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Oriente

Vicente Blasco Ibáñez


Viajes


CAMINO DE ORIENTE

I. La peregrinación cosmopolita

Recuerdo que en cierta ocasión tuve en mis manos un ejemplar de la Gaceta Imperial de Pekín, y al revolver sus finas hojas de papel de arroz, entre las apretadas columnas de misteriosos caracteres, sólo encontré dos anuncios comprensibles por sus grabados: el que llaman vulgarmente tío del bacalao, ó sea el marinero que lleva á sus espaldas un enorme pez, pregonando las excelencias de la Emulsión Scott, y una botella de largo cuello con la etiqueta «Vichy-État».

Pocas empresas en el mundo habrán hecho la propaganda que la Compañía Arrendataria de las aguas de Vichy.

Circulan por las calles de la pequeña y elegante ciudad francesa los pesados carromatos cargados de cajones, camino de la estación del ferrocarril. Marchan las botellas alineadas en apretadas filas al salir de Vichy, para luego esparcirse como una esperanza de salud. ¿Adonde van?... La fama de su nombre les asegura el dominio del mundo entero. Una botella irá á morir, derramando el líquido gaseoso de sus entrañas, en una aldea obscura de las montañas españolas, y la que cabecea junto á ella no se detendrá hasta llegar á alguna población sueca, cubierta de nieve, vecina al Polo; y la otra irá á Australia; y la de más allá arrojará su burbujeante contenido, bajo el sol del África, en un campamento de europeos, de estómago quebrantado por las escaseces de la colonización.

Y así como el agua de Vichy se esparce por el mundo, para llevar á remotos países sus virtudes curativas, los médicos de toda la tierra por un lado, y la moda por otro, empujan hacia aquí á las gentes más diversas de aspecto y de lengua.


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228 págs. / 6 horas, 39 minutos / 147 visitas.

Publicado el 20 de abril de 2016 por Edu Robsy.

Viajes por España

Pedro Antonio de Alarcón


Viajes, Costumbres


AL SEÑOR D. MARIANO VÁZQUEZ,

MAESTRO DE MÚSICA, INDIVIDUO DE NÚMERO DE LA REAL ACADEMIA DE BELLAS ARTES, COMENDADOR DE LA REAL Y DISTINGUIDA ORDEN DE CARLOS III, Y DE NÚMERO DE LA DE ISABEL LA CATÓLICA.

Mi muy querido Mariano: Juntos hemos hecho, no sólo algunos de los viajes que menciono en la presente obra, como el de Madrid á Toledo y el de El Escorial á Ávila, sino también el muy más importante de la adolescencia hasta la vejez, pasando por los desiertos de la ambición...

Saliste tú de aquella metódica y bendita casa de la calle de Recogidas de Granada, en donde, puedo decir que sin maestro, aprendiste á interpretar las sublimes creaciones del Haydn español, ó sea del maestro Palacios, del colosal Beethoven, del profundo Weber, del apasionado Schubert y de otros grandes compositores casi desconocidos entonces en nuestra Península; y salí yo de mi seminario eclesiástico de Guadix (fundado sobre las ruinas de un palacio moro), llevando en pugna dentro de mi agitado cerebro á Santo Tomás y á Rousseau, á Job y á lord Byron, á Fr. Luis de León y á Balzac, á Savonarola y á Aben-Humeya...


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197 págs. / 5 horas, 45 minutos / 362 visitas.

Publicado el 26 de abril de 2016 por Edu Robsy.

Los Viajes de Gulliver

Jonathan Swift


Novela, Viajes, Sátira


Primera parte. Un viaje a Liliput

Capítulo I

El autor da algunas referencias de sí y de su familia y de sus primeras inclinaciones a viajar. Naufraga, se salva a nado y toma tierra en el país de Liliput, donde es hecho prisionero e internado...

Mi padre tenía una pequeña hacienda en Nottinghamshire. De cinco hijos, yo era el tercero. Me mandó al Colegio Emanuel, de Cambridge, teniendo yo catorce años, y allí residí tres, seriamente aplicado a mis estudios; pero como mi sostenimiento, aun siendo mi pensión muy corta, representaba una carga demasiado grande para una tan reducida fortuna, entré de aprendiz con míster James Bates, eminente cirujano de Londres, con quien estuve cuatro años, y con pequeñas cantidades que mi padre me enviaba de vez en cuando fuí aprendiendo navegación y otras partes de las Matemáticas, útiles a quien ha de viajar, pues siempre creí que, más tarde o más temprano, viajar sería mi suerte. Cuando dejé a míster Bates, volví al lado de mi padre; allí, con su ayuda, la de mi tío Juan y la de algún otro pariente, conseguí cuarenta libras y la promesa de treinta al año para mi sostenimiento en Leida. En este último punto estudié Física dos años y siete meses, seguro de que me sería útil en largas travesías.


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Dominio público
303 págs. / 8 horas, 51 minutos / 676 visitas.

Publicado el 5 de junio de 2016 por Edu Robsy.

Veinte Días en Génova

Juan Bautista Alberdi


Viajes


Capítulo 1

En las impresiones de viaje en Italia, que sucesivamente daré a luz, por el Folletín de El Mercurio, se notará que sobresale como asunto dominante, la jurisprudencia. Tal ha sido, en efecto, el asunto que con especialidad me propuse examinar al visitar aquel país. Sin embargo, se concibe fácilmente que me ha debido ser imposible llenar este objeto, sin tropezar con multitud de otros, extraños a la materia de mi estudio, cuya novedad no podía menos de impresionar vivamente mi espíritu. De ahí es que, a mis impresiones forenses, si así puedo denominarlas, se juntan otras de distinto género, que, al paso que de ordinario interrumpen el curso de mi estudio favorito, esparcen en él cierta amenidad, que hace más accesible el estudio de un asunto, de suyo no poco árido.

Un camino semejante será, pues, el que siga en la redacción de mis impresiones, a fin de que el lector le encuentre tan fácil y agradable, como lo ha sido para mí.

De la jurisprudencia, esta materia que, al paso hace caer de sueño los párpados del estudiante de derecho, arrastra la afluencia de la multitud, y aún del bello sexo, a la barra de los tribunales, no será ciertamente, los contratos y las hipotecas la parte que nos ocupe. El folletín de un papel mercantil, no puede hacer las veces de la cátedra universitaria, ni de un tratado de derecho. Para estudiar los contratos y las obligaciones, no habría tenido necesidad de navegar dos mil leguas; pues el código sardo y las ediciones completas de Pothier, atraviesan el Atlántico a razón de seis y de cien francos el ejemplar.


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133 págs. / 3 horas, 53 minutos / 136 visitas.

Publicado el 30 de septiembre de 2016 por Edu Robsy.

Un Invierno en Mallorca

George Sand


Viajes


Carta de un ex-viajero a un amigo sedentario

Acostumbrado por deber a tu vida sedentaria, creerás, mi querido Francisco, que llevado por el arisco y caprichoso caballo de la independencia, no conozco mayor placer en el mundo que el de atravesar mares y montañas, lagos y valles. ¡Pobre de mi! Mis más hermosos y dulces viajes los he hecho al calor de la lumbre, con los pies sobre la caliente ceniza y los codos apoyados en los brazos relucientes del sillón de mi abuela. Tú los harás sin duda tan agradables y mil veces más poéticos con tu rica imaginación. No vayas, pues, a gastar tu tiempo, tu trabajo y tus sudores bajo los ardientes rayos de los trópicos, ni a poner tus pies helados sobre las nevadas llanuras del polo, ni a presenciar las horribles tempestades que se levantan en el mar, ni en busca de los ataques de los bandoleros, ni al encuentro de los peligros, de las fatigas que todas las noches afrontas imaginariamente sin quitarte las babuchas y sin otro perjuicio que algunas ligeras quemaduras de cigarro en los pliegues de tu justillo.

Para reconciliarte con la privación de espacio real y la falta de movimiento físico te envío la relación del último viaje que hice fuera de Francia, seguro de que me tendrás más compasión que envidia, y verás cuan caros me cuestan algunos arranques de admiración y algunas horas de arrobamiento disputados a la mala fortuna.


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Dominio público
158 págs. / 4 horas, 37 minutos / 1.790 visitas.

Publicado el 26 de febrero de 2017 por Edu Robsy.

La Guerra Injusta

Armando Palacio Valdés


Artículo, Opinión, Viajes


La Decisión de la Francia

La dirección de El Imparcial me ha confiado la honrosa tarea de estudiar el espíritu francés en estos, para él, tan críticos momentos. Por honrosa que ella sea, no la hubiera aceptado si otros motivos que no fuesen del orden moral se ofreciesen ante mis ojos. Soy viejo, mi salud vacilante; el ruido de la Prensa me ha atemorizado siempre. ¿Por qué pasar «del silencio al estruendo», por qué abandonar el oscuro rincón donde desde hace muchos años hablo en voz baja con aquellos espíritus afines al mío, esparcidos por el ámbito del mundo, sin que la muchedumbre se entere?

¿Por qué? Porque la voz de mi conciencia, esa voz que en todo hombre se va haciendo más poderosa con los años, me lo insinúa con vivas instancias. Cuando tantos millones de seres humanos viven actualmente en Europa, entre sangre los unos, otros entre lágrimas, ¿hay derecho á invocar el temor, la enfermedad ó la vejez? Dejemos murmurar á la vil materia; no es hora de atender á sus rebeldías. Cesó la hora de las chanzas y los regalos; hay que mirar cara á cara á la bárbara realidad y llevar una mano piadosa á las heridas.

Aquí estoy, pues, y lo primero que me cumple hacer es una declaración que debo á mi sinceridad y al respeto de los lectores. No soy un neutral en el sangriento conflicto que hoy aflige á la Humanidad; no lo he sido jamás en disputa alguna que hayan presenciado mis ojos. Pude haberme equivocado; pero siempre me coloqué resueltamente al lado del que, en mi sentir, tenía de su parte la razón y la justicia. Por eso, al estallar la presente guerra, me incliné del lado de la Francia; porque pensé, y sigo pensando, que la razón y la justicia se encuentran de su parte.


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Dominio público
91 págs. / 2 horas, 39 minutos / 202 visitas.

Publicado el 21 de septiembre de 2017 por Edu Robsy.

Viaje a Nicaragua

Rubén Darío


Viajes


I

Tras quince años de ausencia, deseaba yo volver a ver mi tierra natal. Había en mí algo como una nostalgia del Trópico. Del paisaje, de las gentes, de las cosas conocidas en los años de la infancia y de la primera juventud. La catedral, la casa vieja de tejas arábigas en donde despertó mi razón y aprendí a leer; la tía abuela casi centenaria que aun vive; los amigos de la niñez que ha respetado la muerte, y tal cual linda y delicada novia, hoy frondosa y prolífica mamá por la obra fecundante del tiempo. Quince años de ausencia... Buenos Aires, Madrid, París, y tantas idas y venidas continentales. Pensé un buen día: iré a Nicaragua. Sentí en la memoria el sol tórrido y vi los altos volcanes, los lagos de agua azul en los antiguos cráteres, así vastas tazas demetéricas como llenas de cielo líquido.

Y salí de París hacia el país centroamericano, ardiente y pintoresco, habitado por gente brava y cordial, entre bosques lujuriantes y tupidos, en ciudades donde sonríen mujeres de amor y gracia, y donde la bandera del país es azul y blanca, como la de la República Argentina.

Me embarqué en un vapor francés, La Provence, en el puerto de Cherbourg, y llegué a Nueva York sin más incidente en la ruta que una enorme ola de que habló mucho la prensa. Según Luis Bonafoux, la caricia del mar iba para mí... Muchas gracias. Pasé por la metrópoli yanqui cuando estaba en pleno hervor una crisis financiera. Sentí el huracán de la Bolsa. Vi la omnipotencia del multimillonario y admiré la locura mammónica de la vasta capital del cheque.


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Dominio público
69 págs. / 2 horas / 216 visitas.

Publicado el 12 de octubre de 2017 por Edu Robsy.

La Isla de Oro

Rubén Darío


Artículo, viajes


Divagaciones

He aquí la isla en que detiene su esquife el argonauta del inmortal ensueño. Es la isla de oro por la gracia del sol divino. Vestida de oro apolíneo la vieron los antiguos portadores de la cultura helénica, y los navegantes de Fenicia que, adoradores de Hércules, le alzaron templos en tierras españolas; y que al llegar a esta prodigiosa región creyeron sin duda encontrarse en lugar propicio a los dioses fecundos y vivificadores. Aquí puede repetir todo soñador la palabra del latino antiguo que ha hecho vibrar en nuestros días los labios del prestigioso D'Annunzio y que se ostentan en las armas de la germánica Bremen: «Navigare necesse est, vivere non est necesse». Y así evoca una lírica decoración de Cellini, gráfico intérprete d'annunziano, en la cual de manera arcaica se representa el vuelo de un barco de los prodigiosos tiempos odiseos sobre las aguas armoniosas en que a flor de espuma se alegran de la vida, entre delfines y bajo la gloria solar, sirenas de flancos voluptuosos y tritones que hacia el firmamento lanzan el clamor de sus caracoles sonoros:

Re del Mediterráneo, parlante
nell maggior corno della fíamma antica,
parlami in questo rogo fiammeggiante!

Questo vigile fuoco ti nutrica
il mio voto, e il timone e la polena
del vascel cui Fortuna fu nimica

o tu che col tuo cor la tua carena
contra i perigli spignere fosti uso
dietro l'anima tua fatta Sirena,

infin che il Mar fu sopra te richiuso!

La dama inglesa fue la que recitó esos versos del óptimo poeta. Recitaba sin acento el idioma de Italia, tal como habla el francés y el castellano.


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Dominio público
36 págs. / 1 hora, 3 minutos / 426 visitas.

Publicado el 1 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Viaje a la Isla de Mallorca en el Estío de 1845

Juan Cortada


Viajes


Dedicatoria

A vosotros, hijos de la deliciosa isla de Mallorca, con tanta propiedad llamada por un compatricio vuestro Satélite de España, dedico este libro. Asi os devuelvo lo que es vuestro, pues á la amabilidad y al obsequioso carácter de muchos de vosotros debo el haber visto lo mas precioso de esa tierra. Perdonadme si continúo algunos nombres : os estoy muy obligado, y seria una ingratitud no citar las personas á quienes he merecido notables favores. Si no soy imparcial al juzgaros, no lo achaquéis á malicia. Diferis tanto de los hijos del continente, que no le es fácil á uno de estos conoceros en poco tiempo. Sois ademas mucho mejores que ellos, y á todos nos duele reconocer en otros las prendas de que carecemos. Yo conservo de esa isla y de sus hijos una deliciosa memoria, y si no os hace otra visita al menos no os olvidará nunca

Cortada.


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Dominio público
243 págs. / 7 horas, 5 minutos / 133 visitas.

Publicado el 2 de marzo de 2018 por Edu Robsy.

Impresiones y Paisajes

Federico García Lorca


Viajes


Dedicatoria

A la venerada memoria de mi viejo maestro de música, que pasaba sus sarmentosas manos, que tanto habían pulsado pianos y escrito ritmos sobre el aire, por sus cabellos de plata crepuscular, con aire de galán enamorado y que sufría sus antiguas pasiones al conjuro de una sonata Beethoveniana. ¡Era un santo!

Con toda la piedad de mi devoción.


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Dominio público
114 págs. / 3 horas, 20 minutos / 717 visitas.

Publicado el 16 de agosto de 2018 por Edu Robsy.

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