Textos más populares esta semana etiquetados como Tratado | pág. 6

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El Origen del Hombre

Charles Darwin


Tratado, Ciencia, Biología


Prefacio

Muchos años hace que ninguna obra ha causado tan profunda impresion en el mundo científico como la en que Darwin, el eminente naturalista inglés, apoya su teoría sobre el Origen del Hombre, con todo el inmenso tesoro de su genio sorprendente y original, de sus investigaciones profundas, y de su erudicion extraordinaria.

Al emprender su traducción, no pretendemos imponerla á las inteligencias, atribuyéndola el carácter de una verdad absoluta, sino presentarla al libre exámen para que, sin prevenciones en pró ni en contra, la examine y la juzgue.

Sin creernos con autoridad suficiente para calificar de verdaderas ó de falsas las teorías Darwinianas, nosotros, con un distinguido escritor francés, vemos en ellas la expresión de un esfuerzo gigantesco hecho por la mente humana, para dar la explicacion de ciertos fenómenos que por mucho tiempo se han considerado como fuera del alcance de la inteligencia. El hombre que ha realizado este esfuerzo no es tan sólo un filósofo, sino tambien uno de los s{abios más eruditos de Inglaterra, en cuyas obras se nos presenta el reino animal bajo un punto de vista completamente nuevo.

Antes de empezar nuestra tarea creemos que nuestros lectores leerán con gusto algunos datos biográficos del fundador de este sistema, ya presentido por el genio universal de Göethe y casi formulado por Lamarck.


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Publicado el 9 de marzo de 2019 por Edu Robsy.

Estatismo y Anarquía

Mijaíl Bakunin


Tratado, Política, Filosofía


La Asociación Internacional de los Trabajadores, cuyo origen apenas se remonta a nueve años, ha conseguido durante ese tiempo llegar a una tal influencia sobre el desenvolvimiento práctico de las cuestiones económicas, sociales y políticas en toda Europa, que ningún periodista u hombre de Estado puede rehusarle, en la hora que corre, el interés más serio y con frecuencia el más inquietante. El mundo oficial y oficioso, y el mundo burgués en general, ese mundo de felices explotadores del trabajo penoso, la considera con esa emoción interior que se experimenta a la aproximación de un peligro amenazador aunque desconocido o apenas definido; como si se tratara de un monstruo que deberá tragar infaliblemente todo este sistema social y económico si no se tomasen desde ahora medidas enérgicas, aplicadas simultáneamente en todos los países de Europa, para poner fin a su éxito rápido y creciente.

Se sabe bien que después de la última guerra que rompió la hegemonía histórica de la Francia estatista en Europa –reemplazándola por la hegemonía aún más detestada del pangermanismo estatista–, las medidas contra la Internacional se convirtieron en objeto preferido de las negociaciones intergubernamentales. Es un fenómeno excesivamente natural. Los Estados que, en el fondo, se odian unos a otros y que son eternamente irreconciliables, no han podido ni pueden encontrar otra base de entente que el sometimiento concertado de las masas trabajadoras que forman la base común, el fin de su existencia. No es necesario decir que el príncipe de Bismarck ha sido, y sigue siéndolo, el inspirador principal de esa nueva Santa Alianza. Sin embargo, no fue él quien primero presentó sus proposiciones. Dejó ese honor dudoso a la iniciativa del humillado gobierno del Estado francés que acababa justamente de arruinar.


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Publicado el 15 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

Cómo Debe el Joven Escuchar la Poesía

Plutarco


Tratado, Filosofía


1

Querido Marco Sedacio, si como decía el poeta Filóxeno, de las carnes las más sabrosas son las que no son carnes, y de los peces los que no son peces, dejemos que lo demuestren aquellos de los que Catón decía que tenían el paladar más sensible que el corazón. Porque de las cosas que se dicen en la filosofía está claro para nosotros que, con las que no tienen aspecto filosófico, los jóvenes precisamente se complacen más y se ofrecen a sí mismos obedientes y sumisos. En efecto, ellos no sólo se entusiasman con placer cuando leen las fábulas de Esopo y las sentencias poéticas y el Ábaris de Heráclides y el Licón de Aristón, sino también cuando leen las doctrinas sobre las almas, si están mezcladas con mitología. Por ello, conviene vigilar cuidadosamente que ellos sean comedidos no sólo en los placeres de la comida y de la bebida, sino, aún más, que se acostumbren a serlo en las audiciones y lecturas, como usan con moderación de un companage que agrada, y tomen de ellas lo útil y saludable, pues ni las puertas cerradas guardan a una ciudad de su conquista, si por una de ellas se deja entrar a los enemigos, ni la continencia en los demás placeres salva al joven, si se entrega, sin darse cuenta, al que viene de la audición.

Pero cuanto más se apegue este placer al hombre que es dado por naturaleza a sentir y razonar, tanto más daña y destruye, si es descuidado, a aquel que lo acepta. Por tanto, ya que no es, quizá, posible ni provechoso apartar de la poesía a un joven de la edad que tienen ahora mi Soclaro y tu Cleandro, debemos vigilarlos muy bien, porque están más necesitados de dirección en las lecturas que en las calles.


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Publicado el 19 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

Los Trabajos y los Días

Hesíodo


Tratado


Libro I

Proemio

Musas que ilustráis con vuestros cantos, venid de la Pieria, y loando a vuestro Padre Zeus, decid cómo los hombres mortales son desconocidos o célebres, irreprochables o cubiertos de oprobio, por la voluntad del gran Zeus. Porque eleva y derriba fácilmente, abate con facilidad al hombre poderoso y fortalece al débil, castiga al malo y humilla al soberbio, Zeus que truena en las alturas y habita las moradas superiores.

¡Escucha, oh hombre que oyes y ves todo, y conforma nuestros juicios a tu justicia! Por lo que a mí respecte, procuraré decir a Perses unas cuantas verdades.

División de las Érides

No hay una causa única de disensión, sino que hay dos sobre la tierra: la una digna de las alabanzas del sabio, la otra censurable. Obran en sentido diferente. Una es funesta; excita la guerra lamentable y la discordia, y ningún mortal la ama; pero todos le están sometidos necesariamente por la voluntad de los Inmortales. En cuanto a la otra, la oscura Nix la parió la primera, y el alto Crónida que habita en el éter la situó bajo las raíces de la tierra para que fuese mejor con los hombres, pues excita al perezoso al trabajo. En efecto, si un hombre ocioso mira a un rico, se apresura a labrar, a plantar, a gobernar bien su casa. El vecino excita la emulación del vecino, que se apresura a enriquecerse, y esta envidia es buena para los hombres. Con él, el alfarero envidia al alfarero, el obrero envidia al obrero, el mendigo envidia al mendigo y el aedo envidia al aedo.


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Publicado el 29 de octubre de 2017 por Edu Robsy.

Meteorológicos

Aristóteles


Ciencia, filosofía, tratado


Libro I

1. Lugar del presente tratado dentro de la filosofía natural

Se ha tratado ya con anterioridad acerca de las causas primeras de la naturales, así como del orden de los astros con arreglo a la traslación superior y de los elementos corpóreos, <a saber,> cuántos y cuáles son, y de su recíproca transformación, como también acerca de la generación y la corrupción en general. Queda aún <por tratar> una parte de este estudio a la que todos los predecesores han venido llamando meteorología: esto es todo aquello que tiene lugar con arreglo a la naturaleza, pero <de manera> más desordenada que la del primero de los elementos corpóreos, y que se halla en la más inmediata vecindad de la traslación de los astros, v. g.: la <Vía> Láctea, los cometas, las apariciones de <cuerpos> inflamados y móviles y todos aquellos fenómenos que podríamos considerar comunes al aire y al agua, así como todo cuanto son partes y especies de tierra y las propiedades de <dichas> partes; a partir de lo cual estudiaremos las causas de los vientos y de los terremotos, así como todo lo que tiene lugar con arreglo a sus movimientos. Para algunas de estas cuestiones carecemos de explicación, otras, en cambio, llegamos a comprenderlas en cierto modo. Trataremos también de la caída de rayos, de los torbellinos, de los huracanes de fuego y de los demás <fenómenos> que tienen lugar periódicamente en los mismos cuerpos debido a la condensación.

Una vez tratados estos <temas>, veremos si podemos dar alguna explicación, con arreglo al método establecido, sobre los animales y las plantas, tanto en general como en particular; pues una vez expuestas estas cosas, estará prácticamente realizado todo lo que nos propusimos al principio.

Y tras esta introducción, empecemos a tratar de esas cuestiones.


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Publicado el 1 de noviembre de 2017 por Edu Robsy.

La Instrucción del Pueblo

Concepción Arenal


Tratado, Ensayo, Política


Introducción

Hay en España gran número de personas que más o menos abogan por la instrucción; pero son pocas las que se penetran bien de toda su importancia, y menos aún las que están dispuestas a contribuir eficazmente a que se generalice. Sucede con ella algo parecido a lo que con la religión acontece: son más los que la invocan que los que la practican. La conveniencia de la instrucción empieza a comprenderse; la necesidad todavía no, por regla general. Las pruebas de esto son casi tantas como los hechos bien observados que al asunto se refieren, y ya se mire abajo, en medio o arriba, se hallará por lo común muy bajo el nivel de la enseñanza y la consideración que merecen hoy los que enseñan: para convencerse de uno y otro basta examinar un niño que sale de la escuela, un mozalbete que sale del Instituto, un joven que sale de la Universidad, y tomar nota de los sueldos que tienen los maestros, desde el de primeras letras hasta el que explica las asignaturas del doctorado.


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Publicado el 9 de enero de 2019 por Edu Robsy.

Del Abuso de las Palabras

John Locke


Filosofía, Tratado


De las ideas

De las ideas en general y de su origen

La idea es el objeto del pensamiento

§1. Dado que toda persona es consciente de que piensa, y que aquello a lo que su mente se aboca al pensar son las ideas que están en ésta, es indudable que las personas tienen diversas ideas en la mente, como las que expresan las palabras blancura, dureza, dulzura, pensamiento, movimiento, hombre, elefante, ejército, ebriedad y demás; en primer lugar, pues, debe preguntarse: ¿cómo las adquieren? Sé que la doctrina recibida es que las personas tienen ideas innatas y caracteres originarios impresos en la mente desde el momento en que son. He considerado extensamente esa opinión; y cuanto he dicho al respecto en el libro precedente, según creo, se admitirá con mucha mayor facilidad cuando haya demostrado de dónde obtiene las ideas el entendimiento, y en qué forma y grado estas entran en la mente; y para ello apelaré a la observación y a la experiencia de cada cual.

Todas las ideas proceden de la sensación o la reflexión

§2. Supongamos que la mente es, como decimos, papel en blanco, sin letras ni ideas. ¿Cómo las adquiere? ¿Dónde consigue la vasta reserva que la imaginación activa e ilimitada del hombre ha pintado en ella, con casi infinita variedad? ¿De dónde saca la mente los materiales de la razón y el conocimiento? A esto respondo, en una palabra: de la experiencia; en ella se basa todo nuestro conocimiento; y, en el fondo, de ella procede. La observación, que concentramos, bien en los objetos sensibles externos, bien en las operaciones internas de la mente, percibidas y consideradas por nosotros, es lo que provee al entendimiento todos los materiales del pensamiento. Tales son las dos fuentes del conocimiento, de donde manan todas las ideas que tenemos, o que por naturaleza podemos tener.

Los objetos sensibles son fuente de ideas


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Publicado el 16 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

Árbol Ejemplifical

Ramón Llull


Tratado, Filosofía, Religión


Este árbol está dividido en siete partes, a saber: raíces, tronco, ramas, ramos, hojas, flores, frutos; y cada una de estas partes se divide en catorce partes, como la primera parte, que es de las raíces del árbol elemental, vegetal, sensual, imaginal, humanal, moral, imperial, apostolical, celestial, angelical, eviternal, maternal, cristianal, divinal; y lo mismo de la segunda parte y de las demás. Y cada una de las siete partes está dividida en catorce partes para que podamos dar ejemplos de las naturas y maneras de los árboles según son sus raíces, troncos, ramas y las demás, y para que tengamos gran materia para dar ejemplos, siendo así que en los catorce árboles están todas las cosas explicadas e implicadas; y por los ejemplos que daremos puede el hombre tener doctrina para conocer los secretos naturales y sobrenaturales, y para predicar y para tener moralidades buenas y solaz y amistad de las gentes. Y más aún, que por ellos puede el hombre tener universal hábito para entender muchas cosas placenteras de entender y placenteras de oír.

Los ejemplos que nos proponemos dar queremos dividir en dos partes, a saber, en relatos y proverbios escogidos según las naturas de los árboles; y este proceso nos proponemos tener en este árbol. Y porque la materia es grande, según su grandeza no podremos proceder, porque por otras cosas estamos muy ocupados. Y también porque las gentes esquivan la prolijidad, y porque abreviadamente de este árbol queremos hablar; empero, según lo que diremos, doctrina daremos para que el hombre pueda llegar a encontrar nuevos proverbios y nuevos relatos, y extender su entendimiento por la gran materia de este Árbol.


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Publicado el 8 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

De la Caza

Jenofonte


Tratado


Invento de dioses, de Apolo y Ártemis, son la caza y los perros. Lo entregaron y honraron con él a Quirón a causa de su rectitud. Éste recibió el regalo con satisfacción y lo utilizó. Fueron sus discípulos en la caza y en otras nobles enseñanzas Céfalo, Asclepio, Melanión, Néstor, Anfiarao, Peleo, Telamón, Meleagro, Teseo, Hipólito, Palamedes, Menesteo, Odiseo, Diomedes, Cástor, Pólux, Macaón, Podalirio, Antíloco, Eneas y Aquiles. Cada uno de ellos fue honrado por los dioses en vida. Nadie se extrañe de que muchos de éstos murieran a pesar de ser gratos a los dioses, pues es la ley natural, pero grande fue su prestigio; ni tampoco de que no hayan alcanzado todos ellos la misma edad, pues la vida de Quirón sobrepasa a la de todos. Zeus y Quirón eran, en efecto, hermanos por parte del padre, aunque la madre de uno era Rea y la del otro, la ninfa Nais, de modo que Quirón había nacido antes que ellos, pero murió después, tras educar a Aquiles. Destacaron por el ejercicio de la caza y de los perros y por el resto de la educación, y fueron admirados por su virtud.


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Publicado el 20 de marzo de 2017 por Edu Robsy.

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