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etiqueta: Teatro


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Asinaria

Plauto


Teatro, comedia


Personajes

LÍBANO, esclavo.
DEMÉNETO, viejo.
ARGIRIPO, joven, hijo de Deméneto.
CLEÉRETA, alcahueta.
LEÓNIDAS, esclavo.
MERCADER.
FILENIO, cortesana.
DIÁBOLO, joven.
GORRÓN.
ARTEMONA, matrona, mujer de Deméneto.

La acción transcurre en Atenas

Argumento

Un viejo que vive bajo la férula de su mujer, quiere ayudar económicamente a su hijo, que está enamorado, y da orden de que se le entregue al esclavo Leónidas el precio de unos asnos que debía recibir Sáurea. El hijo entrega el dinero a su amiga y se la cede por una noche al padre. Un rival, desesperado de ver que le han quitado a la mucha-cha, se lo hace saber todo por medio de un parásito a la mujer del viejo, que se presenta y se lleva al marido del burdel.

Prólogo

Distinguido público, un poco de atención, si sois tan amables y que todos salgamos con bien, vosotros, yo y nuestra compañía y sus directores y organizadores. ¡A ver, tú, pregonero, haz que el público sea todo oídos! (Después que ha mandado callar al público). Venga, ahora siéntate; pero no vayas a dejar de pedir tu salario por eso, ¿eh? Ahora os diré el motivo por el que he salido aquí a escena y qué es lo que pretendo: se trata simplemente de deciros el título de la comedia, porque por lo que toca al argumento, bien breve que es. Ahora os voy a decir lo que dije que quería deciros: esta comedia se llama en griego El arriero y su autor es Demófilo; Maco la ha traducido al latín y, con vuestro permiso, la quiere titular Asinaria; la pieza tiene gracia y chiste, es una comedia de risa. Ahora tened la amabilidad de prestarnos vuestra atención, y que el dios Marte os siga protegiendo como ya lo ha hecho en otras ocasiones.

Acto I

Escena I

Líbano, Deméneto


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Protegido por copyright
43 págs. / 1 hora, 15 minutos / 346 visitas.

Publicado el 14 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Trescientos Millones

Roberto Arlt


Teatro


A modo de explicación

Siendo reportero policial del diario Crítica, en el año 1927, una mañana del mes de septiembre tuve que hacer una crónica del suicidio de una sirvienta española, soltera, de veinte años de edad, que se mató arrojándose bajo las ruedas de un tranvía que pasaba frente a la puerta de la casa donde trabajaba, a las cinco de la madrugada.

Llegué al lugar del hecho cuando el cuerpo despedazado había sido retirado de allí. Posiblemente no le hubiera dado ninguna importancia al suceso (en aquella época veía cadáveres casi todos los días) si investigaciones que efectué posteriormente en la casa de la suicida no me hubieran proporcionado dos detalles singulares.

Me manifestó la dueña de casa que la noche en que la sirvienta maduró su suicidio, la criada no durmió.

Un examen ocular de la cama de la criada permitió establecer que la sirvienta no se había acostado, y se suponía con todo fundamento que pasó la noche sentada en su baúl de inmigrante. (Hacía un año que había llegado de España.) Al salir la criada a la calle para arrojarse bajo el tranvía se olvidó de apagar la luz.

La suma de estos detalles simples me produjo una impresión profunda.

Durante meses y meses caminé teniendo ante los ojos el espectáculo de una pobre muchacha triste que, sentada a la orilla de un baúl, en un cuartucho de paredes encaladas, piensa en su destino sin esperanza, al amarillo resplandor de una lamparita de veinticinco bujías.

De esa obsesión, que llegó a tener caracteres dolorosos, nació esta obra que, posiblemente nunca hubiera escrito de no haber mediado Leónidas Barletta.

Cuando Barletta organizó el Teatro del Pueblo me pidió que colaborara con él escribiendo una obra para su empresa, en la cual no creía nadie, incluso yo; pero, a pesar de todo, un día me puse a trabajar en ella sin la menor esperanza de éxito.


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Dominio público
43 págs. / 1 hora, 15 minutos / 236 visitas.

Publicado el 28 de julio de 2023 por Edu Robsy.

El Cerco de Numancia

Miguel de Cervantes Saavedra


Teatro, Clásico


FIGURAS SIGUIENTES:

CIPIÓN, romano.
IUGURTA, romano.
Gayo MARIO, romano.
QUINTO FABIO, romano.
CUATRO SOLDADOS ROMANOS.
DOS NUMANTINOS, EMBAJADORES.
TEÓGENES, numantino.
CARAVINO, numantino.
CUATRO GOBERNADORES NUMANTINOS.
MARANDRO, numantino.
DOS SACERDOTES NUMANTINOS.
UN HOMBRE NUMANTINO.
Un Demonio.
CUATRO MUJERES DE NUMANCIA.
LIRA, doncella.
DOS CIUDADANOS NUMANTINOS.
UNA MUJER DE NUMANCIA.
UN HIJO SUYO.
Otro hijo de aquélla.
UNA MUJER DE NUMANCIA.
UN SOLDADO NUMANTINO.
GUERRA.
ENFERMEDAD.
HAMBRE.
VARIATO, muchacho, que es el
  que se arroja de la torre.
UN NUMANTINO.
ERMILIO, soldado romano.

JORNADA PRIMERA

Entra CIPIÓN, y IUGURTA y MARIO y un alarde de soldados armados a lo antiguo, sin arcabuces, y CIPIÓN se sube sobre una peña que estará allí, y dice:


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43 págs. / 1 hora, 15 minutos / 997 visitas.

Publicado el 19 de abril de 2016 por Edu Robsy.

Filoctetes

Sófocles


Teatro, Tragedia, Tragedia griega


PERSONAJES

ODISEO.
CORO.
NEOPTÓLEMO.
FILOCTETES.
Observador disfrazado de mercader.
HERACLES.

ACTO ÚNICO

(La escena tiene lugar en un solitario paraje costero de la isla de Lemnos. En el acantilado se divisa una cueva. Aparecen Odiseo y Neoptólemo con un marino.)

ODISEO. —Éste es el acantilado de la tierra de Lemnos, bañada por todas partes, y no pisada ni habitada por los hombres, en donde, ¡oh Neoptólemo, hijo de Aquiles, el más valiente padre de entre los helenos!, hace tiempo, dejé yo abandonado al Melio, al hijo de Peante. Me habían ordenado hacerlo los que mandaban —le supuraba el pie a causa de un mal devorador—, puesto que no nos era posible acceder a libación ni sacrificio alguno con tranquilidad, sino que continuamente nos invadía todo el campamento con sus agudos lamentos, gritando y gimiendo.

Pero, ¿por qué hay que hablar de esto? No nos es propicio el momento para largos discursos, no vaya a ser que se aperciba de mi venida y eche a perder todo el artificio con el que creo poder cogerle pronto. Tu misión es, de ahora en adelante, obedecer y observar dónde hay aquí una cueva de doble abertura tal que, en invierno, el sol se pose por dos veces, mientras que en verano la brisa, pasando a través de la gruta de doble boca, propicie el sueño. Un poco más abajo, a tu mano izquierda, tal vez puedas ver una fuente de agua corriente, si es que subsiste. Después de acercarte, indícame, por señas, si ocupa aún el mismo lugar, o si se encuentra en otra parte, para que, a continuación, tú escuches el resto de las instrucciones que te voy a dar y actuemos de acuerdo por ambas partes.

NEOPTÓLEMO. —Señor Odiseo, breve trabajo me ordenas. Pues me parece estar viendo una gruta como dices.

ODISEO. —¿Arriba o abajo? Pues no la descubro.


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Protegido por copyright
43 págs. / 1 hora, 16 minutos / 1.323 visitas.

Publicado el 20 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

Macbeth

William Shakespeare


Teatro, Tragedia


PERSONAJES

El rey de Escocia, DUNCAN.

Sus hijos: MALCOLM y DONALBÁIN.

Lady MACBETH.

MACBETH.
BANQUO.
MACDUFF.
LÉNNOX.
ROSS.
ANGUSS.
MENTEITH.
CAITHNÉSS, señores escoceses.

Lady MACDUFF.

FLEANCIO, hijo de Banquo.

SUARDO, señor de Northumberland.

Su hijo.

SÉTON, oficial de Macbeth.

Un niño hijo de Macduff.

Un doctor inglés.

Otro escocés.

Un sargento.

Un viejo.

Un portero.

Una dama de lady Macbeth.

Nobles, guerreros, asesinos, criados, espías, etc.

Hécate.

Tres brujas.

Varios fantasmas.

ACTO I.

ESCENA PRIMERA.

Tarde tempestuosa.

Tres BRUJAS.

BRUJA 1.ª

¿Cuándo volvemos á juntarnos, cuando relampaguee, cuando truene ó cuando llueva?

BRUJA 2.ª

Cuando acabe el estruendo de la batalla, y unos la pierdan y otros la ganen.

BRUJA 3.ª

Entonces será antes de ponerse el sol.

BRUJA 1.ª

¿Dónde hemos de encontrarnos?

BRUJA 2.ª

En el yermo.

BRUJA 3.ª

Allí toparemos con Macbeth.

BRUJA 1.ª

Me llama Morrongo.

BRUJA 2.ª

Y á mí el Sapo.

LAS TRES JUNTAS.

El mal es bien, y el bien es mal: cortemos los aires y la niebla.

ESCENA II.

Campamento.

DUNCAN, MALCOLM, un ESCUDERO, un SARGENTO, LÉNNOX y ROSS.

DUNCAN.

¿Quién es aquel herido? Quizá nos traiga nuevas del campamento.

MALCOLM.

Es el escudero que puso en peligro su vida por salvar la mia. ¡Buenas tardes, amigo! Cuenta tú al Rey el estado del combate.

ESCUDERO.


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Dominio público
43 págs. / 1 hora, 16 minutos / 5.597 visitas.

Publicado el 25 de octubre de 2016 por Edu Robsy.

Edipo Rey

Sófocles


Teatro, Tragedia


Personajes

EDIPO
CREÓN
EL GRAN SACERDOTE
TIRESIAS
YOCASTA
EL CRIADO DE LAYO
UN MENSAJERO
UN OFICIAL DE EDIPO
EL CORO, compuesto de ancianos tebanos.

Acto primero

Escena I

EDIPO. El GRAN SACERDOTE. El Coro

Edipo:
Nuevos retoños del antiguo Cadmo, hijos míos. ¿Qué motivo os obliga a venir así a prosternaros en los escalones de este palacio, llevando en la mano las ramas reservadas para los suplicantes? El humo del incienso, los cantos lúgubres, los lamentos resuenan en toda la ciudad.

No os he enviado a nadie, he venido yo mismo, hijos míos, a informarme del motivo de vuestras quejas; sí, Edipo, tan loado en toda Grecia, viene a escucharos. Hablad, pues, ¡oh, anciano! ya que a vos os cuadra explicaros por ellos. ¿Qué temor, qué esperanza os han reunido en este sitio? Contad con el deseo que tengo de auxiliaros. Sería yo insensible si no estuviera conmovido por el estado suplicante en que os veo.


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Dominio público
44 págs. / 1 hora, 17 minutos / 2.508 visitas.

Publicado el 9 de junio de 2016 por Edu Robsy.

A Secreto Agravio, Secreta Venganza

Pedro Calderón de la Barca


Teatro, Drama


PERSONAS

El rey don Sebastian.
Don Lope de Almeida.
Don Juan de Silva.
Don Luis de Benavides.
Don Bernardino, viejo.
El duque de Berganza.
Doña Leonor, dama.
Sirena, criada.
Manrique, criado.
Cecilio, criado.
Un barquero.
Acompañamiento.
Soldados.

La escena es en Lisboa, en las cercanías de Aldea Gallega y en otros puntos.

JORNADA PRIMERA

Vista exterior de una quinta del Rey.

ESCENA PRIMERA

EL REY DON SEBASTIAN, DON LOPE DE ALMEIDA, MANRIQUE, acompañamiento.

D. Lope.
Otra vez, gran señor, os he pedido
Esta licencia, y otra habeis tenido
Por bien mi casamiento;
Mas yo que siempre, á tanta luz atento,
Vivo en vuestro semblante, vengo á daros
Cuenta de mi eleccion, y á suplicaros
Que en vuestra gracia pueda
Colgar las armas, y que Marte ceda
A Amor la gloria, cuando en paz reciba,
En vez de alto laurel, sagrada oliva.
Yo os he servido, y solamente espero
Esta merced por galardon postrero,
Pues con esta licencia venturosa
Hoy saldré á recibir mi amada esposa.

Rey.
Yo estimo vuestro gusto y vuestro aumento,
Y me alegro de vuestro casamiento;
Y á no estar ocupado
En la guerra que en Africa he intentado,
Fuera vuestro padrino.

D. Lope.
Eterno dure ese laurel divino
Que tus sienes corona.

Rey.
Estimo en mucho yo vuestra persona.

(Vase el Rey y acompañamiento.)

ESCENA II

DON LOPE, MANRIQUE.

Manriq.
Contento estás.

D. Lope.
Mal supiera
La dicha y la gloria mia
Disimular su alegría.
¡Felice yo, si pudiera
Volar hoy!

Manriq.
Al viento igualas.


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Dominio público
45 págs. / 1 hora, 19 minutos / 721 visitas.

Publicado el 4 de junio de 2018 por Edu Robsy.

Mercator

Plauto


Teatro, comedia


Personajes

CARINO, joven.
ACANTIÓN, esclavo de Carino.
DEMIFÓN, viejo, padre de Carino.
LISIMACO, viejo, amigo de Demifón.
UN ESCLAVO.
EUTICO, joven, hijo de Lisímaco y amigo de Carino.
PASICOMPSA, cortesana.
DORIPA, mujer de Lisímaco.
SIRA, vieja esclava de Doripa.
UN COCINERO.

La acción transcurre en Atenas.

Argumento

Argumento I

Un joven, a quien su padre había enviado a un viaje de negocios, compra y lleva a su patria a la vuelta a una muchacha muy linda. Al verla, pregunta el viejo quién es, y el esclavo se inventa que su joven amo la ha comprado como esclava para la madre. El viejo se enamora de ella, hace como que la vende y se la entrega a un vecino; la mujer de éste se piensa que le han metido una amiga en su casa. Un amigo del joven Carino le hace desistir a éste de su propósito de marcharse al destierro tras encontrar a su amiga.

Argumento II

Viendo la vida de disipación que lleva su hijo, decide el padre mandarlo a un viaje de negocios. Allí, en el extranjero, se enamora de la esclava de un amigo y la lleva consigo a su vuelta a casa. Llega y salta de la nave. Se presenta el padre y queda perdidamente enamorado de la esclava nada más verla. Pregunta que de quién es. El esclavo del hijo le dice que la ha comprado éste para esclava de la madre. El viejo va a lo suyo, y le ruega al hijo que venda a la joven a un amigo suyo; el hijo, por su parte, le dice que no, sino a uno suyo, que es en su caso el hijo de un vecino y el propio vecino en el caso del viejo. El viejo se adelanta a efectuar la compra de la muchacha. La mujer del vecino la sorprende en su casa, la toma por una amiga del marido y la emprende contra él. El joven, desesperado, decide abandonar la patria, pero se lo impide su amigo, que junto con su padre consigue del padre del joven que renuncie a favor del hijo.


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Protegido por copyright
45 págs. / 1 hora, 19 minutos / 239 visitas.

Publicado el 14 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Las Avispas

Aristófanes


Teatro, comedia


Personajes

PRIMER SERVIDOR (llamado Sosías)
Dos PERROS.
SEGUNDO SERVIDOR (llamado Jantias).
UN CONVIDADO
BDELICLEÓN
UNA PANADERA
FILOCLEÓN
UN DEMANDANTE
NIÑOS PORTADORES DE LINTERNAS
PERSONAJES MUDOS
Los JUECES, disfrazados de avispas, que componen el coro.

(La escena transcurre en Atenas y empieza poco antes del amanecer frente a la casa de Filocleón.)

SOSIAS: ¡Oye! ¿Qué estás enfermo, mi pobre Jantias?

JANTIAS: (Dormitando.) Procuro descansar después de esta noche de guardia.

SOSIAS: ¿Tus costillas reclaman, pues, una llamada de buenos latigazos? ¿O no sabes la clase de fiera que guarda­mos ahí dentro?

JANTIAS: Lo sé; pero quiero dormir un poco.

SOSIAS: Peligroso es, aunque puedes hacerlo; también yo siento que sobre mis párpados pesa un dulce sueño.

JANTIAS: ¿Estás loco o es que juegas al Coribante?

SOSIAS: No; este sopor que se apodera de mí proviene de Sabacio.

JANTIAS: ¡Sabacio! Los dos adoramos, pues, al mismo dueño. Ahora poco, también a mí me ha asestado el sueño un mazazo, atacándome como un medo y acabo de tener un sueño extraordinario.

SOSIAS: Y yo he tenido otro, como nunca. Pero cuenta primero el tuyo.

JANTIAS: He creído ver un águila muy grande bajar vo­lando sobre el Agora, y arrebatando en sus garras un escu­do de bronce elevarse con él hasta el cielo; después ví a Cleónimo que arrojaba aquel mismo escudo.

SOSIAS: De modo que Cleónimo es un verdadero enigma. En la mesa esto puede servir de distracción a los con­vidados: adivina adivinanza ¿cuál es el animal que arroja su escudo por tierra, por el aire y en el mar?

JANTIAS: ¿Qué desgracia me anunciará semejante sue­ño?

SOSIAS: No te preocupes; ningún mal te sucederá; te lo aseguro.

JANTIAS: Sin embargo, es muy mal agüero el de un hombre arrojando su escudo. Pero cuenta tu sueño.


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Dominio público
45 págs. / 1 hora, 19 minutos / 545 visitas.

Publicado el 31 de agosto de 2016 por Edu Robsy.

La Comedia Nueva

Leandro Fernández de Moratín


Teatro, Comedia


Advertencia

«Esta comedia ofrece una pintura fiel del estado actual de nuestro teatro (dice el prólogo de su primera edición); pero ni en los personajes ni en las alusiones se hallará nadie retratado con aquella identidad que es necesaria en cualquier copia, para que por ella pueda indicarse el original. Procuró el autor, así en la formación de la fábula como en la elección de los caracteres, imitar la naturaleza en lo universal, formando de muchos un solo individuo».

En el prólogo que precede a la edición de Parma se dice: «De muchos escritores ignorantes que abastecen nuestra escena de comedias desatinadas, de sainetes groseros, de tonadillas necias y escandalosas, formó un don Eleuterio; de muchas mujeres sabidillas y fastidiosas, una doña Agustina; de muchos pedantes erizados, locuaces, presumidos de saberlo todo, un don Hermógenes; de muchas farsas monstruosas, llenas de disertaciones morales, soliloquios furiosos, hambre calagurritana, revista de ejércitos, batallas, tempestades, bombazos y humo, formó El gran cerco de Viena; pero ni aquellos personajes, ni esta pieza existen».

Don Eleuterio es, en efecto, el compendio de todos los malos poetas dramáticos que escribían en aquella época, y la comedia de que se le supone autor, un monstruo imaginario, compuesto de todas las extravagancias que se representaban entonces en los teatros de Madrid. Si en esta obra se hubiesen ridiculizado los desaciertos de Cañizares, Añorbe o Zamora, inútil ocupación hubiera sido censurar a quien ya no podía enmendarse ni defenderse.


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46 págs. / 1 hora, 20 minutos / 434 visitas.

Publicado el 20 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

910111213