SUICIDIO
Andrés Patiño Rodríguez
Suicidio, Nocturno, Fragmentos.
Fragmento No. 251
08-03-2019
21:35H
“¡Por supuesto que yo también pensé en suicidarme!”, comenté unos meses después con mucho valor. Ese fue el día de la derrota, una ciudad extraña, una habitación extraña, personas extrañas, mi peor versión.
Los antidepresivos cumplían muy bien su función, me dejaban en un sueño profundo, inhibiendo lo mejor de mí, así pastilla tras pastilla, se asomaban las ideas suicidas, ¡Pesaban una tonelada!
Recuerdo esos ojos vacíos al verme al espejo, no tenía ninguna respuesta… Asomarme a la ventana, ir a la cocina, deambular por el pueblo en la noche, todo conducía a un solo camino: El suicidio.
La duda era una constante, sentir la voluntad de hierro que forjé por años flaquear con el más pequeño pensamiento, era una decepción; lo que construí en mi vida carecía de absoluto sentido.
Y sin pensarlo, una noche simplemente me confesé, ella fue la salvación y sin conocerme, diría las palabras correctas: “Aférrate a eso y no te dejes vencer”, “vos sos mucho más fuerte, vos sos mucho más que eso”, “por favor aférrate a volver a ser como antes”. El desahogo en unos oídos ajenos me ha generado la mayor satisfacción que he podido sentir, literalmente le debo la vida a eso.
Es así que hoy le doy las gracias cada vez que puedo, me levanto con la fe restaurada en mí mismo y no permito que los prejuicios de otros sobre lo que soy marquen si quiera un segundo en mi tiempo.
Dominio público
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Publicado el 23 de mayo de 2020 por Andrés Patiño Rodríguez.