Argumento
I
Neoptólemo, habiendo recibido en Troya, como botín,
a Andrómaca, esposa de Héctor, tuvo un hijo de ella. Más tarde tomó por
esposa a Hermíone, la hija de Menelao. Habiendo pedido antes justicia a
Apolo de Delfos por la muerte de Aquiles, regresó de nuevo hacia el
oráculo, para aplacar al dios. La reina, celosa de Andrómaca, maquinaba
la muerte contra ella, después de mandar llamar a Menelao. Andrómaca
había puesto a buen recaudo a su hijito, y, personalmente, acudió a
refugiarse al santuario de Tetis. Los hombres de Menelao descubrieron al
niño, y a ella, engañándola, le hicieron levantarse de allí. Cuando se
disponían a degollarlos a ambos, se lo impidió la aparición de Peleo.
Entonces Menelao regresó a Esparta y Hermíone cambió de parecer temiendo
que Neoptólemo se presentara. Habiendo venido Orestes, se llevó a ésta y
tramó una conspiración contra Neoptólemo. Se presentaron los que traían
a éste, una vez muerto. Tetis, apareciéndose a Peleo cuando se disponía
a llorar el cadáver, le ordenó que lo enterrara en Delfos, y que
enviara a Andrómaca al país de los molosos junto con su hijo, y que, por
su parte, aceptara la inmortalidad. Él, cuando la obtuvo, pasó a vivir a
las islas de los bienaventurados.
II
La escena del drama se supone en Ptía y el Coro
está formado por mujeres de Ptía. En el prólogo habla Andrómaca. El
drama es de los del segundo grupo. El prólogo está dicho con claridad y
elocuencia. Y, además, los versos elegíacos del lamento de Andrómaca. En
la segunda parte el discurso de Hermíone deja ver su condición de
reina, y no está mal su discurso contra Andrómaca. Bien está también
Peleo, que libra a Andrómaca.
Información texto 'Andrómaca'