrutando de la hermandad en el mismo lecho, los más extremados amantes, amigos, hermanos, padres e hijos, que se saludan y se acarician con el abrazo del oso pardo y de peluche, en el abrazo del panda. El tec, esa tercera opción que equivale al alma de todo lo estrictamente científico y sensual. El tec que es el conocimiento contradictorio que nos revela que los secretos son inescrutables a la luz de las eternas preguntas que se convierten una en diez, diez en cien y cien en un millar… la aventura del conocimiento y de la(s) ciencia(s) en infinito…


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Publicado el 5 de mayo de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

Incertidumbre

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


La rutina es el veneno de la vida, aunque la vida misma sigue un ciclo rutinario de nacimiento, crecimiento y muerte… y absolutamente nada se libra de tal ciclo de estaciones entre primavera e invierno. Ello implica que la vida se emponzoña a sí misma? No olvidemos que la vida no es algo sencillo, algo pacífico ni estable en sus pupilas rosadas ni azules en una danza uniforme, sino una sucesión de conflictos que la enriquecen en experiencias y conocimiento, ya sea en poco tiempo o a lo largo de un periodo más extenso. Y qué se podría entender como extenso? Y como breve? El día de 24 horas, al margen de la estabilización a partir de la Baja Edad Media en forma de horas, minutos y segundos, nunca ha dejado de ser como lo fuera en la Edad Media, libre del tambor del reloj. Una medianoche puede durar tres días si el tiempo transcurre lentamente mientras un día puede caducar en diez minutos si disfrutamos del momento. En consecuencia, lejos de lo que consideremos como hora standard, no hay nada más rebelde e indisciplinado que la Ciencia…ni nada que sea más eterno que esta finitud. La vida podría entenderse como una multiplicación de restas, en un proceso en el que el más, aunque no lo parezca, gana, al menos, por mayoría indudable. Las restas que nos inquietan, que constituyen nuestras pesadillas cotidianas, establecen hitos que, como las grandes batallas en el recuerdo popular, acaban transformando el mundo para bien en forma de lecciones existenciales, del mismo modo que las letales explosiones nucleares de Hiroshima y Nagasaki acabaron derivando en el uso de tal dinamita, de tal pólvora, para extraer energía beneficiosa para la Humanidad de esta terrible fusión del átomo. 


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Publicado el 10 de mayo de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

El doctor Hyde en Usher

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


No hace falta que un edificio esté cayéndose a trizas a ojos vista de su fachada quebrada para que esta Caída sea menos verdadera. Una fachada impoluta, sin grieta alguna visible, puede ser perfectamente la moribunda tumba encubierta de una familia desestructurada, pronta a su extinción como proyecto de futuro, siempre que su estructura esté carcomida por el vacío falsamente relleno de vida de una sonrisa etrusca… Una mansión puede ser una jaula de barrotes de oro. La riqueza no asegura la felicidad, en ciertas ocasiones incluso asegura la infelicidad a base de preocupaciones que constituyen una pesadilla de veinticuatro horas a ojos cerrados y abiertos de la que es imposible huir por mucho que se intente. La riqueza económica y la pobreza afectiva dictaminan como la cruel sentencia de un juicio la miseria más espantosa que nos podamos o nos atrevamos a imaginar. En esta tesitura tan temible, y en no pocas ocasiones tan verídica, es preferible el hecho de habitar una miserable cabaña de muros barro y tejado de paja, pero tan acogedora como el mejor palacio del mundo a pesar de su extrema modestia, que una prisión repleta de lujos y comodidades. Los banquetes de miel de avispa son platos espantosos pues son veneno oculto a la luz del sol que ahogan en un pantano macabro de clara agua transparente….


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Publicado el 15 de mayo de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

Sagas de pergamino

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


Picasso consideraba que el arte no debía servir para decorar paredes, creía que el arte debía remover conciencias, pensemos en su eterno Guernika, por ejemplo, un alegato contra la guerra, que como dice la canción, es un monstruo que pisa fuerte, aplastando la inocencia de la gente… que despierta brutalmente del sueño de que es posible vivir en paz en un medio ambiente de conflicto perpetuo entre contrarios…” cause life is a battle” canta Jane Zhang en una de sus canciones.El arte tampoco distingue entre géneros. Considerar que las mujeres son féminas en cualquier terreno es olvidarse de que las chicas son guerreras y de que la vida es de sexo femenino y nuestro mundo es de sexo femenino, vivimos en la Tierra. La Tierra es madre, es cuna de canción de hielo y fuego… no olvidemos también que el término nipón geisha es neutro, y significa, indistintamente, a quién es diestro en un arte, al artista universal. Tampoco tiene edad, pues Picasso pintó un autorretrato suyo a los 91 años, por ejemplo. Desde que el ser humano desarrolló el sentido del arte nació el arte como disciplina salvaje, hija de la naturaleza de cuyos huesos nació la música, amén de todas las demás formas de alma y voz de las musas… e incluso antes que el ser humano surgiese, el arte ya existía. La vida misma es el arte de la supervivencia, de la garra y de las pieles, del colmillo y la inteligencia, de la piedad y el amor, de los extremos entre la chimenea invernal y el incendio devastador estival… El arte de la evolución salvaje de los sentimientos, inútilmente convertida en parque, disciplinada en el intento imposible de adornar fachadas, pues incluso en el más rosado parque del mundo convive el verde con el azul del cielo.


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Publicado el 23 de mayo de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

El asteroide sobre el propio tejado

Cristóbal Miró Fernández


Reflexión


Un navío con velas encontradas no camina, es una cita que acuñó el rey borbón, el español Carlos III. Las dos cabras que se enfrentan sobre el tronco jamás llegarán a nada, tan solo a caer ambas al río sobre el que luchan enconada y estúpidamente, y con mucha suerte no ahogarse tras la caída, agotadas como están de su lucha inútil. Al final del proceso de auto aniquilación mutua, el tronco sobre el que se sustentan, su mente (ir) racional acabará devorándolas, arrastrándolas en su caída, quebrado por su estupidez. Siempre acaba ganando el que a su adversario no degüella, se cita en una de las líneas de la célebre novela latina, junto al Asno de Oro de Apuleyo, el Satiricon de Petronio. Las dos cabras que se enzarzan, en la lucha inútil y empecinada, en el intento desesperado de derrotar al contario, que al fin y al cabo es un hermano de leche, hasta sus últimas energías, acabarán ambas derribadas por sí mismas sin ver que las cornadas son boomerangs que rebotan una vez y otra contra sí mismas.El puñal de doble filo de un orgullo guerrero mal entendido y peor dirigido hacia los fines de la guadaña, que desangra la mano que lo esgrime sin remedio, no deja nunca tras de sí nada salvo heridas y cicatrices, mientras que en las más de las veces, corona su empuñadura roja de vino y sangre en el pico de la paz de los cementerios que deja de recuerdo… y al final solo quedan los esqueletos insepultos en su rencor de perdones, durante largas generaciones a venir, de los vencedores y vencidos en el Monte de las Ánimas soriano… 


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Publicado el 28 de mayo de 2022 por Cristóbal Miró Fernández .

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