Textos más populares este mes etiquetados como Teatro | pág. 7

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56789

Hipólito

Eurípides


Teatro, Tragedia, Tragedia griega


Argumento

La diosa Afrodita, despreciada por Hipólito, hijo de Teseo, deseoso de conservar su virginidad, trama su ruina y la satisfacción de su venganza, inspirando a su madrastra Fedra un amor violento por él; pero no osando declarárselo, y víctima de su pasión vehemente, la confía a su nodriza en ausencia de su esposo Teseo, la cual comete la insigne imprudencia de participarla a Hipólito, que se indigna y la rechaza con toda su energía. La desdichada Fedra, sabedora del mal éxito de esta tentativa, resuelve suicidarse y ejecuta su proyecto ahorcándose, si bien se venga de su hijastro dejando al morir unas tablitas suspendidas de su cadáver, en las cuales dice que, contra su voluntad y forzada por Hipólito, ha manchado el lecho nupcial. Entonces Teseo, sin informarse con escrupulosidad de la certeza de esta acusación, y recordando que Poseidón le había prometido realizar tres votos suyos, le pide que mate a Hipólito, y lo destierra de su reino. El mísero e inocente joven, lleno de dolor, y no queriendo faltar a su juramento de no publicar la declaración de la nodriza, huye en su carro, acompañado de sus más fieles servidores, y perece en el camino acometido por un toro, que suscita contra él el dios marino. Cuando lo traen moribundo a la presencia de Teseo, se aparece Artemisa, su amiga y protectora, descubre su inocencia y lo consuela, profetizando los honores y fiestas que se le tributarán en lo sucesivo.


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Dominio público
40 págs. / 1 hora, 11 minutos / 591 visitas.

Publicado el 15 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Las Aves

Aristófanes


Teatro, Comedia


PERSONAJES

EVELPIDES.
PISTETERO.
ABUBILLA.
UN PARRICIDA.
EL CORO DE LAS AVES.
UN SACERDOTE.
UN POETA.
UN INSPECTOR.
UN VENDEDOR.
MENSAJERO PRIMERO.
MENSAJERO SEGUNDO.
IRIS.
UN HERALDO.
UN PARRICIDA.
CINESIAS, poeta ditriámbico.
UN SICOFANTE.
PROMETEO.
POESEIDÓN.
TRIBADO.
HERACLES.

LAS AVES

País agreste, lleno de zarzales y peñascos. Al fondo, una selva; a un lado una roca, morada de Abubilla.

En escena

EVÉLPIDES, llevando un grajo sobre el puño.

PISTETERO, llevando igualmente una corneja; y los dos en busca del reino de las Aves.

EVÉLPIDES.—(Al grajo que le sirve de guía.) ¿Me dices que vaya en línea recta hacia aquel árbol?

PISTETERO.—(A la corneja que trae en la mano.) ¡Peste de avechucho! Ahora grazna que retrocedamos.

EVÉLPIDES.—Pero infeliz la qué andar errantes en todos sentidos? Con estas idas y venidas nos derrengamos inútilmente.

PISTETERO.—¡Qué imbécil he sido al dejarme guiar por esta corneja! Me ha hecho correr más de mil estadios.

EVÉLPIDES.—¿Mayor dicha que la de llevar de guía a este grajo, que me ha destrozado hasta las uñas de los pies?

PISTETERO.—Ni siquiera sé en qué lugar de la tierra estamos.

EVÉLPIDES.—¿No podrías tú averiguar desde aquí dónde cae nuestra patria?

PISTETERO.—No, por cierto; ni Execéstides la suya.

EVÉLPIDES.—¡Ay!

PISTETERO.—Tú, amigo mío, sigue esa senda.


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Dominio público
49 págs. / 1 hora, 26 minutos / 578 visitas.

Publicado el 3 de junio de 2018 por Edu Robsy.

Intenciones

Oscar Wilde


Ensayo, Teatro


La decadencia de la mentira

UN DIÁLOGO

Personajes: Cyril y Vivian

Lugar: Biblioteca de una casa de campo en Nottingham.

CYRIL (Mientras que entra por la puerta-balcón abierta de la terraza.).- Pasa usted demasiado tiempo encerrado en la biblioteca, querido. Hace una tarde magnífica y el aire es tibio. Flota sobre el bosque una bruma rojiza como la flor de los ciruelos. Vayamos a tumbarnos sobre la hierba, nos fumaremos un cigarrillo y gozaremos de la madre Naturaleza.

VIVIAN.- ¡Gozar de la Naturaleza! Antes que nada quiero que sepa que he perdido esa facultad por completo. Dicen las personas que el Arte nos hace amar aún más a la Naturaleza, que nos revela sus secretos y que una vez estudiados estos concienzudamente, según afirman Corot y Constable, descubrimos en ella cosas que antes escaparon a nuestra observación. A mi juicio, cuanto más estudiamos el Arte, menos nos preocupa la Naturaleza. Realmente lo que el Arte nos revela es la falta de plan de la Naturaleza, su extraña tosquedad, su extraordinaria monotonía, su carácter completamente inacabado. La Naturaleza posee, indudablemente, buenas intenciones; pero como dijo Aristóteles hace ya tiempo que no puede llevarlas a cabo. Cuando miro un paisaje, me es imposible dejar de ver todos sus defectos. A pesar de lo cual, es una suerte para nosotros que la Naturaleza sea tan imperfecta, ya que de no ser así no existiría el Arte. El Arte es nuestra enérgica protesta, nuestro valiente esfuerzo para enseñar a la naturaleza cuál es su verdadera función. En cuanto a eso de la infinita variedad de la Naturaleza, no es más que un mito. La variedad no se puede encontrar en la Naturaleza misma, sino en la imaginación, en la fantasía o en la ceguera cultivada de su observador.


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Dominio público
179 págs. / 5 horas, 14 minutos / 837 visitas.

Publicado el 12 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

El Maleficio de la Mariposa

Federico García Lorca


Teatro


Personajes

DOÑA CURIANA
CURIANITA SILVIA
MARIPOSA
GUSANO PRIMERO
GUSANO SEGUNDO
GUSANO TERCERO
CURIANITA SANTA
CURIANAS GUARDIANAS
DOÑA ORGULLOS, madre de Curianita Silvia
CURIANITO EL NENE, hijo de Doña Curiana
ALACRANCITO EL CORTAMIMBRES
CURIANA CAMPESINA PRIMERA
CURIANA CAMPESINA SEGUNDA
OTRAS CURIANAS CAMPESINAS


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Dominio público
23 págs. / 40 minutos / 3.800 visitas.

Publicado el 18 de octubre de 2018 por Edu Robsy.

Mostellaria

Plauto


Teatro, comedia


Personajes

TRANIÓN, esclavo.
GRUMIÓN, esclavo.
FILÓLAQUES, joven, hijo de Teoprópides.
FILEMATIO, cortesana.
ESCAFA, esclava de Filematio.
CALIDÁMATES, joven, amigo de Filólaques.
DELFIO, cortesana.
TEOPRÓPIDES, viejo, padre de Filólaques.
MISARGÍRIDES, usurero.
SIMÓN, viejo, vecino de Filólaques.
FANISCO, esclavo.
ESFERIÓN, esclavo.
Otros esclavos.

La acción transcurre en Atenas.

Argumento

Filólaques compra a su amada y le da la libertad, y derrocha toda su hacienda durante la ausencia de su padre. A su regreso, el viejo es engañado por Tranión; le cuenta que pasan unos portentos espantosos en la casa y que se han tenido que ir de allí por eso. Entonces se presenta un codicioso usurero reclamando sus intereses, y el viejo vuelve a ser engañado: Tranión le dice que es que han tomado dineros a préstamo porque han comprado una casa. Teoprópides le pregunta qué casa es, y Tranión le contesta que la del vecino de al lado, y va a verla. Después queda muy ofendido de que se hayan burlado de él, pero un amigo de su hijo consigue que les conceda a todos el perdón.

Acto I

Escena I

Grumión, Tranión

GR.— Venga, salte ya de la cocina, bribón, ya está bien de tanta chirigota ahí entre los pucheros; fuera de esta casa, ruina de tus amos. Te juro que, si los dioses me dan vida, me las vas a pagar todas muy bien pagadas en la finca. Sal, sal, digo, no andas ahí más que al olorcillo de los asados, no quieres aparecer ¿eh?

TR.— ¡Maldición!, ¿qué son esos gritos aquí delante de la casa?, ¿es que te crees que estás en el campo? ¡Largo de aquí, al campo, al campo, desgraciado, a ver si nos retiramos de la puerta! [9-10] ¡Toma!, ¿es esto lo que venías buscando?

GR.— ¡Muerto soy! ¿Por qué me pegas?

TR.— Porque vives.


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Protegido por copyright
50 págs. / 1 hora, 27 minutos / 712 visitas.

Publicado el 14 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

La Paz

Aristófanes


Teatro, Comedia


Personajes

PRIMER SERVIDOR.
SEGUNDO SERVIDOR.
TRIGEO, viñador.
LAS HIJAS DE TRIGEO.
HERMES.
POLEMO, personificación de la Guerra.
EL TUMULTO, servidor de Polemo.
LA PAZ.
OPORA Y TEORÍA, personajes mudos, la primera diosa de las cosechas y la otra diosa de las fiestas.
HIEROLES, adivino.
UN ARMERO.
NIÑO PRIMERO.
NIÑO SEGUNDO.
VARIOS PERSONAJES MUDOS.
LAS CIUDADES GRIEGAS, que componen el Coro.

La paz

(La acción transcurre, parte en el Olimpo y parte en Atenas.)

PRIMER SERVIDOR.—Tráeme pronto una bolita para el escarabajo.

SEGUNDO SERVIDOR.—Toma, dásela a esa cochina bestia. ¡Ojalá no coma jamás otra mejor!

PRIMER SERVIDOR.—Otra hecha con boñiga de asno.

SEGUNDO SERVIDOR.—Ahí la tienes también. Pero ¿dónde está la que trajiste hace un momento? ¿Se la ha comido ya?

PRIMER SERVIDOR.—¡Pues ya lo creo! Me la arrebató de las manos, le dio una vueltecilla entre las patas y se la tragó enterita. Hazle, hazle otras más grandes y espesas.

SEGUNDO SERVIDOR.—¡Oh, limpia-letrinas, socorredme en nombre de los dioses, si no queréis que me asfixie!

PRIMER SERVIDOR.—Otra, otra, confeccionada con excrementos de joven invertido; ya sabes que le gusta la masa muy molida.

SEGUNDO SERVIDOR.—Creo, señores, que hay algo de que nadie podrá acusarme: de que me coma la pasta al amasarla.

PRIMER SERVIDOR.—¡Puf!, venga otra, otra y otra, bolita; no ceses de amasar.

SEGUNDO SERVIDOR.—No, por Apolo; ¡se acabó! No puedo resistir ya el olor de este lebrillo.

PRIMER SERVIDOR.—Entonces, voy a llevármelo yo mismo de aquí.


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Dominio público
37 págs. / 1 hora, 6 minutos / 628 visitas.

Publicado el 30 de mayo de 2018 por Edu Robsy.

Seis Personajes en Busca de Autor

Luigi Pirandello


Teatro


Personajes de la comedia a escenificar

El Padre.
La Madre.
La Hijastra.
El Hijo.
El Muchacho.
La Niña (estos dos últimos, no hablan).
(Después, evocada) Madama Paz.

Los actores de la compañía

El Director de la Compañia.
La Primera Actriz.
El Primer Actor.
La Segunda Actriz.
La Dama Joven.
El Galán Joven.
Otros Actores y Actrices.
El Director de Escena.
El Apuntador.
El Guardarropa.
El Maquinista.
El Secretario del Director de la Compañía.
El Avisador.
Tramoyistas y dependientes.

Es de día, en el escenario de un teatro de verso.

Seis personajes en busca de autor

NOTA BENE. La Comedia no tiene actos ni escenas. La representación se interrumpirá una primera vez, sin bajar el telón, cuando el Director de la Compañía y el primero de los Personajes se retiran para concertar la escenificación, desalojando entonces los actores el escenario; y una segunda vez, cuando por error, el maquinista dejará caer el telón.

Al entrar los espectadores en el teatro, hallarán levantado el telón, casi obscuro y vacio el escenario, como durante el dia, sin bastidores ni decorado, para que desde el principio se reciba la impresión de un espectáculo no preparado.

La concha del apuntador, estará a un lado del boquete.

Al otro lado, cerca del proscenio, una mesita y una butaca con el respaldo hacia el público, para el Director de la Compañía.

Otras dos mesitas, una más grande y otra más pequeña, con algunas sillas en torno, por si son necesarias durante el ensayo.


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Dominio público
65 págs. / 1 hora, 53 minutos / 2.454 visitas.

Publicado el 3 de marzo de 2019 por Edu Robsy.

La Venta

Francisco de Quevedo y Villegas


Teatro, Entremés, Comedia


Personas

GRAJAL, moza de la venta
UN MOZO DE MULAS
CORNEJA
VENTERO
UNA MUJER
UN ESTUDIANTE
GUEVARA Y SU COMPAÑÍA
MÚSICOS QUE CANTAN

La Venta

Sale CORNEJA, vejete, con un rosario, y canta dentro GRAJAL.

CORNEJA
Mas líbranos del mal, amén, Jesús.

Canta GRAJAL.

GRAJAL
Es ventero Corneja.
Todos se guarden,
que hasta el nombre le tiene
de malas aves.
¿Qué harán las ollas,
donde las lechuzas
pasan por pollas?

CORNEJA
Linda letra me canta mi criada.
No sé cómo la sufro, ¡vive Cristo!
Ella se baila toda cada día,
y siempre está cantando estos motetes,
y sisa, y es traviesa y habladora.
Moza de venta no ha de ser canora.
¡Grajal!

GRAJAL
Dentro. Señor.

CORNEJA
¡El tono con que chilla!

Sale GRAJAL, cantando.
Quien temiere ratones,
venga a esta casa,
donde el huésped los guisa
como los caza.
Zape aquí, zape allí, zape allá,
que en la venta está,
que en la venta está.

CORNEJA
¡Válgante los demonios por cantora!
Ya que cantas de chanza,
¿es bueno el villancico en mi alabanza?

GRAJAL
Capítulo segundo, en que se trata
en cómo se responde en esta venta.

CORNEJA
¿Coronista te haces?

GRAJAL
Tenga cuenta.
Canta.
Dicen «señor huésped»,
responde el gato;
y en diciéndole «¡zape!»,
se va mi amo.

CORNEJA
¡Jesús, Jesús! ¡Qué cosa tan extraña,
que no es para mi punto lo que dice!
¿Has compuesto las camas?
¿Has echado en la olla lo que sabes?


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Dominio público
4 págs. / 7 minutos / 2.723 visitas.

Publicado el 18 de junio de 2018 por Edu Robsy.

La Doncella, el Marinero y el Estudiante

Federico García Lorca


Teatro, teatro breve


Personajes

LA DONCELLA.
UNA VIEJA.
EL MARINERO.
EL ESTUDIANTE.
LA MADRE.

La doncella, el marinero y el estudiante

Balcón.

VIEJA.— (En la calle.) Caracoleeees. Se guisan con hierbabuena, azafrán y hojas de laurel.

DONCELLA.— Caracolitos del campo. Parecen amontonados en la cesta una antigua ciudad de la China.

VIEJA.— Esta vieja los vende. Son grandes y oscuros. Cuatro de ellos pueden con una culebra. ¡Qué caracoles! Dios mío, ¡qué caracoles!

DONCELLA.— Déjame que borde. Mis almohadas no tienen iniciales y esto me da mucho miedo... Porque, ¿qué muchachilla en el mundo no tiene marcada su ropa?

VIEJA.— ¿Cómo es tu gracia?

DONCELLA.— Yo bordo en mis ropas todo el alfabeto.

VIEJA.— ¿Para qué?

DONCELLA.— Para que el hombre que esté conmigo me llame de la manera que guste.

VIEJA.— (Triste.) Entonces eres una sinvergüenza.

DONCELLA.— (Bajando los ojos.) Sí.

VIEJA.— ¿Te llamarás María, Rosa, Trinidad? ¿Segismunda?

DONCELLA.— Y más, y más.

VIEJA.— ¿Eustaquia? ¿Dorotea? ¿Jenara?

DONCELLA.— Y más, más, más...

(La DONCELLA eleva las palmas de sus manos palidecidas por el insomnio de las sedas y los marcadores. La VIEJA huye arrimada a la pared, hacia su Siberia de trapos oscuros, donde agoniza la cesta llena de mendrugos de pan.)

DONCELLA.— A, B, C, D, E, F, G, H, I, J, K, L, M, N. Ya está bien. Voy a cerrar el balcón. Detrás de los cristales seguiré bordando.

(Pausa.)


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Dominio público
2 págs. / 3 minutos / 885 visitas.

Publicado el 11 de septiembre de 2018 por Edu Robsy.

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