Textos más recientes etiquetados como Teatro no disponibles | pág. 4

Mostrando 31 a 40 de 58 textos encontrados.


Buscador de títulos

etiqueta: Teatro textos no disponibles


23456

Mercator

Plauto


Teatro, comedia


Personajes

CARINO, joven.
ACANTIÓN, esclavo de Carino.
DEMIFÓN, viejo, padre de Carino.
LISIMACO, viejo, amigo de Demifón.
UN ESCLAVO.
EUTICO, joven, hijo de Lisímaco y amigo de Carino.
PASICOMPSA, cortesana.
DORIPA, mujer de Lisímaco.
SIRA, vieja esclava de Doripa.
UN COCINERO.

La acción transcurre en Atenas.

Argumento

Argumento I

Un joven, a quien su padre había enviado a un viaje de negocios, compra y lleva a su patria a la vuelta a una muchacha muy linda. Al verla, pregunta el viejo quién es, y el esclavo se inventa que su joven amo la ha comprado como esclava para la madre. El viejo se enamora de ella, hace como que la vende y se la entrega a un vecino; la mujer de éste se piensa que le han metido una amiga en su casa. Un amigo del joven Carino le hace desistir a éste de su propósito de marcharse al destierro tras encontrar a su amiga.

Argumento II

Viendo la vida de disipación que lleva su hijo, decide el padre mandarlo a un viaje de negocios. Allí, en el extranjero, se enamora de la esclava de un amigo y la lleva consigo a su vuelta a casa. Llega y salta de la nave. Se presenta el padre y queda perdidamente enamorado de la esclava nada más verla. Pregunta que de quién es. El esclavo del hijo le dice que la ha comprado éste para esclava de la madre. El viejo va a lo suyo, y le ruega al hijo que venda a la joven a un amigo suyo; el hijo, por su parte, le dice que no, sino a uno suyo, que es en su caso el hijo de un vecino y el propio vecino en el caso del viejo. El viejo se adelanta a efectuar la compra de la muchacha. La mujer del vecino la sorprende en su casa, la toma por una amiga del marido y la emprende contra él. El joven, desesperado, decide abandonar la patria, pero se lo impide su amigo, que junto con su padre consigue del padre del joven que renuncie a favor del hijo.


Información texto

Protegido por copyright
45 págs. / 1 hora, 19 minutos / 236 visitas.

Publicado el 14 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

La Fierecilla Domada

William Shakespeare


Teatro, comedia


Dramatis personae

Christopher SLY, calderero
Un SEÑOR
Una POSADERA
Un PAJE, llamado Bartolomé
COMEDIANTES
CAZADORES
CRIADOS
BATTISTA MINOLA, un caballero de Padua
CATALINA, su hija mayor, la fierecilla
BIANCA, su hija menor
PETRUCCIO, caballero de Verona, pretendiente de Catalina
LUCENZIO, enamorado de Bianca
VINCENZO, padre de Lucenzio, caballero de Pisa
GREMIO, un viejo pretendiente de Bianca
HORTENSIO, amigo de Petruccio y pretendiente de Bianca
TRANIO, criado de Lucenzio
BIONDELLO, muchacho al servicio de Lucenzio
GRUMIO, criado de Petruccio
CURZIO, criado de Petruccio
UN PROFESOR
UNA VIUDA
UN MERCERO
CRIADOS de Petruccio y Battista

Prólogo

Escena i

Entran Christopher SLY y la POSADERA.

SLY. ¡Ya te ajustaré las cuentas!

POSADERA. ¡Un par de cepos, desgraciado!

SLY. Eres una cualquiera. Los Sly no somos gentecilla. Consulta las crónicas. Llegamos aquí con Ricardo el Conquistador, así que, paucas palabris, deja que ruede el mundo y cállate.

POSADERA. ¿No vas a pagar los vasos que rompiste?

SLY. No, ni un centavo. Vete, por San Jerónimo; vete a tu fría cama y caliéntate

POSADERA. Ya conozco el remedio: iré a buscar al guardia.

[Sale.]

SLY. El guardia más vale que se guarde. Le responderé con la ley en la mano. No voy a ceder ni una pulgada, muchacho. Que venga, por todos los santos.

Se duerme. Cuernos de caza. Entra un SEÑOR que viene de cazar, con su séquito.


Información texto

Protegido por copyright
65 págs. / 1 hora, 54 minutos / 1.306 visitas.

Publicado el 8 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Los Dos Caballeros de Verona

William Shakespeare


Teatro, comedia


Acto Dramatis personae

EL DUQUE [de Milán], padre de Silvia
VALENTÍN
PROTEO, los dos caballeros [de Verona]
ANTONIO, padre de Proteo
TURIO, necio [pretendiente de Silvia]
EGLAMOR, cortesano milanés que ayuda a [Silvia en su fuga]
RAUDO, [paje] de Valentín
LANZA, [criado] de Proteo
PANTINO, criado de Antonio
EL POSADERO [de la hostería de Milán] donde se hospeda Julia
LOS BANDIDOS [capitaneados por] Valentín
JULIA, [dama de Verona] amada de Proteo
SILVIA, [hija del duque] amada de Valentín
LUCETA, doncella de Julia
Criados, músicos.

Acto I

Escena I

Entran VALENTÍN y PROTEO.

VALENTÍN.
No intentes persuadirme, amable Proteo.
Los jóvenes caseros tienen mentes caseras.
Si tu amor juvenil no te encadenase
al dulce mirar de tu adorada,
te rogaría que vinieses conmigo
a ver las maravillas del gran mundo
y no quedarte aquí, emperezado,
consumiendo tu ociosa juventud.
Pero, ya que amas, ten suerte en tu amor,
como yo quisiera, si a amar fuese yo.

PROTEO.
¿Te vas? Adiós, querido Valentín.
Recuerda a tu Proteo si en tus viajes
vieras algo notable y singular.
Deséame que comparta tu ventura
cuando seas venturoso, y en el peligro
—si alguna vez el peligro te rodea—
encomienda tu azar a mis plegarias,
pues seré tu intercesor, mi Valentín.

VALENTÍN. ¿Y rezarás por mí en un libro de amor?

PROTEO. Rezaré por ti en un libro que amo.

VALENTÍN.
En la historia trivial de un amor profundo:
cómo Leandro cruzó a nado el Helesponto.

PROTEO.
Profunda historia de un amor profundo,
pues su amor le llegaba hasta el pecho.

VALENTÍN.
Cierto, y tu amor te llega hasta la cejas
sin haber cruzado nunca el Helesponto.


Información texto

Protegido por copyright
52 págs. / 1 hora, 31 minutos / 343 visitas.

Publicado el 7 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Las Coéforas

Esquilo


Teatro, Tragedia, Tragedia griega


Personajes del drama

Orestes, hermano de Electra
Pílades, amigo de Orestes
Coro de esclavas troyanas
Electra, hermana de Orestes
Criado
Clitemnestra, madre de Electra y Orestes
Nodriza
Egisto, amante de Clitemnestra
 

Las coéforas

(Salen a escena ORESTES y PÍLADES. El primero se acerca a la tumba de AGAMENÓN y reza).

ORESTES. ¡Oh Hermes subterráneo, considera todo el poder que tenía mi padre, y sé mi salvador, sé mi aliado! Yo te lo imploro, pues llego a esta tierra, regreso de mi exilio. De pie junto a esta tumba, yo a mi padre suplico que me atienda, que me escuche. A Ínaco este bucle, por haberme criado, yo le ofrendo, y este otro como ofrenda de duelo, pues no estuve a tu lado, para llorarte, padre, en tu muerte ni levanté los brazos al enterrar tus despojos mortales.

(Se corta un bucle y lo deposita ante la tumba).

Pero, ¿qué es lo que estoy viendo? ¿Qué significa este grupo de mujeres, que, cubiertas con sus enlutados velos se dirigen a este punto? ¿A qué habré de referirlo? ¿Quizá una nueva desgracia le ha ocurrido a este palacio? ¿O acertaré si imagino que libaciones que calman a los muertos, se encaminan para ofrendar a mi padre? Sin duda, no es otra cosa: me parece que es mi hermana ELECTRA la que hacia aquí con ellas acude. Me lo confirma el dolorido aspecto que ellas presentan. ¡Oh Zeus, que pueda vengar yo la muerte de mi padre! Dígnate tú ser mi aliado. Pílades, ya de su vista alejémonos, que pueda conocer bien claramente qué lo que esta procesión de mujeres significa.

(Entra el CORO. Entre tanto los dos se ocultan en unos matorrales).

CORO.


Información texto

Protegido por copyright
28 págs. / 49 minutos / 1.147 visitas.

Publicado el 4 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Agamenón

Esquilo


Teatro, Tragedia, Tragedia griega


Personajes del drama

Vigía
Coro de ancianos argivos
Mensajero
Clitemnestra, esposa de Agamenón
Heraldo
Agamenón, rey de Micenas
Casandra, hija de Príamo y cautiva
Egisto, amante de Clitemnestra
 

Agamenón

(En la azotea del palacio de los Atridas en Micenas está apostado un VIGÍA. Es de noche y reina un profundo silencio).

VIGÍA. Pido a los dioses que mis penas cesen, esta guardia, que dura ya hace un año, durante el cual, echado como un perro, en la azotea del palacio Atrida, aprendí a conocer la multivaria multitud de los astros que en el cielo, príncipes luminosos, resplandecen, y las estrellas, que a los hombres traen inviernos y veranos, ortos y ocasos.

(Breve pausa).

Y ahora aguardo el signo de la antorcha, la llama esplendorosa que de Troya ha de traernos nuevas y el anuncio de que al final ha sido conquistada, pues así lo ha mandado de una esposa el varonil e impaciente pecho. Cada vez que me tumbo en mi camastro perdido en la tiniebla y empapado, y nunca visitado por los sueños —que en vez del sueño, el terror se me acerca y el párpado cerrar no me permite en tranquilo reposo—, cuando quiero cantar o bien silbar una tonada buscando contra el sueño algún antídoto, echo a llorar, lamento el infortunio de una casa ya no tan bien llevada como antaño. Mas ¡ojalá que ahora, a través de la noche, apareciera la llama que traerá buenas noticias, y llegara el final de mis desdichas!

(Breve pausa. A lo lejos, de pronto, brilla una luz).


Información texto

Protegido por copyright
41 págs. / 1 hora, 12 minutos / 904 visitas.

Publicado el 4 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Los Persas

Esquilo


Teatro, Tragedia, Tragedia griega


Personajes del drama

Coro de ancianos persas
Atosa, la Reina Madre
Un mensajero
La sombra de Darío, padre de Jerjes
Jerjes, rey de Persia

Los persas

La acción se desarrolla en Susa. En escena una gradería porticada y la tumba de DARÍO.

(Van entrando lentamente en la orquéstra los ancianos que forman el CORO).


Información texto

Protegido por copyright
24 págs. / 43 minutos / 1.071 visitas.

Publicado el 4 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Las Suplicantes

Esquilo


Teatro, Tragedia, Tragedia griega


Personajes del drama

Coro de las Danaides
Dánao, Padre de las Danaides
Pelasgo, el rey de los argivos
Heraldo

Las suplicantes

La acción, en Argos. Al fondo de la orquéstra, una colina con estatuas de los dioses agorales.

(Entra el CORO y se detiene al pie de una colina con altares y estatuas de dioses. Primero, evoluciona. Luego, se dirige a los dioses y la tierra de Argos, a la que acaban de arribar).

CORO. Que Zeus Suplicante benévolo mire nuestra naval hueste que un día zarpara de la fina arena del delta del Nilo. Tras haber dejado de Zeus la provincia, vecina de Siria, al exilio huimos; no es que, condenadas por popular voto, en pago de un crimen, la patria dejemos; es que nuestro pecho, por naturaleza, al macho aborrece, y así ha rechazado bodas con los hijos de Egipto, y su insania.

Dánao, mi padre y mi consejero, autor de mi intriga, sopesando todas las suertes del juego, esto ha decidido, que mi honor protege: huir velozmente por la ola marina, y arribar a Argólide, de donde procede toda nuestra estirpe, que, un día, se jacta, nació de la vaca que un tábano pica, al tacto y al hálito de Zeus, nuestro Padre. ¿A qué territorio llegar, pues, podemos más benigno que este, con el brazo armado de arma suplicante, la rama ceñida de albísima lana?

¡Que esta ciudadela, que este territorio, que sus aguas puras, que los altos dioses y los subterráneos que ocupan sus tumbas, que Zeus salvador, en lugar tercero, que el hogar protege de los hombres puros, acojan benévolos a este equipo nuestro hecho de mujeres, con el aire suave propio de esta tierra; mas que el macho enjambre lleno de insolencia, nacido de Egipto, antes de que ponga su pie en esta tierra,


Información texto

Protegido por copyright
22 págs. / 39 minutos / 619 visitas.

Publicado el 4 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Prometeo Encadenado

Esquilo


Teatro, Tragedia, Tragedia griega


Personajes del drama

Fuerza, esbirro de Zeus
Violencia, esbirro de Zeus
Hefesto, dios del fuego
Prometeo, Titán
Océano, Titán
Hermes, dios mensajero
Ío, mortal amada por Zeus
Coro de oceánides, hijas de Océano

Prometeo encadenado

La acción, en una montaña de Escitia.

(Salen a escena FUERZA y VIOLENCIA conduciendo al Titán PROMETEO. Les sigue HEFESTO llevando consigo un martillo, cadenas y una cuña. Se dirigen a una enorme roca donde colocan a PROMETEO para que HEFESTO pueda clavarlo en ella).

FUERZA. Al confín de la tierra hemos llegado, a la desierta y desolada Escitia. Hefesto, ahora es tu turno: cumplir debes las órdenes que el Padre te impusiera, amarrar con grilletes irrompibles a este escarpado risco este bandido. Pues tu atributo, el ígneo de la llama fulgor y fuente de las artes todas robó del Cielo y diolo a los mortales. Es justo, pues, que pague este delito. ¡Que aprenda a respetar de Zeus la fuerza, y a poner freno a su filantropía!

HEFESTO. Habéis cumplido ya, Fuerza y Violencia, las órdenes que Zeus os encargara; no hay nada que añadir. Pero yo, en cambio, no tengo corazón para amarrar a un dios, pariente mío, a este peñasco, borrascoso. Mas, ay, he de intentarlo, que es grave desoír la orden paterna.

(A PROMETEO).


Información texto

Protegido por copyright
27 págs. / 47 minutos / 1.722 visitas.

Publicado el 4 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Orestíada

Esquilo


Teatro, Tragedia, Tragedia griega


Agamenón

Personajes del drama

Vigía
Coro de ancianos argivos
Mensajero
Clitemnestra, esposa de Agamenón
Heraldo
Agamenón, rey de Micenas
Casandra, hija de Príamo y cautiva
Egisto, amante de Clitemnestra
 

(En la azotea del palacio de los Atridas en Micenas está apostado un VIGÍA. Es de noche y reina un profundo silencio).

VIGÍA. Pido a los dioses que mis penas cesen, esta guardia, que dura ya hace un año, durante el cual, echado como un perro, en la azotea del palacio Atrida, aprendí a conocer la multivaria multitud de los astros que en el cielo, príncipes luminosos, resplandecen, y las estrellas, que a los hombres traen inviernos y veranos, ortos y ocasos.

(Breve pausa).

Y ahora aguardo el signo de la antorcha, la llama esplendorosa que de Troya ha de traernos nuevas y el anuncio de que al final ha sido conquistada, pues así lo ha mandado de una esposa el varonil e impaciente pecho. Cada vez que me tumbo en mi camastro perdido en la tiniebla y empapado, y nunca visitado por los sueños —que en vez del sueño, el terror se me acerca y el párpado cerrar no me permite en tranquilo reposo—, cuando quiero cantar o bien silbar una tonada buscando contra el sueño algún antídoto, echo a llorar, lamento el infortunio de una casa ya no tan bien llevada como antaño. Mas ¡ojalá que ahora, a través de la noche, apareciera la llama que traerá buenas noticias, y llegara el final de mis desdichas!

(Breve pausa. A lo lejos, de pronto, brilla una luz).


Información texto

Protegido por copyright
96 págs. / 2 horas, 49 minutos / 658 visitas.

Publicado el 4 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

23456