Textos publicados el 3 de octubre de 2022

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fecha: 03-10-2022


Isto e uma porquera!

Javier de Viana


Cuento


—¿Saben a quién prendió la policía ’el Payubre?

—¿A quién?

—A Sinforiano Benítez.

—No conozco animal de esa marca...

—¿No conoces a Sinforiano Benítez, el matrero de Montiel, de más menta y más asesino que el finao Manduquiña Mascareñas?...

—¿Y quién te dijo a vos, —interrumpió don Melchor, patriarca del fogón,— qu’el finao Manduquiña fué un asesino?..

—Las malas lenguas, quizá...

—¡Como la tuya!...

—Pero no sería por santo que lo ajusilaron.

—Por santo no, pero sí por zonzo, que viene a ser cuasi lo mesmo.

—Usted conoce l'historia ’e Manduquiña Mascareñas?

—¡No vi’a conocer!... ¿Se han creído que soy ternero mamón, como ustedes?... Lo conocí dende potranco. Él era de Uruguayana, pero supo vivir mucho tiempo aquí en Corrientes, puestero del portugués Sousa Cabrera Pintos, que tuvo una gran estancia en el Batel...

—Que también anduvo enredao en el crimen...

—Que jue el verdadero criminal.

—Sin embargo, la justicia no le dió pena...

Irguióse el viejo y agitando violentamente la diestra, sentenció:

—¡Lo asolvieron los jueces!... ¡Los jueces no son la justicia!... Pónete ese pucho en l’oreja!...

—Güeno yo no porfío; pero a la fin, ¿Manduquiña mató o no mató?

—Mató.

—¿A una mujer?

—Y a la cría.

—¿Y no jué asesino?...

—No. El asesino jué l’otro.

—¿Cuál?

—Sousa Cabrera Pintos.

—Güeno, viejo; pero desenriede, porque ansina est’atando muchos tientos, pero la trenza no se ve!...

Agachó el lomo el viejo hasta casi tocar las cenizas de sus barbas las cenizas del fogón, y dijo con aspereza:

—Al eje ’e las carretas hay qu’engrasarlo pá que no se queme, y al tragadero ’el cristiano hay que remojarlo con caña pa que refalen las palabras...


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Dominio público
2 págs. / 4 minutos / 21 visitas.

Publicado el 3 de octubre de 2022 por Edu Robsy.

underground notes

Lucas M.


miserable


-¿Qué quieres de mí, por qué haces todo esto? -exclamó ella   -¡Salvarte! -exclamé ¿Salvarte de qué? ¡Pero si es muy probable que yo sea mucho peor que tú! ¿Por qué cuando te hablaba de moral no me lanza esta réplica a la cara?: «¿Y tú a qué has venido aquí? ¿a darnos un curso de moral?». Lo que necesitaba entonces era ejercer mi poder sobre alguien; también me hacía fe divertirme con tus lágrimas,con tu humillación, con ataque de nervios. Eso era lo que necesitaba. Pero no tuve valor para llevar mi juego hasta el fin, porque no soy más que un guiñapo. Tuve miedo y te arroje mis pensamientos, eludía saber por qué, me mantenía de una forma taciturna. Y no había vuelto aún a casa, y ya te estaba insultando y maldiciendo por haberte dicho dónde esta la clave de todo. Me gusta jugar con las palabras, me gusta analizar cada detalle, me gusta soñar. Pero ¿sabes lo que realmente deseo?
¡Que se vayan todos al diablo! Con eso me basta. Necesito tranquilidad. Vendería el universo entero por un peso, con tal que me dejaran tranquilo. Si me dicen que el mundo entero se hundirá a menos que yo deje de tomar mi té, mi respuesta será: «¡Digo que el mundo se vaya al infierno, pero siempre debo tomar mi té!»

¿Sabías todo esto? 

Pues yo sé que soy un canalla, un miserable, un holgazán, un egoísta. Desde ayer estoy temblando ante el temor de que vinieras. Pero ¿sabes lo que más me preocupaba estos últimos días? El hecho de que aparecí ante ti como un héroe, y pronto me verías sucio y mísero.



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Dominio público
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Publicado el 3 de octubre de 2022 por Lucas M..